martes, 31 de marzo de 2009

Colegio de Abogados en Guadix




Colegio de Abogados en Guadix.
20 de Marzo de 2007.


Buscando información sobre el ejercicio profesional, como abogado, de José Requena Espinar, me vi envuelta en datos diversos y dispersos sobre la vida judicial de Guadix, y hoy decido poner un poco de orden en ellos.
No sabemos gran cosa de la actividad que tuvo nuestro partido judicial en el siglo XIX, aunque Pascual Madoz, publicó una estadística correspondiente a 1843. En ese momento se componía de 39 pueblos y 32.505 personas. Ese año fueron acusados 137 individuos: 12 resultaron absueltos de la instancia, 22 libremente, penados presentes 93, contumaces 10, reincidentes en el mismo delito 3, y en otro diferente 8. Respecto a sus edades 25 tenían entre 10 y 20 años, 92 entre 20 y 40, y 13 de 40 en adelante. Solo tres eran mujeres. La mayoría eran solteros, solo 34 estaban casados. En relación a su nivel de instrucción se nos dice que 63 sabían leer y escribir y 47 analfabetos. Ejercían profesiones científicas o artes liberales 47 de ellos y 69 se dedicaban a las artes mecánicas. Pero también se nos informa que la recogida de datos no era rigurosa porque de 27 acusados no se conocen educación, estado o profesión y de siete no consta edad.
Estos antecedentes y el hecho de que la ley del Poder Judicial de 1870 preveía la posibilidad de crear colegios profesionales de abogados, aparte de en los partidos que tuviesen Audiencia, que no era el caso de Guadix, en aquellos donde 20 abogados ejercieran la profesión, y nuestra ciudad los tenía, hicieron viable el proyecto. Algunos de ellos eran hombres muy populares como Antonio Joaquín Afán de Ribera, Maximiano Labella González o el personaje que me interesa, José Requena Espinar.
El 9 de mayo de 1894 se reúne la Junta General de los abogados que promueven el colegio, en la Sala de Sesiones del Ayuntamiento, presidiendo la sesión el letrado más antiguo, el señor Requena Espinar, y como Secretario el abogado más moderno, puesto que recayó en Antonio Carrasco Martínez. En ella se creaba la organización colegial. Un punto importante fue la aprobación de los recursos económicos con los que financiarla. Así concretaron varios aspectos como que la cuota de ingreso de los abogados constituyentes sería de 25 pesetas; para los que se adhirieran en el futuro sería de 50; 3 pesetas por sellos de bastanteo; o 5 pesetas por cada certificación emitida por el Secretario con el visto bueno de Decano. Se acordó también comprar los libros de actas y otro material de funcionamiento. Requena cerró la sesión no sin antes convocar la siguiente que tendría lugar tres días después a las siete de la tarde, para elegir la Junta de Gobierno.
El 12 de mayo se reunieron, además de los abogados constituyentes, otros letrados muy conocidos, entre los que destacan Víctor Rafael de la Oliva, Perfecto Porcel y Carlos Gámez, esta segunda sesión también es presidida por Requena. Es en el periódico de su propiedad del día 20 de mayo, donde se nos informa de como quedó constituida la primera Junta de Gobierno: Decano, el que fue magistrado y presidente de sala de audiencia territorial, ya jubilado, José María Casas y Miranda; Diputado Primero se eligió a José María García-Varela Torres, conocido porque había sido concejal, miembro de la directiva de diferentes entidades, redactor jefe del periódico y director cuando falleció su propietario; Diputado Segundo fue Antonio Ruiz Valero, que en esos momentos era Teniente de Alcalde en el Ayuntamiento de Guadix; como Tesorero eligieron a Juan Gámez Molero; y finalmente como Secretario Contador se nombró a Francisco Peralta Gámez. También se acordó constituir una comisión para la redacción del Reglamento particular, a la que se incorpora toda la Junta de Gobierno y los colegiales Andrés Aguilera y Jesús Miranda Muñoz. En total formaban el colegio 29 abogados.
Lo que no he conseguido saber es cuanto tiempo duró, aunque imagino que no demasiado.
Hoy tenemos un partido judicial con 32 pueblos; dos juzgados de Primera Instancia al frente de los cuales se encuentran las Ilustrísimas señoras Ana Belén Vico Serrano y Mercedes Ortiz Vaquero y como secretarias Angustias Machado y Maria del Mar Sánchez; una delegación del Colegio de Abogados de Granada con sede en los juzgados, al frente del cual está el letrado Ricardo López Olea; y el numero de abogados ronda la treintena, con la particularidad de que un tercio son abogadas. Quizá sea la presencia de mujeres en este mundo, que era tan masculino en el XIX, el cambio más importante a estudiar.

Requena Espinar y "La Cuerda" granadina.


Requena Espinar y "La Cuerda" granadina.
19 de Septiembre de 2006.

