domingo, 30 de marzo de 2008

Dispositivo "Trabajadera"







Dispositivo “Trabajadera”
26.3.08

Durante todos los días de Semana Santa hemos visto, por las concurridas calles de nuestra ciudad, a medio centenar de hombres, y tres mujeres, con uniformes azul marino y naranja que velaban por nuestra seguridad. Se integraban en un dispositivo denominado “Trabajadera” que tenía por finalidad garantizar el fluido discurrir del tráfico de vehículos (incluidos bomberos, ambulancias y policía), de pasos procesionales, y de paseantes.
Cuando la catástrofe, los accidentes o la desgracia nos golpean, necesitamos una mano que nos sostenga. Pero también un gesto, una mirada, una palabra, que nos haga recordar nuestra dignidad de persona, más allá de las circunstancias que momentáneamente nos oprimen. Es por eso que desde los ayuntamientos se configura una organización en la que se dispone de medios públicos, colaboración de entidades privadas y de la ciudadanía, para garantizar la coordinación preventiva y operativa que permita nuestra protección y la de nuestros bienes en casos de riesgo, catástrofe o calamidad. Se programan y realizan actividades que permitan evitarlas, reducir sus efectos, reparar los daños y, en su caso, contribuir a corregir las causas que los produjeron. Es así como se crean las Agrupaciones de Protección Civil formadas por personas voluntarias que residen en el municipio y tienen interés en colaborar en los servicios básicos de Protección Civil. De hecho en “Trabajadera” han intervenido las Agrupaciones de Guadix y la de Benalúa, que mantienen una cordial y estrecha colaboración.
Quienes se incorporan a este voluntariado reúnen una serie de valores que quiero destacar. Empecemos por el compromiso, imprescindible para que la labor voluntaria se desarrolle con las máximas garantías y por tanto fundamental, tanto en el momento de incorporarse a la organización como en el desarrollo de las tareas encomendadas. La colaboración, muy importante para ser eficaces, y esto se logra a través del trabajo en equipo y con un alto grado de entrega a los demás. La disciplina y obediencia a las ordenes impartidas por las personas con autoridad acreditada, es vital. El valor del respeto que supone aceptar a todas las personas sea cual sea su situación o condición sin juzgarlas, apoyando y ayudando a que las dificultades que se encuentren puedan ser superadas con mayor facilidad. La solidaridad que es la determinación firme de empeñarse en el bien común, esto es, en realizar acciones encaminadas a conseguir el bien de cada miembro de la comunidad con entrega y sacrificio. El valor de la justicia social que permite adoptar una postura de denuncia ante las injusticias. Y el honor, esa cualidad moral que recuerda permanentemente el deber contraído con la ciudadanía y que está estrechamente ligado a la dignidad de las personas.
Con estos perfiles, los miembros de Protección Civil realizan acciones de colaboración altruista, que van desde el contacto humano, que hizo posible que una mujer que se puso de parto en una procesión fuese acompañada hasta el hospital, hasta la colocación de vallas, la organización del tráfico, o la información puntual sobre farmacias de guardia o recorrido de procesiones, velando siempre por la salud e integridad de todos y todas nosotras. Es la aportación constante de un voluntariado que anima y coordina Ismael Martos Rosillo, hombre de acreditada experiencia, gran capacidad de trabajo y férrea voluntad.
Más allá de la búsqueda de la comodidad, más allá del egoísmo personal y del creciente individualismo, en nuestra ciudad se nos descubre el tesoro de este medio centenar largo de hombres y mujeres involucradas en el cuidado de los demás, regalándonos su tiempo libre, sus mejores ilusiones, sus amplias sonrisas, sus muchos conocimientos y su buen hacer.
Conozco a gran parte del equipo y todos y todas gozan de mi simpatía y admiración sincera. Uno de ellos, Fernando Hernández Rey, tiene la garantía de mi amor incondicional y quiero que sepa lo orgullosa que me siento cuando le veo renunciar al merecido tiempo de descanso que le concede la universidad, para ponerse a disposición de la comunidad realizando servicios de hasta ocho horas diarias. Me emociona verle remangado en ese esfuerzo sin perder su maravillosa sonrisa y su especial sentido del humor que lleva como segunda piel.
Servir en este voluntariado es ejercer entrega de sí mismos sin esperar fruto ni recompensa alguna, pero quienes nos beneficiamos directamente de su esfuerzo debemos mostrar agradecimiento, así que, desde aquí, mi aplauso más sonoro.

Atractivo y varonil. Solo Mujeres




Atractivo y varonil. Solo mujeres.
26 de julio de 2004.

