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miércoles, 6 de enero de 2010

El día de Reyes.

Esta mañana han venido los Reyes Magos

Han dejado sus regalos debajo de nuestro árbol.


Después de abrirlos preparamos una mesa digna de los reyes y
reinas que somos.

Por la tarde nos juntamos un puñadito de afectos para meterle mano al Roscón de Reyes.

Con chocolate caliente, dulce y espeso, la especialidad de Fernando.






No faltaron las risas y "trampas", para ver a quién le tocaba pagar el roscón y a quien debíamos coronar. Los dos Fernando, fueron los triunfadores de la tarde.




Los pajes de los Reyes Magos volvieron a la cueva para traernos regalos que se habían entregado por equivocación en otros domicilios, y se despidieron hasta el año que viene.




Felicitación de año nuevo



He recibido esta preciosa felicitación de año nuevo de una accitana de nacimiento y un guadijeño por amor. Él es Azagra y ella Revuelta.

El Nacimiento Granadino de casa.




El Nacimiento de la Cueva




jueves, 1 de enero de 2009

Los Magos de Oriente.












Los Magos de Oriente.
10.1.2007.

Todavía podemos ver los rastros que han dejado Sus Majestades, esos maravillosos magos de Oriente que siempre consiguen maridar la tradición con la fe y la esperanza, a su paso por nuestra ciudad. Regalos, sonrisas, emoción… Es una divertida fiesta que nos ayuda a mantener la ilusión, a prestar atención a los gustos y necesidades de quienes nos rodean, a encontrar el detalle perfecto…
En la bota que yo coloco, cada Navidad, debajo del abeto decorado e iluminado, además de los regalos con que me obsequian mis tres majos, digo más, mis majísimos reyes, he encontrado algunas preguntas, y he buscado algunas respuestas para compartir contigo. Sentada en mi sofá de madre intentaba imaginar como se viviría ese día en otros países, así que me dirigí a los libros en los que me “desdudo” constantemente.
Ahora que se libra una batalla entre nuestros Reyes Magos y ese personaje que asalta los balcones de muchas casas, conviene recordar que Papá Noel es una figura muy reciente, hija de la imaginación de los escritores neoyorquinos Washington Irving y Clement Moore, nieta de la devoción de holandeses errantes, y real gracias a la publicidad de la Coca-Cola. Se construyó sobre la de san Nicolás, obispo turco del siglo IV cuyo mito se extendió por Europa. Según una antigua leyenda cristiana era famoso por salvar marinos atrapados en la tormenta, defender a los niños y, sobre todo, por dar generosos regalos a los pobres. Se decía que cabalgaba por el cielo en un caballo repartiendo regalos, que vestía como un obispo y a veces iba acompañado por un elfo cuyo trabajo consistía en azotar a las criaturas que eran malas. El día de san Nicolás se celebró el 6 de diciembre, momento en que se repartían los regalos, y aun se mantiene esta costumbre en Francia, Austria, Bélgica y Holanda.
También he podido saber que por los cielos de Italia vuela, en su escoba, una bruja buena y siempre sonriente que se llama Befana, es vieja, fea, y muy simpática. Ella se encarga de repartir los regalos en la misma fecha que nuestros Reyes Magos, llenando los calcetines que para este fin se colocan en las casas. Solo tiene dos defectos, el primero es que nunca deja los regalos que se le piden, y el segundo que a quienes se portan mal les deja carbón.
Los niños y las niñas rusas tienen su fiesta el día de año nuevo, es entonces cuando les visita Ded Moroz, que para nosotras sería algo así como el Abuelo del Frío. Históricamente habían celebrado la fiesta de San Nicolás, pero en la época comunista las celebraciones religiosas se prohibieron y por eso se instituyó Ded Moroz. Es un hombre alto, delgado, con una larga barba blanca, que vive en la estepa siberiana. Viste una capa larga que en sus principios era azul pero actualmente es de rojo con adornos en oro, se desplaza de un lugar a otro en un trineo que llaman troika, y del que tiran seis hermosos caballos. Como todo personaje mágico tiene una persona que le ayuda en su intensa labor de repartir regalos, es su nieta la joven Snegurochka, que podríamos traducir como la muchacha de la nieve, un personaje que aparece en muchos cuentos de hadas.
En Suecia los regalos son repartidos en Nochebuena por Jultomten, un hombrecito diminuto y malhumorado, que vive en desvanes, y viaja en un trineo arrastra el macho cabrío de Thor. Va de casa en casa con un saco lleno de regalos, llama a las puertas y si las criaturas han sido buenas, algo que percibe con solo mirarles a los ojos, les entrega los que le correspondan.
También el 24 de diciembre se reparten obsequios en Suiza, el encargado de hacerlo es un angelito vestido de blanco, con un velo y una coronita de oro. El tintineo de campanitas de plata anuncia su llegada, cuando Christkindli entra en una casa para repartir regalos, se encienden tres velas.
Y visto esto me doy cuenta de que los Magos no son un fenómeno cultural universal, por lo que el año que viene deberíamos intentar que fuesen el asiático Melchor, el europeo Gaspar y el africano Baltasar, quienes escalasen nuestras ventanas, sería una magnífica oportunidad de disfrutar de su maravilloso vestuario de coloridas túnicas y capas batiendo al viento. Pero además reivindicaremos el Roscón de Reyes, ese dulce delicioso y con sorpresas, como el haba que si te toca te obliga a pagar la convidada, o el rey con el que consigues que tus acompañantes te coronen y te rindan pleitesía.