Quiero compartir algunas reflexiones que intentan buscar respuesta a la pregunta ¿Cuál fue la relación del director de "El Accitano", José Requena Espinar (1929-1907) con la "La Cuerda" granadina?.
La Cuerda era una desenfadada sociedad literaria y artística del postromanticismo, sin normas, sin lugar fijo de reunión, que congregaba a jóvenes que pretendían ganar fama en cualquier rama de las artes. Existió durante cuatro años (1850- 1854) y en ese tiempo sus componentes se convirtieron en los árbitros de la cultura de la capital granadina.
Proviene su nombre de las grandes cuerdas formadas por ciudadanos liberales, que represaliados, eran enviados por los gobiernos conservadores a las posesiones españolas de Fernando Poo. Les bautizaron así al verles entrar en una función de teatro, que ya había comenzado, cogidos unos a los otros para no perderse en la oscuridad, y haciendo más ruido del que recomiendan las normas de cortesía.
A cada uno de sus miembros se le denominaba "nudo", y no todos eran de Granada capital, porque a esta ciudad llegaban jóvenes procedentes de otros lugares, unas veces para realizar estudios en la Universidad o porque era su destino al pertenecer al ejercito o la administración.
Dado que los periódicos de la época eran importantes generadores de opinión, parte de estos jóvenes eran buscados para que escribieran en ellos sus artículos, fundamentalmente porque eran individuos agradablemente polémicos que sabían captar la atención de la ciudad, y siempre tenían algo que decir sobre teatro, pintura, música, literatura y política. Los más osados los dirigieron como "La Constancia" llevado por la mano de Rafael Contreras; "Fray Chirimiqui" que era responsabilidad de Manuel de Palacio, o "El Eco de Occidente" al frente del cual se encontraba Pedro Antonio de Alarcón, y en el que colaboró asiduamente Requena Espinar desde que se fundara en Cádiz.
Gracias a que Alarcón fue miembro destacado de esta sociedad, ha llegado a ser tan conocida y recordada. A nuestro paisano le bautizaron como "nudo Alcofre".
Quizás por la fuerte personalidad de su paisano y compañero de fatigas Perico, que era capaz de eclipsar a cualquiera; o por querer pasar desapercibido para que no le echaran en cara ser un niño rico; o por su timidez; o finalmente por un cierto pudor personal, es cierto que distintos trabajos consultados no mencionan a Requena como parte de La Cuerda, aunque en el estudio más serio que se conserva sobre la misma, el de José Cascales, su nombre aparece en varias ocasiones.
José Requena recuerda en "El Accitano" a sus compañeros. Así en febrero de 1892 hace referencia al fallecimiento del farmacéutico Pablo Jiménez Torres, "nudo Velones", debido a los dos enormes que adornaban su botica granadina, y entre otras cosas dice: "nosotros desde niños aprendimos a leer y escribir en el mismo colegio, en el del inolvidable Miguel Urbina, calle de la Cárcel Baja, frente al convento del Ángel". Unos meses después, escribe "Una lágrima" en recuerdo de José Salvador de Salvador, "nudo La palissade", poeta y asiduo participante en los festejos líricos del Corpus Christi:"con quien compartí redacción en el "Eco de Occidente" y reuniones en el Liceo de Granada cuando esta institución dictaba reglas poéticas a las más cultas sociedades".
Francisco de Paula Valladar, cronista de la Provincia de Granada y director de la revista ilustrada "La Alhambra", en la que Requena colaboraba, escribía en Mayo de 1907 en "El Accitano",: "Uno tras otro, van cayendo, en la tierra, los hombres de quienes hemos aprendido a estudiar, a amar las artes y las letras, a respetar los monumentos, las personas y las instituciones sociales de ahora y de otros tiempos. Requena Espinar, es de lo últimos que la muerte había respetado. Para mí, a pesar de que no viviera él en Granada, representaba el recuerdo de todos aquellos hombres ilustres del Liceo primitivo de la calle de la Duquesa, a quienes él conoció cuando era niño; los de la famosa Cuerda Granadina; los del segundo Liceo de Santo Domingo…"
Es el joven accitano Jesús García-Varela López-Argüeta, participante en las improvisadas tertulias que se formaban alrededor de Requena en los bancos de piedra del Paseo de la Catedral, quien sentencia en su artículo "Cosas que pasaron", firmado el 27 de abril de 1907:"Su vida preñada de aventuras, era curiosísima para los aficionados a las letras, por haber sido uno de los nudos que formaron la tan celebrada Cuerda Granadina". Según este aventajado discípulo, Requena recordaba: "Hace poco murió Manuel del Palacio, de los últimos nudos de La Cuerda; recientemente, Afán de Ribera; Francisco Javier Cobos, me dicen está muy viejo; el día menos pensado…".
Tendremos que seguir investigando.

domingo, 29 de marzo de 2009

Leyendas de Sulayr y otros cuentos remotos.





Leyendas de Sulayr y otros cuentos remotos.
24.02.2009


El cuento es una disciplina que exige a quienes trabajan en él una intensa dedicación y un largo aprendizaje. Necesita la concentración de esfuerzos, en un marco muy determinado por el espacio y el tiempo. En la capacidad para sugerir un mundo completo desde la austeridad de medios y la síntesis expresiva, está su gracia y su misterio. De la misma manera que la orfebrería no es el primer paso para la arquitectura, el cuento no es un ejercicio previo de quienes crearán novelas. Escribir un cuento tiene algo de imposible, algo de prodigio, algo de magia. Por eso los libro de cuentos son baúles llenos de disfraces, de máquinas del tiempo… En un rato, quienes los leemos, vemos pasar ante nuestros ojos una multitud de argumentos, de paisajes, de personajes y de perspectivas… Nos ofrece ventanas en el tiempo, un hueco de asombro y reflexión por donde mirar entre los barrotes de las horas programadas. Porque tras cada página nos espera otra mirada, otro mundo…
Esto es lo que he encontrado en el nuevo libro "Leyendas de Sulayr y otros cuentos remotos" de Carmen y Dora Hernández Montalbán.
La portada es obra de Pepe Raya, pintor de extraordinaria sensibilidad, que ha plasmado el ambiente que se respira en alguno de los cuentos, inspirándose en la foto que hizo una noche de acampada en la Alpujarra. En esta sierra nuestra que los árabes llamaban montaña del sol "Sulayr" La Luna jugaba al escondite entre las nubes, había fuego de campamento, el lugar y el momento ideal para contar cuentos y leyendas.
Nos propusimos en el acto de presentación realizar una breve genealogía de mujeres cuentistas, a pesar de que quienes escriben antologías sigan haciéndolas invisibles. Así hablamos de la personalidad y la obra de mujeres inteligentes, comprometidas, y cuentistas, que decidimos tomar como modelos: Emilia Pardo Bazán, Carmen de Burgos, María Teresa León, Carmen Martín Gaite, Soledad Puértolas y Pilar Mañas Lahoz. Y mencionamos a otras muchas que hoy escriben y publican: Esther Tusquets, Ana María Navales, Elena Santiago, Cristina Fernández Cubas, Rosa Montero, Marina Mayoral, Laura Freixas, Paloma Díaz –Mas, Mari Luz Escribano Pueu, Ayes Tortosa, Cristina Gálvez, Cristina García Morales, Pepa Merlo, Elena Sanjuanbenito, Cristina Monteoliva… Y por supuesto de las autoras de estas leyendas.
Dora es Licenciada en Arte Dramático por la Escuela Superior de Córdoba, y continuó su formación realizando estudios de Dirección e Interpretación en Madrid, en el prestigioso Laboratorio de William Layton. Es un verdadero placer escucharle una historia, porque lo hace con su cuerpo, con sus sentimientos y con su inteligencia. Tiene el tacto desarrollado y le gusta practicar sintiendo el roce suave y cálido de otra piel. Premia su paladar con deliciosas fresas rojas que cubre con nata, como si una nevada cayese sobre ellas. Y es que el blanco le gusta especialmente, sobre todo si se viste con forma de nardo o de flor de almendro. Es el aroma de la canela el que le inspira porque, en el fondo, le proporciona seguridad y le hace retornar al hogar, a los postres que endulzan la vida. De este ser tan especial han nacido los cuentos "La Hija de la Hechicera" y "El último guerrero de Tartesos".
Carmen Hernández Montalbán es Licenciada en Documentación y Diplomada en Biblioteconomía por Universidad de Granada, por eso no debe extrañarnos que sea un libro el objeto que fija su atención, y que disfrute entre legajos y documentos de otros tiempos donde descubre historias vividas. Piensa que el amor es el más sublime de los sentimientos, pero también es consciente de que junto a él camina su sombra, hecha de melancolía, añoranza, despecho y olvido. La vida es para vivirla con plenitud, por eso detesta la injusticia y la hipocresía, un lastre insoportable para la libertad. Disfruta con los atardeceres anaranjados de Guadix, un amanecer junto al mar, el blanco de las rosas y la policromía de las margaritas. Le seduce el tacto de la arcilla que la conecta con la esencia de sus raíces. Su ser encuentra paz en el suave canto de los pájaros, que entran en delicado vuelo por sus oídos y se posa con placidez en su alma. Así es la autora de los cuentos "La Fuente de Maese Pedro", "Un mensaje remoto" y "Viaje iniciático de Colón".
Te invito a leerlos, cuando los termines te sentirás como dice la cuentista Graciela Baquero: con la sensación de que alguien ha metido sus dedos en el lugar exacto… en ese lugar donde la emoción nos vuelve tan poderosas, tan frágiles… Allí, donde las palabras tocan y curan.