He recibido, por correo electrónico, las quejas de una amable lectora. Me expresa su malestar porque me comprometo a escribir otro día sobre un determinado tema y pasan los meses sin que lo cumpla, hecho que a ella le provoca cierta frustración. Así que reconozco mi culpa y hago propósito de la enmienda.
En el artículo titulado “El placer y el dolor se acuestan en la misma cama”, trataba sobre la prostitución femenina contratada por hombres y terminaba diciendo que la masculina la abordaría en otra ocasión. Vamos a ello.
Como primera consideración hemos de tener en cuenta que la hay de dos tipos. La que se ejerce por hombres, generalmente muy jóvenes a quienes se llama chaperos, para con otros hombres. Y la que es contratada por mujeres, ejercida por hombres a los que se denomina gigolos o boys.
A mí me ha interesado especialmente esta segunda, fundamentalmente por la necesidad de entender cual es el papel que las mujeres desempeñan. Es un fenómeno, que aún siendo poco significativo, va en aumento. En este momento se calcula que de cada cien contactos de prostitución, uno puede ser requerido por una mujer, incluyendo los encuentros heterosexuales y los lésbicos.
La forma de entrar en contacto con los hombres tiene tres caminos. El más frecuente es el anuncio en los periódicos. En Ideal de Granada encontré un buen puñado como por ejemplo: “Alejandro, morenazo, latino, atractivo, varonil, bien dotado, superculo, cuerpo atlético, discreción. Solo mujeres”, y un número de teléfono móvil al que llamar. Otro camino es el de los locales públicos de espectáculos:“Streptease masculino, despedidas de solteras, fiestas, clases de baile”. Finalmente están las agencias: “Internacionalmente reconocida agencia de contactos tiene plazas disponibles para colaboradores en España, para acompañar señoras adineradas. Altos ingresos. Buscamos hombres de todo tipo y edad”.
Conseguí entrevistar al representante de una agencia que trabaja en Granada, previamente le había informado de que los datos que me proporcionase se harían públicos. Era un hombre maduro, de voz perfectamente modulada, bien vestido y elegante en sus gestos, respondió amablemente a todas mis preguntas e incluso me enseñó lo que él llamó un “Book”, y yo un álbum de fotos. En él pude ver las fotografías artísticas, realizadas en estudio, de cerca de cincuenta hombres. Todos con el torso desnudo, pectorales perfectamente definidos y sin atisbo de vello (señal inequívoca de un doloroso proceso de depilación), cuerpos trabajados y relucientes, y sonrisas de anuncio de dentífrico. En el muestrario no había gordos ni calvos. Eran de las edades más variadas, incluso un cincuentón con el pelo cano, pero con un cuerpo bronceado que no tenía nada que envidiar a los más jovencitos. Según pasaba las páginas, el representante me iba dando explicaciones de cuales eran las características del hombre: nombre, altura, peso, edad, habilidades y prestaciones, y el precio de los servicios. La agencia garantizaba el perfecto estado de salud de todos ellos.
Confieso que lo más sorprendente fueron las tarifas que eran prohibitivas, o al menos a mí me lo parecieron. El servicio de acompañamiento eran trescientos euros. La cena y la entrada a los espectáculos corrían por cuenta de la clienta, al igual que los gastos de vestuario si este debía ser de gala. Había que sumar otros doscientos euros si el chico pasaba la noche con ella y demandaba servicios sexuales. El hotel se carga en la cuenta de la parte contratante.
El perfil de la clienta es el de una mujer de cuarenta años en adelante; con buen nivel educativo, generalmente con estudios universitarios; alto poder adquisitivo; que sabe lo que quiere y paga por tenerlo; que no desea enfrentarse a complicadas relaciones sentimentales; culta y exquisita en el trato; y que no suele repetir con un hombre para evitar posibles dependencias afectivas.
El perfil del prostituto, palabra que por otra parte ellos odian porque lo asocian al sórdido mundo de los burdeles y las calles, es el de un joven estudiante universitario, necesitado de ingresos extra, le gustan las mujeres y el lujo que ellas le proporcionan, cuida su cuerpo en el gimnasio, sabe bailar, conoce el cuerpo de las mujeres y les proporciona el placer físico por el que ellas están dispuestas a pagar.
Es la información que puedo condensar en las columnas asignadas, y queda saldada una deuda.

Estatira:una morronga de Angora










Estatira: una morronga de Angora.
18-05-2005


Siempre que puedo, me gusta acercarme a la biblioteca pública de Guadix. La persona que la tiene a su cuidado es Luis Muriel, un caballero culto, sosegado y de trato agradable, que recibe mis demandas con atención y les da respuesta con prontitud, lo que le agradezco de corazón. Compartimos una particular devoción por los viejos periódicos de la ciudad y deseamos ver terminado el proyecto de restauración de “El Accitano” y su posterior digitalización para que, de esta manera, sea accesible a cualquier persona interesada por las cosas del viejo Guadix. Me dijo que ya se ha iniciado el proceso de “cirugía reparadora” de las ajadas páginas que firmaran Requena Espinar y su entusiasta equipo de redactores. Y que se ha puesto en marcha el tratamiento de “Acci”, aquel periódico que nació mediado el siglo veinte y que dirigió con éxito Fandila Sánchez Leyva asistido por Juan Ruiz Ferrón como subdirector.
Me senté cerca de un balcón. Contemplaba el pésimo estado en que se encuentran el antiguo asilo, la iglesia de San Francisco y la casa contigua a la fachada del templo. Pensaba que es lamentable permitir que zonas cargadas de historia se caigan a fuerza de dejadez y abandono. Mis reflexiones se vieron interrumpidas por una escena que hacía muchos años que no alegraba mis ojos. Un enorme gato pardo hizo aparición sobre los tejados, no se de donde salió, pero sí lo vi andar por ellos con distinción, elegancia y esa parsimonia que tanto les caracteriza. Buscó un rayo de sol e inició una particular sesión de acicalamiento. Poco después la dio por terminada, se puso a cuatro patas, se movió como el bailarín Nacho Duato momento antes de salir a escena, y comenzó, de nuevo, su majestuoso caminar, de un ágil brinco se colocó en el campanario y por allí lo perdí de vista. Teniendo en cuenta el estado del barrio, debe andar por su cuarta vida.
¿Cómo se llamaría? Recordé que el escritor inglés T.S. Elliot en “El libro de los gatos habilidosos del viejo Possum” dice que todos tienen tres nombres. El primero es aquel con el que lo nombramos a diario; el segundo es más especial para permitirle alzar su rabo vertical, atusarse los bigotes y mantenerse altivo; y el tercero lo elige él, nunca te lo confesará, es inefable e inescrutable. A mi hermano Willy le encantan los gatos, siempre ha tenido uno o varios y él añade que el nombre al que responden todos los mininos domésticos es el que pronuncia la puerta del frigorífico al abrirse, no hay micifuz que no se presente en la cocina cuando escucha esta llamada.
Recordé con especial cariño aquella preciosa morronga de Angora a la que llamó Estatira. Cuando debía realizar algún viaje largo me la dejaba. Era una gata independiente que enseguida tomaba posesión de mi casa y se paseaba por ella con su felino poderío. Tenia una pelambrera sedosa, larga y brillante y si me veía con el cepillo en la mano se acercaba para que se lo pasase suavemente, incluso se colocaba panza arriba para que no quedase ninguna zona por peinar y en ese momento ronroneaba. Tenía unos bellísimos ojos del color de las almendras dulces de mirada profunda y serena, en ocasiones se subía a mi regazo y nos quedábamos un buen rato mirándonos la una a la otra. De noche yo cerraba la puerta del dormitorio, y al momento estaba allí, pasaba su patita por la puerta, como queriendo llamar, hasta conseguir que la dejase pasar, entonces se acurrucaba en la alfombra, a los pies de la cama, y ya no había zapaquilda.
Intenté imaginar con qué gato de los que describe Elliot coincidiría el carácter del habitante del campanario de San Francisco. ¿Sería el temible Gruñetigre, el plomazo Ram Tam Tagger, el funámbulo Rampelzape, el sabio Deuteronomio, el prestidigitador Mr. Mistoffelees, el criminal Macávity, el pirata Morgan o el vividor Bástofer Jons?
Ya en casa busqué el precioso libro de poemas de Elliot, recordé la agradable velada que disfrutamos viendo la función del musical “Cats” en Madrid, y la que parecía una triste y lluviosa tarde de mayo se transformó en una deliciosa aventura en mi sillón de madre. Mientras pensaba en lo mucho que nos parecemos los seres humanos a los gatos, sentí la tentación de asomarme al balcón y maullar a la luna, pero me contuve.

martes, 25 de marzo de 2008

La calumnia lame mansamente mis pies














La calumnia lame mansamente mis pies.