Zapatitos bien limpios.







Zapatitos bien limpios
31.12.2002

El lunes será 6 de Enero y este día tiene sus previos, que son muy importantes. Los niños y las niñas han tenido que manifestar su creencia en los ancianos de Oriente, y para ello han escrito sus tiernas y delicadas cartas, que suelen estar en posesión de las madres, porque como todo el mundo sabe, tenemos una gran amistad con Melchor, Gaspar y Baltasar, y por eso nos las devuelven y las guardamos con cariño.
Además han bombardeado a sus mayores con preguntas, que tenían la finalidad de conseguir entender cómo es posible que mientras que en Barcelona entran a bordo de un espléndido buque en el puerto, estén en Madrid bajando de un avión, y a Guadix lleguen en un vagón de tren del que tira con trabajo y mucho esfuerzo la vieja máquina a la que los más entendido llaman Babwil y los menos Barbi (que ya quisiera la muñequita yanqui tener el cuerpazo de nuestra locomotora).
También se preguntan cómo se produce la distribución de los regalos, ya que son muchos los niños y niñas que viven en la ciudad y en los pueblos de la comarca, y disponen de pocas horas para hacer ese trabajo, y además ¿por donde entran?, por más que se esfuerce la chiquillería en facilitar el acceso en casa dejando la ventana o el balcón abierto, mamá y papá siempre lo cierran.
Otra pregunta típica ¿si son los Reyes los que traen los regalos por qué los carros de los hipermercados los llenan los padres y madres de otros niños con juguetes?.
Es aquí en donde se demuestra la capacidad de las personas adultas de reencontrarse con la niña o el niño que llevan dentro y las respuestas salen casi de forma automática.
Los Reyes pueden estar en Guadix, en Benalúa, en el Polícar y en La Calahorra porque son Magos como su propio nombre indica y es por esta cualidad que no hay ni puerta ni ventana que les impida el paso, y si lo puede hacer el mago David Copperfield que es tan joven ¿cómo no van a poder hacerlo ellos que son tan mayores y tienen tanta experiencia?.
Las personas que compran juguetes en las tiendas, seguramente lo harán porque sus niños y niñas habrán pedido demasiadas cosas a los de Oriente, y ellos tienen tantos compromisos que para atenderlos no pueden cumplir todos los deseos, así que piden ayuda a padres y madres, estos compran algunas cosas y por eso son tan amigos de los Reyes.
¿Qué parecen distintos según el canal de televisión?. Pues claro, cada cadena tiene sus propias cámaras y los colores no salen igual, o a lo mejor es que estaban tomando distintos planos, claro que para salir de dudas lo mejor es que te pongas el abrigo y salgamos a ver la cabalgata, de esta forma ya no hay cámara que te engañe. Presenciaremos el desfile en unas calles especialmente animadas por pequeñuelos que cualquier otro día ya estarían en casa con los pijamas puestos. Nos acercaremos a la Plaza de la Constitución para escuchar el mensaje que Sus Majestades tienen preparado y nos acostaremos pronto.
Medio convencidos, este año, volverán a poner el cacharro lleno de agua para que beban los camellos, los mantecados y el vino dulce para que los Magos repongan fuerzas, y sus zapatitos bien limpios esperando los regalos.
Amanecerá el día 6 y nos despertarán a una hora intempestiva, correrán a la sala y verificarán que hay un cargamento de regalos. Veremos nuestras casas llenas de sonrisas nerviosas en la chavalería y de una inmensa felicidad en nuestros corazones de progenitores que un año más diremos: ¡misión cumplida!
Miraremos si a nuestro décimo de Lotería del Niño le ha acompañado la fortuna y si no ha sido así disfrutaremos de la salud con que comenzamos el nuevo año.
En cualquier caso espero que los Reyes Magos o que ese rey majo o esa reina maja que tienes alrededor te de una sorpresa.