jueves, 26 de marzo de 2009

Poderoso caballero Don Dinero.




Poderoso caballero Don Dinero.
5 de diciembre de 2006.


Liceo es la denominación de algunos centros de enseñanza y asociaciones literarias que simultanean esta actividad con otras de tipo lúdico, y todo esto nos lo proporcionó el pasado viernes la institución que así se denomina en la ciudad de Guadix.
La primera cita la teníamos en el salón de actos para la presentación del último libro del profesor Francisco Hernández Cruz. Y la segunda en el restaurante de la planta baja, que regenta Julio García de los Reyes, en la que se entregaba el V Premio Internacional de Relatos "Ron y Miel".
Paco Hernández tuvo la amabilidad de invitarme a conocer su última obra, y hoy quiero agradecérselo. Paco es un hombre al que tengo en gran estima desde que lo conocí siendo coordinador de Medios y Recursos Didácticos en el Centro de Enseñanza del Profesorado, y a su lado siempre aprendo, porque es una mente privilegiada, con una gran curiosidad intelectual, al que además apasiona la música clásica, y no le importa compartir su sabiduría con quienes lo ignoramos casi todo.
Su densa preparación académica, sus amplios conocimientos de la cultura clásica, su incansable capacidad para el trabajo y su férrea voluntad, han dado como fruto un magnífico libro que ha editado la Fundación Caja Rural de Granada. Se titula "Quevedo y don Dinero" y nos permite acercarnos de una forma amena y muy didáctica a este personaje verdaderamente relevante de nuestra literatura. Nuestro autor hace una descripción de la sociedad de aquel tiempo analizando diferentes aspectos, que mira a través de un filtro poderoso, el dinero.
Don Francisco de Quevedo y Villegas es definido como un ser fundamentalmente contradictorio: en su moral; en su manera de entender la amistad o la cultura; en la forma de interpretar el mundo que le rodea… y ese es su atractivo, el que le mantiene vivo y vigente en nuestros días. Era una persona de lengua y pluma afilada, que maneja con gran habilidad, y ambas las desenvainaba sin recato para batallar dialécticamente con políticos, escritores u obispos. Pagó por ello con su libertad en múltiples ocasiones, pero no por eso le doblegaron. Y teniendo como tiene muchos valores, tiene para mi un gran defecto, que no justificaré ni siquiera por el contexto social u cultural que le tocó vivir: era un misógino. Y es de agradecer que Paco de fe de ello sin tapujos.
Me gustaría destacar el original diseño de la portada, realizada por Miguel Ángel Gómez Mateos, un resumen gráfico del contenido del libro, en ella reproduce un antiguo billete de cincuenta pesetas y unas monedas, su contemplación es el anuncio de unas horas de agradable lectura.
Alimentado el intelecto, se imponía satisfacer el hambre del cuerpo, y para eso teníamos que cambiar de planta. Como cada año, la Asociación Cultural Habana, nos convoca a quienes hemos participado en los comités de lectura, a una cena, que dicho sea de paso pagamos a escote, ya que esta entidad sufre los males económicos de todas las asociaciones. A pesar de ello sigue ahí "erre que erre" proporcionándonos el regalo de un nuevo libro de relatos. Luis Asenjo ejerció de maestro de ceremonias, animándonos, a las cuarenta personas que acudimos, a mantener la fidelidad a este proyecto que distingue a nuestra ciudad. Mientras abríamos el apetito con aperitivos y una ensalada de canónigos, pudimos charlar con el ganador del premio, Juan Carlos Pérez López, un jienense afincado en Sevilla, que ya está acostumbrado a recibir galardones. Le gusta escribir y me contaba que muchas de las ideas de las que nacen sus relatos se las proporcionan las clientas habituales de su peluquería, ya que cuentan anécdotas tan curiosas que darles forma escrita se convierte para él en una necesidad. Mientras esperábamos los magníficos platos de bacalao, felicitamos a la escritora que ha obtenido el segundo accésit por su relato "Vivir dos vidas", Lourdes Bordajandi, que confesó que era su primera incursión en el mundo de las letras, y se encontraba feliz de haber conectado con los lectores y lectoras. Y a la espera para degustar una macedonia de frutas, pudimos saludar al joven Rafael Pleguezuelos que firmó el relato "Lengua negra" con el que ha quedado finalista, supimos que entre otras muchas cosas es crítico literario y columnista del periódico "Granada Hoy". Mari Ángeles Lázaro y Thomas Jakel, que también estuvieron presentes, han realizado desinteresadamente, como siempre, una bella y nueva versión del galardón. En el libro que recoge estos relatos, también podrás encontrar los titulados "Aquella mujer soñada", "La cruz", "Un perro afgano" y "Como una señorita". La velada terminó con un chupito de la bebida que da nombre al certamen Ron-Miel y el deseo de encontrarnos el próximo año.