5.4.2004

Suelo aprovechar las vacaciones, días festivos y paros forzosos para leer los libros que amontono en las esquinas en espera de uno de estos momentos. Combino estas experiencias tan agradables con largas tumbadas en mi sofá de madre, en esos instantes pongo música, cierro los ojos y consigo los más alucinantes estados de libertad personal.
Hay una autora que esperaba en un rincón y que al fin he descubierto. Se trata de una almeriense que nació avanzado el siglo XIX. Recibió la educación que se ofrecía a las jóvenes burguesas, pero lo hizo con aprovechamiento obteniendo el título de maestra. En la memoria que presentó para las oposiciones de profesora agregada en Escuela Normal escribió: “Ellas son las que educan el tierno corazón de sus hijos y las que influyen con su ejemplo y sus consejos en las decisiones de su esposo, por lo que podemos decir que la mujer, desde su modesto hogar, es la que decide la suerte de las naciones”. Es evidente que esta frase se debía a la ingenuidad de sus pocos años y a la interiorización del discurso de los pensadores krausistas que creían que la regeneración social dependía de las mujeres, por ser ellas las que forman e informan el corazón y el pensamiento de hijos e hijas, porque son capaces, fuertes, dulces, sabias y aman tanto el hogar como el mundo. El error de los krausistas, y de nuestra autora, fue subestimar el poder de la sociedad patriarcal, que sí dispone del poder y los medios para perpetuarse. Es una evidencia que si las mujeres tuviesen la posibilidad de situarse en el mundo a través del libre pensamiento, el mundo sería otro.
Llega a ejercer como maestra en Guadalajara y en varias ocasiones reflexiona sobre lo insufrible que sería este oficio si ella no consiguiera “adornarlo de azul” de introducir en la docencia los ensueños. Quería despertar en sus alumnas las ansias de libertad, sacarlas del oscurantismo, iniciarlas en el amor al arte, ayudarlas a superar con alegría las indigestas explicaciones de los problemas de álgebra.
Era una enamorada de los viajes hasta el punto de afirmar: “Si yo fuera rica no tendría casa. Una maleta grande y a viajar siempre”. En este sentido lamentaba que el progreso hubiese traído el ferrocarril “en lugar de las cómodas escobas sobre las que cruzaban el aire nuestras respetables abuelas”
Cuando Ramón Gómez de la Serna le pidió que escribiese una autobiografía dijo que dentro de ella vivían varios yo: “de hombres, de mujeres, chiquillos... viejos... les dejo que venza el que más pueda, y haga cada uno lo que le dé la gana...!todos son buenas personas!”, que tenían en común el deseo de sentir profundamente la vida.
Era una mujer libre e independiente que decía siempre lo sentía y le parecía oportuno. Odiaba la hipocresía y en más de una ocasión se mostró orgullosa de que se discutieran sus ideas, le daba igual que fuese a favor o en contra. Fue una provocadora social y escribió: “La calumnia se estrella a mis pies lamiéndolos mansamente como el agua del mar a las rocas inquebrantables”.
Descubre el periodismo como un eje vital en sus intereses. Sus colaboraciones en distintos periódicos y revistas serán firmados con seudónimos como Colombine, Gabriel de Luisa y Perico el de los Palotes. Fue la primera mujer española que formó parte de la redacción fija de un periódico en 1903 y la primera corresponsal de guerra (en la de África de 1909). Desde estas tribunas inició campañas a favor del divorcio, el voto femenino, por la defensa de la causa judía, por la consideración social de la infancia, por los derechos de la mujer y por la abolición de la pena de muerte.
Militó de forma comprometida en el Partido Radical Socialista y habría sido diputada, por sufragio universal incluyendo el voto femenino por el que tanto luchó, si su generoso corazón no se hubiese roto de improviso.
Fue una mujer que no conoció límites, que se comprometió con el tiempo que le tocó vivir, que nos aportó un legado importante producto del estudio, de la reflexión y la experimentación, y que fue capaz de abrir caminos de esperanza para que transitaran generaciones de mujeres.
Disfrutarás como no imaginas leyendo cualquiera de los cuentos de Carmen de Burgos y te parecerá increíble haber podido vivir sin conocerla.

Tu mano me sacó a escena por primera vez







Tu mano me sacó a escena por primera vez.
18 de septiembre de 2007.