Magnífico Rosoli.





Magnífico Rosoli.
28.12.2002

Y las fiestas continúan. Según recientes estudios engordamos entre tres y cinco kilos en las Navidades. Esto es debido básicamente a que organizamos nuestra vida social alrededor de una mesa.
Unas veces es la mesa familiar en la que mamá nos ha preparado una suculenta comida que comienza con aperitivos, que además de por los ojos entran por la boca, les sigue una sopa de verduras que huele que alimenta, a continuación besugo al horno con patatas que hacen que pierdas el escaso control que tienes sobre el consumo de calorías que has injerido, así las cosas llega la macedonia de frutas multicolor que podría servir de inspiración para un bodegón del Museo de Arte Moderno. No contentas con esto terminamos con el café que viene acompañado de una fuente de golosinas navideñas: mazapanes, bolas de coco bañadas en chocolate, almendras garrapiñadas, trufas de chocolate negro, peladillas y piñones, alfajores, polvorones y roscos de vino y para rematar un chupito de licor de avellana o de ese magnífico Rosoli que hacen las monjas del Convento de la Concepción.
Aun no has terminado de hacer la digestión cuando ya estas preparándote para salir con las amistades a tomar unas copas, a fin de compartir con ellas el espíritu alegre y comunicativo de la Navidad. Así entran en tu magnífico y extraordinario cuerpazo, unos cuantos vinitos o cervezas acompañadas de sus espléndidas tapas, por ejemplo de calamares fritos, riñones o criadillas del bar Dólar, o pimientos y gambas rebozadas de la Bodega Calatrava, o un plato de jamón en el Bar del Jamón, o unas almendras fritas del Churrasco.
Para cuando llegas a casa de tu suegra (que te ha invitado a cenar muy amablemente, lo cual agradeces, porque estas para el arrastre de tanta juerga) la mesa está ya puesta con el mantel blanco de encaje, los platos de porcelana que solo se sacan del trinchero en las ocasiones excepcionales, la cubertería con iniciales grabadas que pertenecen a su ajuar y las copas que brillan como las estrellas, en el centro de la mesa hay un bonito adorno navideño con vela roja incluida, señal inequívoca de que es una ocasión muy especial. Hay que sentarse a comer, se enciende la vela, y empieza el desfile. Sale primero la sopera que trae en su interior un riquísimo y reconstituyente consomé al que se le echa un chorreón de jerez, que hace que te sientas como una duquesa. Una grandiosa fuente de trocitos de merluza con gambas que aún vienen humeantes de la cocina y saben a gloria. Para terminar de rematar la ingesta indecente de calorías un asado de carne. De postre algo tan apetitoso como unas rodajas de piña natural con melocotón en almíbar y un buen chorreón de nata dulce montada.
Así un día y dos y tres y hasta diez, y ya tenemos los cinco kilos que indica el informe que se nos agarran desesperantemente a las caderas.
Como solución yo propongo que nos riamos. Si te ríes perderás peso. Se dobla la velocidad a la que late el corazón durante tres o cuatro minutos, aumenta el consumo de oxigeno y ejercita los músculos de los hombros, el diafragma y el abdomen, para conseguir el mismo efecto necesitarais cinco minutos de aeróbic a toda marcha. Nos ayuda a fortalecer los músculos de la cara alejando de ella las arrugas y sobre todo, reír es incompatible con la mala sangre por lo que seguramente también seremos mejores personas.
Otra propuesta es bailar, podemos consumir muchas de nuestras reservas grasas al ritmo de salsa, merengue, tango, pasodoble, sevillanas, rumbas o valses, no saber bailar no es excusa, porque en estos tiempos todo está permitido con la única excepción de no pisar los pies de la pareja, y menos si tiene callos o juanetes.
Pero hay otro sistema para quemar calorías, un envolvente abrazo acompañado de un beso apasionado consume doce calorías, te gustará y repetirás, te advierto que este es un ejercicio que no cansa y cuanto más lo practiques más querrás, esto posiblemente te lleve a una intensa noche de amor desenfrenada lo que te permitirá quemar doscientas cincuenta calorías por hora. Así que como hemos de poner fin al año 2002 de alguna manera pues hagámoslo con risas, con bailes, con besos y con una noche romántica ente sábanas de blanco satén.