Vuelo rasante y doble tirabuzón.



VUELO RASANTE Y DOBLE TIRABUZÓN.
16 de junio de 2003

Acababa de pasar por un examen y decidí concederme la tarde libre. Solo aspiraba a descansar, relajarme para recobrar el equilibrio y comenzar un nuevo asalto. Cerré las ventanas del salón, bajé las persianas hasta conseguir media luz, encendí el aire acondicionado y lo regulé para poner la habitación a veinticuatro grados (en la calle el termómetro marcaba treinta y siete). Mientras la temperatura bajaba como yo deseaba, fui a la cocina, puse agua a hervir, corté en rodajas un limón, saqué del congelador una bolsa con cubitos de hielo y los eché en una jarra. Lavé mi tetera con un poco de agua caliente y deposité en ella unas cucharadas de té. Vertí el agua sobre él y tapé la tetera con un paño. Pasados unos minutos colé el té en la jarra, añadí unas cucharadas de azúcar, el limón y revolví con energía. Saqué uno de los vasos largos que tengo congelados, puse todo en una bandeja y volví al salón. Cogí el mando a distancia del televisor y me repanchingué a lo largo y a lo ancho en mi sofá.
La primera imagen que sale en mi receptor es la de Isabel Pantoja, vestida de rociera con gafas de sol y un cayado en la mano, en la otra lleva cogido por los cinco dedos a un tipo alto, con bigote, la misma medalla de la Virgen del Rocío colgando del cuello y golpeando su pecho como si rezase el "yo pecador". Según me cuenta la voz en off, se trata del alcalde de Marbella y al parecer es el nuevo amor de la tonadillera. Como estos asunto no me interesan, haciendo uso del tremendo poder que me da el artilugio lleno de botones que tengo en mi mano, cambio de canal.
Ahora aparece en pantalla una mesa con forma de luna en cuarto menguante y tras ella, sentados varios hombre y mujeres. Entrevistan a una mujer madura, rubia, de pelo largo, ojos claros y gran escote. Me parece entender que se trata de la mujer del alcalde que he visto antes de la mano de la Pantoja. Está diciendo que es un mal padre, que ya en otras ocasiones se había comido (y cito literalmente) un filete, pero que nunca decidió quedarse con la vaca.
Yo que pretendía relajarme, noto que cada vez hay más tensión en mi cuerpo y en mi cerebro. Utilizo de nuevo mis poderes y cambio de canal. Voy a parar a lo que parece la sala de estar de una casa, allí está una presentadora rubia con una larga cabellera al viento y otro espectacular escote, en los sofás se sientan algunos hombres y mujeres jóvenes y hablan sobre una chica que ha perdido el hijo que esperaba, por culpa de un disgusto que… ¡horror! le ha dado su padre, el alcalde de antes.
No lo soporto y de nuevo hago uso del mando a distancia. ¡Aleluya! ¿Quién diría que me iba a alegrar tanto de encontrar los anuncios publicitarios?
¿Qué es lo que está pasando en este país nuestro para que las televisiones, tanto públicas como privadas, estén en este nivel? ¿Dónde dejamos enterrada nuestra conciencia crítica? ¿Qué nos diferencia de aquella insoportable beata que cotilleaba de todos y todas en el bloque? ¿Por qué los que programan creen que lo que ocurre en la casa de terceros nos interesa tanto? ¿Será verdad que nuestra inteligencia está en los límites de lo considerado aceptable? ¿Qué pasa con nuestra ética? ¿Ya vale todo?
Me pregunto si a las personas que nos gobiernan, no importa desde que ámbito, les interesa que el conjunto de la población alcancemos estos niveles de insensibilidad y brutalidad, para así poder hacer de su capa un sayo, y de la vida social un estercolero.
Definitivamente apagué la televisión puse el disco de Juan Salvador Gaviota, mentalmente inicié un vuelo rasante, cogí altura y probé con un doble tirabuzón. Poco a poco fui recobrando la serenidad y la cordura.


Veo una voz.








Veo una voz.
17 de julio de 2006.