Quieres que te cuente la razón por la que esa calle, que une de manera transversal la dedicada a Maria Zambrano con la que recuerda a Pedro de Mendoza, lleva el nombre de Margarita Xirgu.
Son varios los motivos por los que el Ayuntamiento de Guadix tomó la decisión de que esta extraordinaria actriz, nacida en Molins de Rei en julio de 1888, fuese homenajeada y recordada por la ciudad. Una de ellas es que su nombre está escrito con letras de oro en la historia del teatro mundial, siendo de las privilegiadas que recibió los dones de las musas Melpómene y Talía. Estrenó obras de los autores de teatro más importantes del país: Rusiñol, Machado, Unamuno, Casona, Alberti… Pero también de importantes autores extranjeros como Oscar Wilde o Albert Camus. Este último, que sería premio Nobel, la adoraba y cuando la dictadura de Perón la sancionó, en 1945, por la puesta en escena de una de sus obras,“El malentendido”, le escribe una carta“… quiero expresarle mi solidaridad y hacerle saber que para dar una expresión a la misma, me he negado a ir oficialmente a la Argentina y dar las conferencias previstas. Siento mucho que esta circunstancia me prive del placer de saludarla, pero si mi viaje a Brasil se realiza, trataré de llegarme hasta Buenos Aires, a titulo privado, para reunirme con ustedes, mis amigos. Mientras tanto le expreso, querida señora, mis respetuosos sentimientos y mi admiración”
Otra razón fue su ejemplar trayectoria vital y profesional. Margarita era hija de un matrimonio obrero que pasaba muchas necesidades, pero que no se resignaba ante esa situación. Su padre era sindicalista, republicano y autodidacta, un convencido de que la cultura debía ser el vínculo primordial del progreso social, por lo que reunía en su casa a compañeros de trabajo para leerles textos de Zola o de Galdós. Participaba en el Ateneo popular con un grupo teatro aficionado. En ese entorno Margarita recita sus primeros versos sobre la mesa del comedor y lee octavillas subversivas del movimiento obrero, consiguiendo los primeros aplausos. Con doce años, siendo aprendiza en un taller de pasamanería, le proponen interpretar la criada en “Don Álvaro o la fuerza del sino”, pese a las duras jornadas laborales y las muchas horas de ensayo, sin apenas tiempo para el sueño, ella recordará esos años como los más felices de su vida. Fue el primer contacto con la sería su profesión. En 1906 estrena el drama “Teresa Raquin” de Zola en la ciudad Condal y un crítico de La Vanguardia profetiza: “Barcelona cuenta desde anoche con una primera actriz indiscutible”. Se inicia así su brillante carrera. En 1936 deberá exiliarse, pero este gran golpe no la destruye. Inicia en distintos países americanos una labor pedagógica sin precedentes fundando Escuelas de Arte Dramático, organizando seminarios, conferencias, representaciones y ofreciendo a su alumnado la recompensa de pisar las tablas por primera vez, de su mano.
Esta fue quizá la razón que más pesó sobre mí a la hora de proponerla, porque a otro que tomó de su mano fue a García Lorca. De hecho Antonina Rodrigo define a Margarita como la actriz lorquiana y asegura que ellos constituyeron el ideal del binomio actriz-autor. Lorca vio en ella “a quien rompe la monotonía de las candilejas con aires renovadores y arroja puñados de fuego y jarros de agua fría a los públicos adormecidos por normas apolilladas”. Se conocieron en el verano de 1926 en el madrileño hotel Ritz. Ese día recibió Margarita el manuscrito de “Mariana Pineda” que se estrenaría el 24 de junio de 1927 en el barcelonés teatro Goya. Su colaboración sería continua desde entonces. Para la Xirgu escribió Federico “Yerma”, un drama íntimo que gira sobre el ansia de maternidad que la Madre Naturaleza se niega a complacer y que teje la tragedia en la angustiosa obsesión por la esterilidad. Se estrenó en Barcelona en 1934 y el público puesto en pie aplaudía negándose a abandonar el escenario. Federico salió a escena, dedicó palabras de elogio a Margarita y cuando al fin cayó el telón cogió las manos de ella y besándolas repetidamente decía: “Tu mano me sacó a escena por primera vez… Tú me diste la mano entonces y sigues dándomela”. Ninguno de los dos podía imaginar que sería la última vez que Lorca subiría a un escenario. Cuando dos años después lo asesinan, Margarita está en Méjico y al recibir la noticia hace un juramento: ¡! Federico, continuaremos juntos!! Y así fue hasta que ella falleció en Uruguay en 1969.




lunes, 24 de marzo de 2008

Basta ya de "popes imprescindibles"



Basta ya de “popes imprescindibles”

17 de marzo de 2008.

Esta semana he dispuesto de un tiempo precioso, que me ha permitido disfrutar del sol en la placeta de la cueva; relajar los ojos del ajetreo de la ciudad, contemplando los perfiles que conforman el Cerro de la Bala, el Cerro de la Escalera y Sierra Nevada, que hacía honor a su nombre. Mi sangre bullía con la llegada de la primavera, anunciada en los diversos tonos malva del romero, los lirios y la lavanda; la savia de las plantas tambien, bastaba mirar los lilos cuajados de yemas y las freesias llenitas de espigas.
He ojeando los resultados de la elecciones en Guadix y quiero compartir algunas de mis reflexiones contigo.
Debemos saber que votamos en 31 mesas electorales. Que fueron requeridas para formar parte de estas, presidiéndolas o en vocalías, 196 personas con el encargo de garantizar la normalidad democrática. A ellas se sumaron las personas que ejercieron como interventoras de los partidos; las designadas como apoderadas por las candidaturas; el funcionariado que se convertía en agentes gubernativos para trasladar datos al gobierno; quienes formaban parte de los cuerpos de seguridad; así como quienes prestaron servicios voluntarios en Cruz Roja y Protección Civil. No faltaron quienes encuestaban al electorado a la salida de los colegios, ni profesionales de los medios de comunicación que cubrían atentamente la jornada. En definitiva todo un despliegue de la ciudadanía convocada a la Fiesta de la Democracia.
Anotemos algunas curiosidades. Al Congreso el PSOE consiguió 5.753 votos, el PP 4.710, e IU 332. De 15.486 personas con derecho a voto, lo hicieron 11.167 (71,46%), tanto en las Generales como en las Autonómicas. El índice de participación más alto lo obtuvo la mesa A del Instituto Padre Poveda con el 80,34 %, y el más bajo se dio en la mesa A del Centro de Servicios Sociales de Fuente Megías, con un 41,69%.
El mejor resultado en porcentaje lo obtuvo el PSOE en esta última mesa con un 75,23% (243 votos), lógicamente también aquí el PP tuvo sus peores resultados con solo 18,26% (59 votos). Este partido logra su mejor porcentaje en la mesa de la calle Benavides, 58,35% (227). El PSOE consigue más votos en la Barriada de Andalucía 288, y el PP en el instituto Padre Poveda 228. Donde menos votos obtienen ambos, debido a los reducido del censo, es en Belerda, socialistas 88 y populares 30.
Para IU la debacle fue en Hernan Valle 0%; obtiene el mejor porcentaje en la mesa B del colegio Medina Olmos 4,86% (20), y en votos en la Estación, 21.
Es inevitable, en un somero análisis de resultados, compararlos con los obtenidos en las municipales del año pasado. En las actuales ha mejorado la participación en más de 800 personas. El Partido Popular pierde 249 votos, e Izquierda Unida 385, mientras el PSOE gana 1.547. Si aplicamos la cuenta de la vieja, que es poco científica pero muy intuitiva, podemos asegurar que en las municipales un considerable voto socialista se quedó en casa.
He escuchado a responsables locales del partido declarar que ahora han entendido el mensaje. Después cuentan en algunos corrillos que se han mejorado los resultados porque el grupo municipal está realizando un trabajo brillante. Si la primera afirmación me tranquilizaba, la segunda me dejó atónita. ¿Nadie ha leído los resultados de las elecciones al Parlamento Andaluz, a las que se presentaban dos miembros del actual grupo municipal socialista?¿El hecho de que en el mismo acto 461 personas dejaran de votar al PSOE en la andaluzas, no indica nada?¿No se ha barajado la posibilidad de soltar el lastre que para el grupo municipal socialista supone dejarse asesorar por antiguos ediles del partido que se caracterizan por actitudes intolerantes, poco abiertos al dialogo y con estilos nocivos?¿En serio, nadie ha valora que cuando la ciudadanía castigó a las dos formaciones de izquierda, sin otorgarles siquiera el beneficio de la duda, es porque se sabía que un pacto entre ellas era inevitable, y así volverían los “no queridos”?
Para el socialismo accitano es posible recuperar el terreno perdido y dar la vuelta al marcador. Pero para ello algunos de los salvapatrias que se consideran “popes imprescindibles” deben pasar definitivamente a la vida civil y de paso ganarse el pan trabajando. Tenemos gran hartazgo de quienes se meten en tejemanejes para que les den carguillos, o de palmeros para obtener prebendas. De quienes creen que todo el mundo esta dispuesto a venderse porque ellos están decididos a comprar. Y sobre todo de quienes tienen escrito en la frente: Quien no está conmigo, está contra mí. Estas actitudes no deben tener cabida en la izquierda.