Nada se resiste a la abuela




Nada se resiste a la abuela.
27.12.2006.

Llegó la Navidad, es un tiempo, para mí, muy entrañable, disfruto con las reuniones familiares y las tertulias con las amistades que se celebran en estos días. Entre desayunos, comidas, meriendas y cenas, mis caderas y ese delicado lugar en el que la espalda pierde su casto nombre, toman un rumbo propio y provocan más de un desajuste con las cremalleras de mis faldas y pantalones. Pero en fin, es una vez al año y hay que disfrutarlo, todo puede ser que después de las celebraciones tenga que hacer un poco de “ejercicio de cuello”, como dice mi padre. Este ejercicio de baja intensidad y alta eficacia que consiste en mover la cabeza de un lado a otro diciendo que no, cada vez que te inviten a comer algo que te aparte de tu dieta de recuperación. Claro que también hay otras soluciones mucho más divertidas y que ya he compartido contigo en otras ocasiones, te las recuerdo: ¡ríete! La risa dobla la velocidad a la que late el corazón, aumenta el consumo de oxigeno y ejercita los músculos de la zona del tronco. Reírse ayuda a fortalecer los músculos de la cara con lo que pareciera que con una potente plancha de vapor alejamos de ella las arrugas y sobre todo, reír es incompatible con la mala sangre y el mal humor, por lo que seguramente también seremos mejores personas. Otra propuesta es bailar, bailando podemos consumir muchas de nuestras reservas grasas al ritmo de salsa, merengue, tango, pasodoble, sevillanas, rumbas o valses, no saber bailar no es excusa, porque en estos tiempos todo está permitido con la única excepción de no pisar los pies de la pareja, y menos si tiene callos o juanetes. Y otro sistema para quemar calorías es un envolvente abrazo acompañado de un beso apasionado que termine con una intensa y desenfrenada noche de amor entre sábanas de blanco satén, (yo prefiero las de algodón bien planchadas, son menos frías, más dulces, y antideslizantes) lo que te permitirá quemar doscientas cincuenta calorías por hora. Es cosa tuya las horas que quieras practicar… de todas formas recuerda que el ejercicio debe ser moderado, constante y sensato.
Nochebuena, Navidad, Noche Vieja y Año Nuevo, son los días en que las familias nos reunimos, normalmente en casa de la abuela, para que se produzca el reencuentro, los hermanos y las hermanas, los sobrinos, las nietas, los cuñados, las nueras, las tías, los primos, esa larga lista de afectos que aprovechan estos días para desempolvar de sus corazones sus mejores deseos.
La verdad es que quien carga con la peor parte es precisamente la abuela, que lleva ya varios días preocupada, primero por los viajes de la familia para la reunión, y que no descansa hasta que tiene a todo el mundo metido en casa. Después el reparto de cuartos para dormir y a buscar sitio en los armarios, claro que hace algunos años que aprendió a renunciar al orden en estos días. Finalmente le preocupa el régimen de comidas, a la mayor no le gusta el pescado, al yerno no le gusta el pollo, el nieto es alérgico a la leche, etc.etc. etc.
Pero no hay asunto que se le resista, en el fondo lo tiene todo controlado, porque ella es todo conocimiento, porque ella tiene años de experiencia en estas grandes batallas que podrían acabar con cualquier equipo de planificación de una multinacional, pero no con ella, porque ella es la mejor de las generalas que pueda aspirar a tener el mas cualificado ejercito profesional, y enseguida organiza a la tropa y distribuye el trabajo para que no se quede nada sin hacer y todo esté perfecto como siempre.
Yo sé que tú que me lees tienes una abuela o una madre o una suegra o una hermana o una cuñada, que cumple esta función en Navidad, no escatimes una palabra de reconocimiento a su esfuerzo y a su capacidad, ese será el mejor regalo que puedas hacerle.
También es momento de realizar la declaración anual de buenos propósitos para 2007, y creo que sería bueno reflexionar sobre el consumo desenfrenado y acrítico de nuestra sociedad, preguntándonos si realmente comprar cosas es lo que nos hace felices. Podríamos intentar globalizar la generosidad y la solidaridad, y a pesar de los pesares, y de los poderes económicos que son en realidad quienes gobiernan el mundo, aportar nuestro esfuerzo para construir un mundo de ciudadanos y ciudadanas inteligentes, libres e iguales. Nuestra mejor arma es intentar ser felices y contagiar ese placentero estado a quienes nos rodeen. Buena suerte y feliz año.