Las personas oyentes y las sordas somos iguales en lo que se refiere a sentimientos, luchas interiores, aspiraciones, sensibilidad… pero también somos diferentes fundamentalmente por nuestra cultura. En Antropología cultural se define la cultura como el conjunto que componen la lengua, costumbres, tradiciones, modelos de comportamiento, modos de vida que socialmente caracterizan a un determinado grupo humano con respecto a otros, y la forma en que es transmitido de generación en generación.
Para aproximarme a una comunidad cultural tan cercana y desconocida he participado, por segundo año consecutivo, en el Curso de Lengua de Signos Española que organiza el Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada en colaboración con el Ayuntamiento, en nuestra ciudad. Sin lugar a dudas ha sido todo un éxito del que tiene buena parte de responsabilidad la siempre eficaz Josefina Tena, verdadera alma mater de la Concejalía de Educación, que en todo momento estuvo atenta a las necesidades del alumnado y profesorado, y que incluso hizo soportable la convivencia del silencio absoluto de nuestras aulas, con el ruido atronador de los ensayos de trompeta.
Mi profesora ha sido la accitana Fátima Valdivia Segura, experta en este idioma y miembro de la Asociación de Personas Sordas de Granada.
En el curso avanzado teníamos encomendada la tarea de recordar dactilología, perfeccionar la expresión corporal, profundizar en la gramática, enriquecer nuestro vocabulario, desarrollar recursos de comunicación visogestual y adentrarnos en el teatro de lengua de signos. Pero fundamentalmente pretendíamos vencer las barreras de comunicación.
Si aprender otro idioma es complejo, con este encontramos otra dificultad añadida, porque es una lengua que no se oye, se ve. La atención que prestamos a la pronunciación y que realizamos agudizando el oído, en esta ocasión exige que miremos con atención; la memoria auditiva con la que recogemos y almacenamos información se debe sustituir por la memoria visual; y todos los aspectos referidos a pronunciación, entonación y acentuación debemos recibirlos mediante una mirada atenta al conjunto de la expresión facial, corporal y la agilidad manual, que así mismo deberemos desarrollar para comunicarnos con fluidez.
Nuestra profesora insistía mucho en que la Lengua de Signos no es mimo, porque en este se utiliza todo el cuerpo y el espacio que le rodea; mientras que en aquella solo se utiliza la parte superior del cuerpo (el enfoque de una locutora de informativos por una cámara de televisión) y no precisa de movimientos en el espacio. Está compuesta por una serie de signos cuya combinación permite expresar todo tipo de significados, y aunque existe un alfabeto dactilológico que se corresponde con el alfabeto escrito, solo se usa de forma muy limitada, y casi siempre por quienes nos aproximamos a la lengua desconociendo todo su vocabulario. Nos dejó claro que no es una lengua universal, cada país tiene la suya, e incluso en España es distinta según los territorios.
El primer ejercicio que se hicimos fue asignar a cada persona una seña propia que la identifique, por pura economía de lenguaje, deletrear el nombre con el que nos registraron civilmente es engorroso y lleva mucho tiempo, por eso se procede al Bautizo de Lengua de Signos. Se suele elegir la seña teniendo en cuenta algún rasgo físico (la mía hace referencia al lunar de la mejilla derecha), el carácter (llorona, sonriente), algún adorno que se use de forma continuada, la forma de vestir, la traducción del nombre propio o el apellido a la lengua de signos (Nieves, Ríos), las aficiones, el lugar de procedencia…. Pero siempre debe gustar a la persona que lo recibe que debe sentirse cómoda con él. A partir de ese momento solo nos dirigiremos unas a otros llamándonos por nuestro nuevo nombre.
Son muchas las barreras de comunicación que se están derribando gracias a las nuevas tecnologías, por ejemplo la utilización de los mensajes de los teléfonos móviles, para lo que no es preciso utilizar la voz ni el oído; o las conexiones al Messenger, un sistema de mensajería instantánea por Internet, que permite una conversación escrita en tiempo real con quince personas simultáneamente con solo seleccionar a aquellas con la que se quiere hablar en cada momento. Pero son más las que se mantienen por ejemplos en los cines, los teatros, las televisiones… ya que apenas hay programación subtitulada para hacerla accesible a todo el mundo, de hecho la 1 de Televisión Española subtitula diez horas a la semana, mientras que la tele británica tiene treinta y cinco, y la noruega cincuenta.
Me gustaría que te aproximaras al mundo de las personas sordas e hicieras el enriquecedor ejercicio de ver en las manos de una persona sorda una dulce y melodiosa voz.

Victorias fugaces como una carcajada,






Victorias fugaces como una carcajada.
15 de agosto de 2006.


Pocas localidades españolas, y menos andaluzas, tienen la fortuna de poder presumir de tener dos figuras del atletismo en el equipo nacional que nos ha representado en el Campeonato de Europa, desarrollado en la ciudad sueca de Göteborg. Dos grandes marchadores accitanos, el laureado Francisco Fernández que compitió en 20 kilómetros y Alejandro Cambil que lo hizo en 50. Esto dice mucho del extraordinario trabajo realizado por Manuel Alcalde, que ya en su momento fue Diploma Olímpico en la ciudad estadounidense de Los Ángeles.
Pero también tiene un inconveniente y es que al tener dos importantísimos deportistas de élite, los triunfos de uno eclipsen los grandes méritos de otro.
Desgraciadamente Cambil no pudo terminar la competición en la que participaba. Las duras condiciones meteorológicas, con intenso frío y una copiosa y desagradable lluvia, hicieron que se colocara en la espalda de Alejandro el fantasma de un pinzamiento. Este espectro le acompañó desde el kilómetro 15, y a pesar de que nuestro atleta se mantuvo fuerte y confiado, marchando sin un solo aviso de los jueces, el intruso apretó más y más hasta hacerle verdadero daño, provocándole un dolor que le obligó a abandonar la prueba en el kilómetro 38. En ese momento ocupaba la decimosexta posición y hubiese obtenido una buena clasificación de haber podido continuar.
Este hecho no desmerece en absoluto la brillante carrera deportiva de Alejandro Cambil. Que tomase la salida en tan importante prueba, con los colores nacionales en su camiseta y el dorsal 233, ya era un éxito, porque hasta allí solo llegaron los mejores, quienes habían obtenido trofeos, reconocimientos y aplausos con anterioridad.
Es muy posible que en estos momentos no vea recompensados sus enormes esfuerzos y sacrificios, pero yo sé que es un hombre hecho y derecho, de los que se crecen en lo que para otros es un fracaso. Porque él, como Benedetti, sabe que en la vida hay dos materias imprescindibles que son: el abecedario, en el que están las iniciales de todo lo que existe o existió, y la derrota, en la se encuentra el aprendizaje más sólido, más franco y más humano. Las victorias son fugaces como una carcajada, no dejan huellas en el corazón, ni le cambian el ritmo al parpadeo. La derrota es un desafió que nos muestra nuestras debilidades y nuestros puntos más frágiles, esta enseñanza no nos sale gratis, es bastante cara, y como la sufrimos, nunca la olvidamos. Por eso de derrota en derrota somos mejores personas.
Alejandro está hecho de la mejor materia prima: constancia, espíritu de sacrificio, optimismo, coraje y pundonor. Por eso sé que esta experiencia es la antesala de nuevos triunfos que la comarca accitana celebrará con él como se merece. Desde aquí mi abrazo más cordial.
Hay otro asunto que no quiero tratar, este fin de semana se celebran las fiestas de la Ermita Nueva. Sus organizadores han echado el resto en su preparación, colocando en nuestras manos su programa que es todo un documento sociológico, porque con solo leerlo podríamos hacernos una idea de las relaciones sociales y económicas mayoritarias de la ciudad. No pierdas el tiempo y hazte con uno, ya me contarás.
Por otro lado vuelven a traer a la palestra el eterno debate sobre la construcción en Guadix de una plaza de toros. Cuando digo eterno no exagero, porque de eso estamos hablando desde el siglo XVI. En ese tiempo, y en torno al mes de Mayo, se organizaban corridas, las más documentadas tienen que ver con el Patrón de la ciudad, especialmente las de 1593 y 1603 coincidiendo con traslados de reliquias de San Torcuato desde Celanova; y otra en 1740 para recaudar fondos con objeto de reparar la ermita y la capilla en Face Retama. Las plazas se montaban unas veces en una explanada existente ante la Puerta de San Torcuato, otras bajo la Barbacana, pero sobre todo en la Plaza de Corregidores. En 1928 un empresario aficionado levantó una modesta plaza próxima a la actual Medina Olmos, detrás de los locales que ocupa la Óptica Lis, que fue destruida durante la guerra. Simultáneamente el gobierno municipal de la II República se planteó construir una para garantizar jornales para los obreros durante el invierno, pero se optó por dedicar el dinero y los esfuerzos a la construcción de la carretera que uniría nuestra ciudad con Jerez del Marquesado. Se volvió a plantear el tema en los años sesenta del siglo XX de la mano del empresario taurino Miranda Dávalos, pero quedó en agua de borrajas. Desde entonces nos hemos conformado con las portátiles que se montan cerca de la Estación de Autobuses y últimamente en la explanada del Colmenar.