viernes, 14 de marzo de 2008

Esto sí es un cuerpo




Esto sí es un cuerpo.

13-03-2008
Cuentan los indios Sipai de Brasil, que hubo un tiempo en el que un buitre revoloteaba por su aldea con un tizón encendido entre sus garras, burlándose del héroe Kumafari y su pueblo, porque no sabían hacer fuego. El héroe, indignado por aquella provocación, propuso hacerse con el tizón de fuego.
Observaba que el buitre se posaba en un árbol, dejaba el tizón entre las horquillas de las ramas y después bajaba al suelo a comer carroña. Kumafari hizo varios intentos para apoderarse del fuego, incluso llegó a hacerse el muerto, pero el buitre terminaba por descubrir la trampa. Un día Kumafari se acostó en el suelo, extendió y hundió sus brazos en la tierra, que se convirtieron en dos arbustos y sus dedos en ramas. El buitre pensó que estaba muerto de veras. Entonces se posó sobre él, sin sospechar que dejaba el tizón en la mismísima mano del héroe. En un segundo, el hombre cerró la mano, se levantó de un salto y huyó con el fuego. Indignado el buitre gritó que era una vergüenza que no supieran hacer fuego, cuando solo tenían que poner al sol palos de uruks y hacerlos girar uno sobre otro. Kumafari sonrió, no solo tenía el tizón sino que también le fue revelado el secreto del fuego. Desde entonces los Sipai han tenido fuego cuando lo han necesitado
En mitos como este iba pensando cuando me dirigía al Parque de Bomberos de Guadix, el pasado sábado. Habíamos recibido la invitación para participar en los actos organizados para celebrar el día de su Patrón, que no es otro que San Juan de Dios.
Allí me encontré con Miguel Tauste, y recordamos aquellos años en los que, siendo los dos concejales del Ayuntamiento, él estaba verdaderamente decidido a materializar su sueño de tener un cuerpo de bomberos profesionales para la ciudad. Fue un proceso duro y lleno de obstáculos, pero cuando mirábamos a nuestro alrededor y veíamos los camiones, el edificio, a los hombres uniformados… sonreíamos al pensar que no somos muy concientes de que muchos de nuestros sueños se han hecho realidad.
El día era espléndido, un sol radiante, temperatura agradable, unas impresionantes vistas de la ciudad y de la sierra cubierta de nieve, y la alegría de la celebración en los rostros de la mucha gente de Guadix que hasta allí se había desplazado.
Hubo misa en la zona de cocheras y el oficiante hizo en su sermón una ruta por los lugares del santo patrón, hasta explicarnos que a él se encomiendan los bomberos porque cuando estaba ardiendo el Hospital Real de Granada en el que él se dedicaba a cuidar enfermos, no pudo resistir la idea de que hicieran explotar las instalaciones (con los enfermos dentro) para apagar el fuego, así que se puso manos a la obra y los fue sacando uno a uno con gran riesgo de su vida.
Es cierto que el fuego forma parte de nuestras vidas, contribuyendo a nuestro bienestar, pero también amenaza nuestros bienes y hasta la propia vida. Y esa fascinación que produce el mirarlo, lo ha convertido en compañero inseparable en nuestro progreso y tambien en nuestra destrucción. Por eso hemos tratado de dominarlo, integrándolo en la civilización, y por supuesto nos hemos equipado para protegernos de sus efectos devastadores.
Las pantallas de cine se llenan de héroes que hacen realidad esa lucha constante contra el fuego: Fahrenheit 451, ¡Al fuego, bomberos!, El coloso en llamas, Fuego intencionado, Brigada 49, Os declaro marido y marido, y por supuesto Llamaradas.
Cierra los ojos, intenta escuchar la maravillosa banda sonora de esta última película, que es obra del compositor Hans Zimmer, y cuando ya esté sonando, como lo hacía en el parque de bomberos, podrás ver pasar los rostros de los hombres que velan por nuestra seguridad, no solo cuando hay fuego, también cuando se producen accidentes, o inundaciones, o terremotos. Ante ti aparecerán los caballeros vestidos de azul y con cascos resplandecientes y reconocerás los rostros de Miguel Ángel Puertas, Jorge Ramiro Rayo, José Marcos, Torcuato Tapia, Francisco Hidalgo, Manuel Plaza , José Molina, Antonio López, Miguel Pérez García, y de mi queridísimo Javier Fornieles al que he visto crecer hasta alcanzar sus sueños.
La jornada era, por otra parte, el Día de la Mujer, y quiero hacer un homenaje personal a la única bombera que tenemos, Loly Hernández González, una profesional desde las botas hasta el casco, a la que espero ver de nuevo vestida de uniforme y trabajando en la formación de nuestros escolares para prevenir riesgos.
De los espectáculos musicales que nos regalaron los bomberos, de los bailes al ritmo de Nueve Semanas y Media, no te voy a contar nada, porque fueron solo para quienes allí estuvimos. ¡Eso si que eran cuerpos!.

