Ana María Rey Merino
De derrota en derrota somos alguien
jueves, 3 de octubre de 2013
El y ella, intrigas vaticanas. 25/9/2013
Desde que leí “El pájaro espino”, un libro con una repercusión social de tal magnitud que se convirtió en película de cine, en serie de televisión y que ha sido repuesta en múltiples ocasiones, no me he entretenido tanto con las intrigas palaciegas del Vaticano como ahora.
Con el personaje de Ralph de Bricassart, que para siempre tendrá el rostro de Richard Chamberlain, supimos del alto precio de la ambición y los convencionalismos sociales, pero no dejaba de ser una ficción.
Ahora las historias son reales y tienen como protagonistas a Monseñor Battista Ricca y a Francesca Chaouqui.
Los medios de comunicación se han hecho eco de que Battista Ricca mantuvo relaciones homosexuales cuando era nuncio apostólico en Montevideo. Y se publica una vez que el susodicho es nombrado por el Papa, prelado interino en el Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco del Vaticano, con la misión de limpiar la entidad, desacreditada por corrupción interna, tráfico de influencias y blanqueo de capitales.
Respecto a Francesca Chaouqui, recientemente nombrada por Bergoglio, comisaria para el reordenamiento de las administraciones vaticanas, acumula entre sus pecados, según los mismos medios, ser laica, bella, inteligente y manifestar su opinión en redes sociales, como Twitter, contra el antaño todopoderoso Secretario de Estado Tarcisio Bertone al que acusó de corrupto. He leído que creció en Calabria y que recuerda que las calabresas, aún hoy, cuando están embarazadas rezan para tener un hijo varón y crecen oyendo “estate callada, eres una mujer, no son cosas para ti” Así que ya se lo puede oír a sus detractores cantándolo en gregoriano, que por un oído le entra y por otro le sale.
Estos casos son de manual y podríamos llamarlos “Bertone contra Bergoglio” Con el patio revuelto, al Papa no le ha quedado otra que confirmar a sus candidatos en los puestos y hacer declaraciones como estas:"Si una persona es gay, busca a dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?" "En los lugares donde se toman las decisiones importantes es necesario el genio femenino"
No sé en que quedarán estas intrigas vaticanas, las anteriores sabemos que provocaron la renuncia de Benedicto XVI, aquel “pastor rodeado por lobos”. Entonces luchaban por la sucesión, hoy por frenar la veloz carrera de Francisco por reformar la institución y desmontarles los chiringuitos. Yo veo a todos estos príncipes dando faldonazos por sus palacios y comentando que el oficio más arriesgado es el de probador de la comida del Papa, y pienso: ¿no te parece que la realidad es muchísimo más interesante y dramática que la ficción?
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