domingo, 22 de marzo de 2009

Surcos de sangre en las mejillas de una madre.





Surcos de sangre en las mejillas de una madre.
17 de marzo de 2009


A lo largo de mi vida profesional, he asistido a las formas de dolor más inhumano que se puede imaginar. He visto a una joven madre clavarse las uñas de las manos en las mejillas hasta hacerse surcos de sangre, presa de la desesperación más absoluta, al conocer el diagnóstico dado en el hospital a su hijo de 18 meses: atrofia muscular espinal. Su marido y ella eran portadores de un gen anormal, había una posibilidad de cada cuatro de que su descendencencia padeciese la enfermedad, y le tocó al primero. Silla de ruedas, problemas respiratorios, atragantamientos constantes… tremendo para una madre. La siguiente vez que la ví, su marido se había largado, no podía soportarlo. Volví a encontrarmela seis años después, estaba envejecida, ya no había brillo en su mirada. Me dijo: solo espero vivir los sufieciente para poder enterrar a mi hijo, porque si muero antes ¿quién le querrá? No preguntó quién le cuidará, que lo harían en alguna institución, su preocupación era quién lo amaría.
He recordado muchas situaciones parecidas durante este fin de semana. Creo que el detonante ha sido la noticia de que el niño sevillano que sufría de anemia congénita severa, una enfermedad hereditaria conocida como "beta-talasemia major" que le obliga a someterse a constantes transfusiones sanguíneas, y que estaba condenado a una mala y corta vida, por fin está curado. Ha sido gracias a las celulas del cordón umbilical de su hermano, que nació el pasado doce de octubre mediante técnicas de fecundación in vitro y de diagnóstico genético preimplantacional.
Se han conseguido varias cosas: evitar que el primogénito tenga que padecer una enfermedad y someterse a continuos tratamientos; evitar el sufrimiento, a veces insoportable, de un padre y una madre, que asisten impotentes al deterioro del ser que más quieren en este mundo; y poder tener un hijo largamente deseado pero evitado ante el miedo de que pudiese nacer tambien enfermo.
La posibilidad de comprobar si un embrión es normal o no, desde el punto de vista genético, antes de ser transferido al útero, es un concepto tan esencial para la prevención de enfermedades y para conseguir éxito en una pareja estéril, que sabemos que va a estar cada vez más presente en los centros de reproducción humana.
Un grupo de personas expertas en genetica clínica se encarga de estudiar el caso particular que cada pareja o familia puede presentar. Junto a especialistas en biología genética y biología molecular preparan las estrategias para diagnosticar en los embriones esas enfermedades, bien mediante el estudio de los cromosomas del embrión, bien mediante la detección de mutaciones en los genes que originan enfermedades monogénicas. Entre ellas se encuentran la hemofilia, la distrofia miotónica, la fibrosis quistica, la atrofia muscular espinal, la enfermedad de Huntington, o mutaciones que predisponen el desarrollo de cancer de mamá en el ser que nacerá. Por ahora suman un total de treinta enfermedades. Es decir, estamos avanzando hacia la prevención de enfermedades y cáncer incluso antes de que un embrión implante en el útero.
Además estas técnicas van más allá del diagnóstico de enfermedades. Está demostrado que las mujeres de más de treintaisiete años tienen mayor probabilidad de tener embriones y fetos anormales (cuya manifestación es el aumento de abortos y de criaturas con problemas al nacer). Al retrasarse la edad del primer embarazo, cada vez son más los casos de parejas que acuden a los Centros de Fertilidad habiendo sobrepasado este límite. En estas circunstancias, supone un gran avance disponer del diagnóstico preimplantacional, que permite detectar la normalidad embrionaria en el laboratorio, disminuyendo las posibilidades de anomalías cromosómicas que se encuentran en torno a a sesenta de cada cien. Tambien es util en los casos de aborto de repetición, en estas parejas el porcentaje de embriones anormales es de setenta de cada cien. En estos supuestos, la selección de los embriones puede evitar los abortos.
Con el avance de estas técnicas, cada vez menos madres se clavarán, por impotencia, las uñas en las mejillas; menos madres envejecerán prematuramente asistiendo al sufrimiento sin esperanza de la carne de su carne; menos madres serán abandonadas por pusilánimes maridos incapaces de afrontar su responsabilidad; menos madres desearán vivir un día más que sus hijos para poder cuidarlos hasta su trágico final.
Y cada vez más mujeres se atreverán a ser madres sin sentirse atenazadas por el terror de transmitir a su descendencia una tara genética; más mujeres serán madres cariñosas y responsables después de los cuarenta; más mujeres llevarán a buen término sus embarazos sin sufrir la herida abierta de múltiples abortos.

lunes, 16 de marzo de 2009

Devorando flores de almendro.







Devorando flores de almendro.
8 de noviembre de 2006.