En el nombre de la Madre






En el nombre de la Madre .

3. 3.2008

Hoy busco respuesta a una pregunta que me ronda desde hace algún tiempo. ¿Cuál es el nombre más común de las mujeres de Guadix?
No ha sido sencillo hallar la respuesta, pero sí he verificado una intuición: la fuente de inspiración de los padres y madres para elegir el nombre de su descendencia se encuentra en la tradición de la iglesia católica.
Y sin lugar a dudas el nombre más utilizado es el de la Madre, es decir “María” acompañado por otro en primer o segundo lugar, configura la primera categoría en la que tienen cabida la cuarta parte de la población femenina de Acci, en torno a 2.500. Si bien es cierto que la sexta parte son, simplemente, María.
El dogma de la Inmaculada fe proclamado por Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus:“...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente….. está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..." El dogma declara que desde que fue concebida en el vientre de su madre Ana, es “la llena de gracia y purísima” Por tanto Inmaculada, Concepción, Concha, Conchita, Gracia y Pura se llaman casi 300 paisanas. Y al nombre de su madre contestamos 500 mujeres, en las modalidades de Ana o Ana María.
Las advocaciones marianas son también una importante fuente de inspiración a la hora de buscar: Aranzazu, Begoña, Auxiliadora, Socorro, Consolación, Fátima, Lourdes, Guadalupe, Loreto, Milagros, Pilar, Montserrat, Almudena, Candelaria, Rocío, Pastora, Macarena son parte del muestrario. La palma se la lleva Carmen con más de 600.
Lo curioso es que se puede realizar un segundo gran bloque de nombres que se agrupan, como no podía ser de otra manera en una sociedad tan influida por la iglesia católica, en torno a los misterios del “Rosario” (nombre que, por cierto, lo llevan cerca de 200 accitanas). Los misterios son los pasos de la vida, pasión y muerte de Jesucristo, en la que desempeña un importante papel la Virgen. Vamos a empezar por los gozosos, cuatro de ellos son la Anunciación a María, la Visitación de esta a su prima Isabel, el Nacimiento de Jesús y la Presentación de este en el templo. Ya has reconocido nombres como Anunciación, Visitación, Natividad o Presentación. En honor a José encontramos las Josefa, Mª José y Pepa que suman casi 400. Isabel recoge un par de centenares de adeptas. Y los Ángeles son recordados 230 señoras. Pero nos falta un nombre importante que tienen cerca de 600 de nuestras paisanas y que se inspira en el preciso momento en que “el Espíritu Santo desciende sobre María y el poder del Altísimo la cubre con su sombra” es la Encarnación, cuando el Verbo se hace carne en el seno de una virgen.
Pasemos a los dolorosos: la oración en el huerto, la flagelación, la coronación de espinas, Jesús cargado con la cruz y su muerte. En este proceso es acompañado muy de cerca por una madre que sufre de forma inhumana y así aparecen dos nombres: Angustias que suma alrededor de tres centenas y Dolores con su diminutivo Lola que son medio millar.
Llegamos a los misterios gloriosos, la Resurrección y la Ascensión de Jesús, el Tránsito y la Asunción de María al cielo, y su coronación. Estos misterios nos colocan frente a las virtudes teologales, que disponen a los católicos a vivir en relación con la Trinidad, y caracterizan el moral obrar de las personas creyentes, son Fe, Esperanza y Caridad. Pocas mujeres se llaman Resurrección, alguna más Ascensión y Asunción y la única Tránsito que conocíamos, murió hace poco, en este grupo habrá en torno a medio centenar de guadijeñas. Trinidad, Virtudes, Fe, Esperanza y Caridad no llegan a la centena.
Los misterios luminosos, que incorporó Juan Pablo II en 2002, inspiran nombres como Luz e Iluminada.
En toda nuestra provincia de cada mil mujeres, casi 75 son Carmen o Maricarmen, algo más de 40 son María, 36 Dolores o Mariadolores o Lola, y les siguen Josefa, Manuela, Mari José, Ana, Isabel, Mari Ángeles y Rosario. Curiosamente las niñas nacidas antes de 1920 se llamaban: María, Carmen, Encarnación, Dolores, Antonia, Josefa, Francisca, Concepción, Ana e Isabel. Desde el año 2000 se llaman: María, Lucía, Laura, Paula, Marta, Andrea, Carmen, Alba, Ana y Cristina.

sábado, 8 de marzo de 2008

La Condesa de Pardo-Bazán




La Condesa de Pardo-Bazán.

8 de agosto de 2007.