Hacen guiños sonrientes.






Hacen guiños sonrientes.
20.12.2002
“Desde la Inmaculada hasta San Antón Pascuas son”, así que no hemos de extrañarnos de la frenética actividad que durante este mes y medio desarrollamos.
En mi casa solemos aprovechar el puente de la Constitución para revolver los armarios y sacar los embalajes en los que cada año guardamos el color y el olor de Navidad. Rebuscamos las cajas de zapatos que forramos con papel de oro y plata, en las que con mucho cuidado depositamos las pequeñas figuritas de barro que componen nuestro particular Nacimiento.
Cuando empiezan a sonar villancicos, sabemos que ha llegado el momento de iniciar el ritual de los adornos navideños. Cada cual tiene encomendada una misión específica, así mi hijo mayor se encarga de poner las luces de colores. El padre las luces con forma de vela y la gran estrella de cinco puntas que se coloca en la copa del árbol y que indica que el trabajo ha terminado y que ya podemos disfrutar de nuestro abeto. El pequeño (es solo referido a la edad, que no a su altura) y yo, colgamos las manzanas de color rojo, los lazos de cuadros escoceses, los pequeños angelitos dorados con sus instrumentos musicales, los corazones blancos y rojos, el pequeño oso de peluche con gorrito de Santa Claus que la tía Charete nos trajo de Londres..., al pie colocamos cada uno nuestra bota de fieltro en la que esperamos que Papá Noél nos deje un montón de regalos. Realmente en estos momentos lo que hacemos es poner en el árbol trocitos de nuestro corazón y de nuestros recuerdos más entrañables.
Cuando me siento a contemplarlo imagino a los hombres y mujeres de hace miles de años que tenían un gran contacto con la naturaleza, para quienes los árboles representaban a los dioses y diosas: el pino estaba consagrado a Neptuno, el laurel a Apolo, la encina a Júpiter, el álamo a Hércules y el olivo a Minerva. Nuestros antepasados les rendían homenaje adornándolos con cintas de colores y por las noches a través de ellos disfrutaban de la visión extraordinaria del firmamento, con el fulgor de las estrellas parpadeantes a través del verdor de las hojas. Yo solo consigo este efecto con las luces intermitentes que conecto a la red eléctrica, pero el resultado es bueno y en todo caso me ahorro el frío que hace en la calle.
Las celebraciones de Navidad me encantan, se da la circunstancia de que las disfruto con mi padre, mi madre, mis hermanas y hermano, mi abuela, mi abuelo, mis cuñados y cuñadas, mis sobrinos y sobrinas, mi suegra y mi suegro, mis amigos y amigas y por supuesto con mis dos hijos y mi compañero. Se que esto me convierte en una mujer afortunada e intento sacarle el máximo partido.
Algunas compañeras me decían que su Navidad era muy diferente a la mía. Si, ya sé que para ti están llenas de nostalgia porque también están llenas de ausencias, te falta tu hijo al que con tanto amor trajiste al mundo y viste crecer para que un fatídico accidente te lo robara sin darte siquiera la oportunidad de abrazarlo por última vez. Y a ti, se te fue ella, que era tus pies y tus manos, y las de tus hijos, y ahora nadie llena con ilusión la nevera, ni se pone el nacimiento con aquella pastora que tanto le gustaba, porque al que abre la caja donde se guarda, siempre se le ata un nudo en la garganta y le rueda una lágrima por la mejilla.
Vete esta noche a la calle y mira al cielo. Podrás ver un montón de resplandecientes estrellas, las personas que tanto hemos querido están ahí, nos hacen guiños sonrientes y nos dicen que están a nuestro lado, que la vida sigue y que hemos de intentar que los que nos rodean sean felices. Que su recuerdo no se asocie a la tristeza de su ausencia, sino a la alegría y vitalidad de su presencia. No hemos de pensar en la crueldad de la pérdida, sino en la riqueza de tantos buenos momentos compartidos. Pero si aun así tienes ganas de llorar, ya sabes donde estoy, solo tienes que llamarme.