Se me ha proporcionado el inmenso placer de poder presentar el primer poemario de Gracia Gómez Luna. Fue impresionante la cantidad de personas que acudieron a la cita en el Patio del Ayuntamiento, más aún tratándose de un acto cultural que en principio se suponía minoritario, por estar estuvo hasta el Alcalde.
En una decidida apuesta del Ayuntamiento de Guadix para incentivar la creatividad local, Publicaciones Comala, la editorial accitana dirigida por Luis Asenjo, ha realizado una cuidada edición en la que se han mimado los detalles. Su portada es obra de un pintor dotado de extraordinaria sensibilidad, capaz de poner color a los sentimientos con técnica depurada y con ella Socram, nuevamente, le hace un regalo a nuestros ojos y a nuestros corazones. En la contraportada una magnífica fotografía de la autora realizada en el estudio de Torcuato Fandila.
Abrimos el libro y comprobamos que el prólogo está firmado por la más importante autoridad literaria de la ciudad, un académico de las Buenas Letras de Granada, que ocupa el sillón denominado con la letra más característica de nuestro idioma, la Ñ, me refiero a Antonio Enrique. En palabras de la autora él es el responsable de que sintiera "la necesidad de mostrarse inmunizada de esa enfermedad llamada silencio". El desencadenante fue una frase que Antonio le escribió como dedicatoria: Por ese amor suyo a lo que no puede verse. Antonio Enrique dice encontrar en los poemas de Gracia dos rasgos que la definen: una pasmosa sinceridad en todos y cada uno de sus versos, y la pasión que viene en todo momento equilibrada por una delicadeza instintiva.
El título "Devorando flores de almendro", es una forma sencilla de concretar una idea compleja. Las flores de almendro son el bellísimo anuncio de que la primavera está cerca, pero si son arrancadas y engullidas con avidez, quien lo hace no se alimenta, solo consigue privarnos de una promesa de dulce almendra y del delicado nutriente que su contemplación produce en el alma, por tanto los devoradores de flores de almendro no son buena gente, porque solo traen destrucción y sufrimiento. Contra estos malignos que siempre están tan cercanos solo nos queda recurrir a la poesía como escudo protector, esa protección nos la proporciona Gracia en este poemario.
Gracia se presenta como una mujer desnuda, y podemos ver su alma valiente, abierta, que tiene una voz propia y original. Es la constatación de que la poesía puede y debe ser libre, sin formas estrictas pero sin perder la música y el ritmo internos.
La poesía, la literatura en general no tiene sexo. Pero se nota cuando quien escribe es una mujer, porque no puede evitar el sello de lo femenino que enfoca la realidad desde sus intereses. Escriben con toda la mente, con toda el alma y con un cuerpo que tiene sexo.
La poesía de Gracia Gómez Luna está abierta al mundo, a las realidades del día a día; habla de la maravillosa experiencia de ser dadora de vida; de amor y desamor; manifiesta el malestar entre los sexos y propone nuevas maneras de encarar las relaciones mediante la eliminación de los roles y las jerarquías, creando nuevas identidades, fluidas y porosas; enfoca la soledad de forma positiva y la reclama para su desarrollo personal y espacio de su creación; se enfrenta a la nostalgia, a la libertad y a su perdida; reivindica su maravillosa y sorprendente condición de abuela de dos princesas que la hacen crecer por dentro, Carmina y Adriana; suele "mezclar el sobrante de lo vivido con el hambre de vivir y decirlo a todos y a nadie".
Gracia, como muchas mujeres, tiene en su ser siglos de información obtenida de observar un mundo donde las mujeres no han podido participar y en el que si fracasaban no tenían ningún lugar a donde ir. Gracia tiene unos preciosos ojos en los que si te acercas puedes ver su clase, y escuchar un silencio viejo y sabio de mujer eterna, un silencio que posee la clave de todo cuanto el hombre ignora.
Para mí la poesía es el refugio al que acudo cuando me falla el ánimo, donde repongo la confianza, donde me doy una nueva oportunidad. La poesía es un territorio al que voluntariamente me exilio cuando la realidad me asfixia, para respirar profundamente un aire puro que me permita seguir manteniendo relaciones sanas y normalizadas con la realidad. Y Gracia me ha proporcionado una nueva oportunidad para seguir respirando. No dejes de leerla. Ya me contarás.

Cuentos del Guadix sombrío.




Cuentos del Guadix sombrío.
12 de julio de 2006.