Desde hace años escribo mi colaboración en este espacio, llamado “La Tribuna”, hoy quiero compartir contigo que su origen se debe al titulo de la novela de una extraordinaria mujer, coruñesa, que nació mediado el siglo XIX y que para mí es un modelo.
Te presento a doña Emilia Pardo Bazán, escritora que heredó el liberalismo de su padre, don José, y el carácter abierto, emprendedor e independiente de su madre, doña Amalia de la Rúa. Su infancia fue un paseo entre bibliotecas, desde que en una casa en la que pasaba las vacaciones encontrase una Biblia y el Quijote, desde entonces leyó sin descanso, hasta que consiguió la formación autodidacta que quería, ya que en la sociedad de aquel momento el binomio mujer y educación se integraba mal.
Su afición por la escritura es temprana, siendo niña, arrojaba desde el balcón papelitos con versos patrióticos a los soldados que volvían de África.
Más adelante se dedicará al periodismo escribiendo sin cesar desde 1876 hasta su muerte; fue la primera corresponsal en el extranjero concretamente en las ciudades de Roma y París; fundó y dirigió el “Nuevo Teatro Crítico”; recogió en “La cuestión palpitante” los artículos que publicó en “La Época”, sobre estética naturalista, lo que, dicho sea de paso, le costó el divorcio; y reunió sus grandes artículos feministas de “La España Moderna” en “La Mujer Española”, acaso el libro más importante y menos conocido del feminismo español. Conquistó, en fin, un lugar de honor en nuestras letras y supuso en la sociedad de la Restauración un terremoto permanente.
Todo lo hizo a pesar de ser mujer, sin dejar de ser mujer y reivindicando su condición de mujer. Doña Emilia fue un ejemplo de lo que significaba la igualdad de los sexos en libertad. Le costó muchos sinsabores, pero tuvo la categoría de no quejarse jamás.
En “La Tribuna” (1882) supo reflejar los años inmediatos a la Revolución de 1868, en una ciudad que llama Marineda (en la que perfectamente se reconoce La Coruña) y es el testimonio de la vida de las gentes trabajadoras, especialmente las operarias de la fábrica de tabaco cercana al puerto. Con ella logra la perfección dentro de la estética naturalista. Coloca en la escena a una mujer obrera, la cigarrera y revolucionaria Amparo (la tribuna), un personaje moderno, delicado y complejo, arrollador y con estilo. Un alegato feminista con el que da en el centro de la diana.
Este verano, por fin, he conseguido visitar su Casa-Museo, que es además sede de la Academia de las Letras Gallegas. Debo reconocer que me sentí emocionada rodeada por sus muebles, los retratos de sus dos hijas y de su hijo, del de sus padres, sus abuelos, sus platos, sus libros, sus fotografías...
Conversé con la conservadora para interesarme por si en la biblioteca había algún libro de Pedro Antonio de Alarcón dedicado a ella pero no hubo suerte, a pesar de que Emilia escribió su biografía, que pude incorporar hace diez años a mi colección de libros. Le pregunté también por si se conservaba alguna correspondencia entre ellos, y me dijo que cuando las hijas legaron el patrimonio de doña Emilia para honrar su memoria, no se encontraron cartas, es ahora que se han ido adquiriendo algunas, me proporcionó el inventario, pero no había ninguna de Alarcón. Ella preguntó a qué se debía este interés, cuando lo normal es que la gente pregunte por su relación amorosa con Galdós, y le comenté que don Pedro Antonio era natural de Guadix, la ciudad en la que vivo, y sorprendentemente ella estalló en risa, confesándome que había tenido un novio de nuestra ciudad, y es que el mundo es un pañuelo. Dejé su casa, que cuando la condesa la habitó era un verdadero centro cultural. Bajando las escaleras pensaba que doña Emilia debió ser la primera Académica de la Lengua, pero lo impidieron las resistencias machistas y las envidias femeniles. Si unos detestaban que se metiera en cosas de hombres, las otras le envidiaban su fama y su libertad como mujer. Dicen que murió el 12 de mayo de 1921, pero para mí sigue viva en cada libro, y sus ideas son una fuente a la que acudo periódicamente a calmar mi sed.
Quizá el Ayuntamiento de Guadix podría invitar a alguna de sus biógrafas, por ejemplo a Marina Mayoral, al aula Abentofail, para que nos acercase más al pensamiento innovador de esta genial escritora y a su relación con Pedro Antonio de Alarcón.

Tía Micaela













Tía Micaela.

3.7.07

Hace unas semanas te contaba la expedición que organizamos para visitar la cueva fortaleza de Sin Salida, como he recibido varios correos solicitando que de más información sobre este tipo de patrimonio, hoy voy hablarte de otro castillo medieval excavado en arcilla.
La posición de la cueva-fortaleza Tía Micaela, nos la señaló el arqueólogo Antonio López y fue Juan Hidalgo quien nos guió hasta ella por primera vez. Se sitúa en un pequeño cerro de las estribaciones del cordón de bad-lands que separa la Rambla de la Almagara y la Rambla Cauzón, al borde de la vega de Cortes. Se accede desde el camino rural que conecta Cortes con la autovía A-92, tomando un camino de servicio de la vega que conduce al Pago de Los Perrompes.
Antes de visitarla habíamos leído los trabajos publicados por Maryelle Bertrand, arquitecta y arqueóloga francesa , en diferentes números del Anuario Arqueológico de Andalucía, que edita la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, porque ella es una autoridad en esta materia. Afortunadamente para esta comarca, la alcaldesa de Beas, Isabel Romero, la ha incorporado a su equipo de trabajo para poner en valor las cuevas medievales del municipio.
Nos sorprendió de Tía Micaela sus dimensiones enormes, en relación con las demás cuevas medievales. Y que dispusiese de tres niveles muy especializados: albacara para el ganado; vivienda refugio temporal y reducto fortificado. De la misma manera que nos preguntábamos quienes habrían sido los maestros del pico que consiguieron desarrollar una estructura tan elaborada y que difícilmente pasaran a formar parte de las listas de grandes arquitectos de la antigüedad. Sí sabemos que la cueva fue excavada a finales del siglo X, principios del XI, probablemente por poblaciones de origen norteafricano, porque hay estructuras muy parecidas en Túnez y Marruecos. Y también sabemos que presenta una reocupación en épocas almohade y nazarí, siendo abandonada definitivamente a finales del siglo XVI.
El acceso a la cueva estaba, y está, protegido por un pozo localizado en el mismo umbral, de hecho la primera vez que visité Tía Micaela, con ropa y calzado inadecuado no pude salvar este obstáculo, pero como las personas cobardes (las que abandonan a la primera dificultad) se pierden lo mejor de este mundo, decidí volver a intentarlo, y lo conseguí gracias a que mi hijo Fernando me acompañó cargando con una escalera. Comprobé que este castillo troglodítico garantizaba su seguridad con un matacán que dominaba la entrada, y como en la cueva Sin Salida, una rueda de molino debió cerrar de forma casi hermética el conjunto.
Con el corazón palpitando a gran velocidad, no sé si por la emoción, el esfuerzo o el asma, inicie mi particular expedición al corazón de esta estructura. Se desarrolla en tres niveles, el primero consta de cuatro grandes salas y dos habitaciones pequeñas. En ellas se observan la presencia de pesebres, elementos para atar el ganado, nichos de soporte de candiles y creemos que una gatera. Hay que tener mucho cuidado al entrar, primero porque está oscuro y más al contraste con la luminosidad del exterior, lo que hace necesario el uso de linternas, y segundo porque en este primer nivel, en las salas de la izquierda hay dos grandes pozos excavados que debieron de tener la función de granero y eventualmente de mazmorras. No pude resistir la tentación de asomarme a ellos, no sin antes escuchar a Pepe Jiménez que me advirtió de no estar dispuesto a sacarme de allí con las piernas rotas.
Al segundo nivel se accede mediante una empinada escalera en recodo, labrada en la arcilla, que debió protegerse por diversos sistemas de cierre móviles, lo que se constata por las marcas en los paramentos verticales. Aquí encontramos el matacán y arranca un pequeño túnel que conduce al último reducto, protegido a su vez por una buharda. Vimos varias pequeñas habitaciones y un nuevo tramo de escaleras que da acceso al puesto de vigilancia. Desde cualquiera de las ventanas de Tía Micaela la vista recibe el regalo de un paisaje extraordinariamente bello, que contemplado en estos momentos de paz y seguridad, nos hace difícil comprender aquellos tiempos en los que se guerreaba en cada esquina.
La cueva Tía Micaela presenta un buen estado de conservación general aunque el segundo nivel ha perdido parte de la fachada.
Es evidente que no hay que desplazarse a ningún país africano, ni visitar la Capadocia en Turquía para regalarle a nuestro cerebro y a nuestro corazón una lección de historia y de arquitectura medieval troglodítica.


Sin Salida




Sin Salida.

12 de junio de 2007.

Me apasionan las cuevas, es algo que no puedo evitar desde que tomé contacto con ellas, allá por los años ochenta del siglo pasado. Bien es verdad que aquellas que conocí, y en las que tanto trabajé, apenas se reconocen en las de hoy, afortunadamente. Y digo esto porque a pesar de que se están cometiendo verdaderas herejías en su tratamiento, también es verdad que sigue siendo una realidad viva porque han sabido adaptarse a los nuevos tiempos.
Siendo consciente del enorme legado patrimonial que para nuestra comarca supone este extraordinario hábitat a lo largo de la historia, es por lo que hoy quiero compartir contigo lo que para mí ha sido un descubrimiento. Me refiero al magníficos ejemplo de cueva fortaleza que se encuentra en el término municipal de Cortes y Graena: Sin Salida.
Ni que decir tiene que no he desaprovechado el ofrecimiento de nuestro compañero Pepe Jiménez para guiarnos hasta ella. ¿Quién iba a decir que un economista jienense fuese la brújula que nos guiase en una experiencia tan intensa?
La cueva Sin Salida se localiza a un kilómetro, aproximadamente, de Lopera, en el fondo de un barranco de paredes abruptas al que se llega siguiendo la rambla de Potreras, que cuando tiene agua enriquece al río Fardes, y fue precisamente en este punto en el que dejamos los coches. Caminamos por el cauce de la ramblilla que poco a poco se fue estrechando y cubriendo de vegetación. La abandonamos, y pisamos entonces fincas de almendros, hasta que el terreno comenzó a inclinarse de tal forma que en algunos momentos costaba trabajo encontrar una base en la que colocar la bota con seguridad. Tras una penosa subida, al menos para mí, que estoy bastante tocada por la alergia este año, llegamos al acantilado en el que se encuentra la fortaleza.
La arqueóloga Maryelle Bertrand, que se dedica al estudio y documentación de diferentes aspectos de nuestra comarca, desde hace más de veinte años, sostiene que es de la época almohade, de finales del siglo XII y principios del XIII, que fue construida por tribus ganaderas y guerreras, probablemente procedentes del norte del Sahara. Serían estas gentes las que trajeran consigo esta peculiar forma de vivienda troglodítica de marcado carácter defensivo.
La cueva se distribuye en cuatro niveles. Accedimos a ella por el tercero, y nos encontramos en una amplia habitación con los techos negros por efecto del humo. Hace funciones de distribuidor para tres habitaciones independientes de buen tamaño en las que se ven soportes para candiles, muescas para encastrar mobiliario y puertas, soportes para banquetas plegables…. Casi en el centro de esta habitación, entre dos de las puertas, hay escavada una oquedad en el techo, y en ella se descubren grandes escalones que conducen al último nivel. Pepe nos había advertido que para poder subir necesitaríamos una escaleras, y las teníamos, porque mi hijo Fernando había tenido el valor de cargar con ellas, por lo que pudimos comprobar que había una pequeña habitación que debió ser el puesto de vigilancia. Otra vez abajo, dimos con otros escalones que nos condujeron al primer nivel que se corresponde con la entrada original, por la que no se puede pasar porque está sobreelevada tres metros respecto del talud con el acantilado, aunque sí pudimos asomarnos al barranco desde el hueco de la puerta. Aquí nos sorprendió comprobar lo bien conservada que están las estructuras, por ejemplo el espacio en el que se instalaba la piedra corredera que precintaba el recinto, y que eran como una enorme rueda. Vimos otros empinados escalones por los que pudimos entrar a una pequeña habitación, como un cuerpo de guardia, en el que vimos una tronera orientada a defender la puerta de entrada. Y desde ella comprobamos la existencia de una buharda y un matacán. La primera es una pieza esencial para la defensa de una fortaleza, se trata de un hueco a través del cual se puede observar desde arriba a quien se acerca. El matacán es un voladizo colocado sobre el acceso por el que se defiende la plaza arrojando piedras o liquido caliente sobre los atacantes. Nosotros en vez de apedrearnos no hicimos unas fotografías muy divertidas, tenías que ver la cara de Ana Oset, o la de Fernando o la de Tati, son un poema medieval.
No tengo la menor duda de que se debería proteger por la administración, hacer algunas intervenciones de consolidación, instalar elementos de seguridad como barandillas en las puertas y permitir que las personas enamoradas de la historia de la comarca la visiten y valoren como se merece.