En el precioso patio de la casa número 12 de la calle del Duende, que gentilmente compartió con quienes acudieron a la invitación, su propietaria Rosa Martínez Hernández, dimos a conocer el nuevo libro de Luis Asenjo.
Lo primero que hice fue acariciarlo y mirar su portada y contraportada con detenimiento. Me llamó la atención el contraste del blanco y el negro, luego supe que era un anuncio de la rica gama de grises que contenía en su interior. Se presenta con una bella fotografía del archivo de Torcuato Fandila. Es el Liceo Accitano de principios del siglo XX, cuando se ubicaba donde hoy está el Teatro Mira de Amescua. Aquel edificio de tres plantas, semisótano y torreón también tenía un espacio escénico desde el que se ofrecían conferencias, conciertos, zarzuelas y teatro. En la foto se percibe el bullicio de hombres en los balcones engalanándolos por ser una fecha especial, de gentes en la plaza paseando y conversando, y en una de las ventana se descubre a una dama vestida completamente de blanco con la cabeza y el rostro protegidos por una pamela.
Son cinco los cuentos y tienen un común denominador: la muerte. Creo que en estos tiempos en los que desayunamos con muertos en accidentes de trafico; almorzamos en compañía de las víctimas de la no declarada guerra de Irak; merendamos con millones de chiquillos muriendo de hambre; y cenamos con las defunciones producidas por el sida, los cuentos que Luis nos propone son dos bofetadas en nuestras anestesiadas conciencias para que reaccionemos y reflexionemos conscientemente sobre la realidad de que toda vida inexorablemente llega a su fin. La muerte en sus múltiples presentaciones, desde el suicidio hasta el asesinato, se planta ante ti y ante mí, y se niega a que la ignoremos y sigamos dándole la espalda.
Pero al mismo tiempo los cuentos están llenos de belleza. Uno de los maravillosos efectos de la lectura es que puede activar los resortes de la memoria para evidenciar con pruebas cuanto está escrito. Por ejemplo en La Mecedora trabaja la memoria sensorial. Puedes escuchar el canto del gallo, el quejido de los postigos de las ventanas al abrirse, el rumor de los goznes oxidados de un arcón, la copla de las cortinas al retirarse para regalarnos la luz de un nuevo día, el lento caminar de los pies cansados de un hombre anciano. Puedes oler el perfume de las Maderas de Oriente, el penetrante aroma de la mañana debido a las gotas de agua caídas en la madrugada, un traje que destila historias de alcanfor, el delicioso vaho de un tazón de leche con sopas de pan, e incluso los efluvios de la leche agria que despierta emociones contradictorias.
Luis describe bien a las mujeres, especialmente a Laura, una estrella de la escena teatral española que protagoniza Muerte en el Mira de Amescua. Marisa Ruiz, esa dama de la cultura accitana, inasequible al desaliento, trabajadora infatigable, cree que por los camerinos del teatro deambula un fantasma; yo creo que es el de Laura, la señora de vestido blanco y pamela que aparece en la portada: mujer ingenua sin adornos ni atributos especiales, nada más que su talento y una curiosidad exacerbada… serena, afable, culta y generosa.. Sin duda la mejor habitante que un teatro puede desear.
Una última referencia para Anamnesis de un dolor, un cuento que Asenjo ya publicó en el año 2004, pero que ahora aparece revisado. Anamnesis es una palabra que procede del griego y significa recuerdo. Aquí deja traslucir nuevamente nuestro autor su formación universita y su compromiso político haciendo reflexiones como esta: la familia, la unidad que garantiza la perduración en el tiempo de un Sistema donde la rapiña en los sentimientos ha sustituido a la franqueza, el amor es un artículo en desuso, el disimulo es la herramienta cotidiana de convivencia, porque se ha renunciado a unos puntos mínimos para una comunicación sincera.
A mi amigo Luis le dedico unos versos de Whitman: No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continua y tu puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.
El broche de gala de esa noche mágica lo puso la joven pianista accitana Alba Gálvez, que esparció por todo el barrio latino las notas de los compositores Granados y Debussy, al interpretar El amor y la muerte y Jardines bajo la lluvia.

domingo, 15 de marzo de 2009

En la orilla del Río de la Luna.




En la orilla del Río de la Luna.
21 de octubre de 2005.

Tomo prestadas las palabras de un poeta gaditano excepcionalmente sensible, con una voz sugerente y bien modulada que se llama José Lupiañez: "Tu te marchas y, airosa, ya has levantado el vuelo, yo me quedo escondiendo esta herida en mi pecho"
Y así se fue mi amiga y compañera Antonia Lubian Nieto, que el viernes pasado tenía que haber recogido el libro en el que, ya y para siempre, quedará lo mejor de ella, su sonrisa calida y acogedora.
Raquel Jiménez me pidió que pensara la forma de rendirle un póstumo homenaje y decidí realizar un pequeño álbum de fotografías y escribir un breve texto. Sin duda Antonia se merece mucho más, pero mi corazón sigue en carne viva y…
Paso revista a todas las experiencias que hemos vivido juntas. Entonces inexorablemente aparece la dulzura de su rostro, su vitalidad, su fuerza, su alegría, su capacidad de gozar viendo felices a los demás, su compromiso con las causas justas…
La conocí en el Centro de Día de Personas Mayores en el que yo he trabajado y del que ella ha sido muchos años Presidenta de la Junta de Gobierno, fue la primera mujer que se atrevió con un puesto de tanta responsabilidad y tan sujeto a críticas. La señora Lubian sabía, porque era muy sabia, que los momentos compartidos hacen la tristeza más llevadera y por eso continuamente nos invitó a participar en las fiestas con los cinco sentidos. Como las celebraciones son efímeras, ella encontraba la manera de tenernos implicadas en su preparación muchos días, así que continuamente estaba organizando talleres. Si consideraba necesario hacer un nacimiento nuevo para la Navidad, estábamos un mes de preparativos. Al acercarse la Cruz de Mayo ponía al personal a cavilar en el diseño, lo que permitía que la ciudad valorase la belleza de las composiciones y que el Ayuntamiento las premiase. Se preguntaba cómo podría divertirse el colectivo de mayores si la mitad de la gente no sabía bailar sevillanas, entonces dedicaba su tiempo a enseñar a cuantas personas tuvieran interés. Y no se quedaba ahí porque pensaba que era una pena que conociendo la danza no tuviésemos las ropas adecuadas así que, se colgaba las tijeras al cuello, y organizaba un taller de costura del que salían trajes de volantes para todas. Llegaba San Torcuato, había que conseguir que la fiesta del patrón resultase vistosa, pues a rescatar el traje típico de Guadix, y el fandango, y además teníamos que cantarlo y bailarlo. En Corpus Crhisti ella, que era una devota católica, convencía a muchas compañeras para que salieran en la procesión recuperando las mantillas blancas. Y ya que estaban con una prenda tan vistosa y favorecedora ¿por qué no se animaban y salían de camareras cada una en su hermandad? A mi no consiguió meterme por vereda, pero consentí en probarme, todas las dalmáticas que estaba cosiendo, con mucho amor, para la Hermandad de La Virgen de la Esperanza. Entre talleres y fiestas, ella no perdía de vista a "su gente", como solía llamarla, y con una gran intuición detectaba cualquier problema o dificultad y tendía su mano fuerte y segura para sacar a quien lo necesitase del atolladero.
Tenía un alto nivel de compromiso con instituciones de ayuda humanitaria como Cruz Roja. Me contaba que su familia, separada por el horror de la Guerra Civil, fue reagrupada gracias a esta organización. Por eso no escatimaba tiempo y esfuerzo cuando se la requería, y la institución la condecoró por ello.
Por su ánimo constructivo la eligieron para incorporarse a los Consejos de Participación municipales, y contribuyó con su trabajo en el de Bienestar Social y en el de Mujer.
Sé que recibió ofertas de partidos políticos para formar parte de las listas en las elecciones municipales, las declinó amablemente porque entendía que era más necesaria su aportación entre las personas, que como ella, estaban en "la tercera edad".
La echo mucho de menos, me falta su calor, pero tengo una esperanza… Querida Antonia, cuando llegue febrero me vestiré con la suavidad del raso azul cielo, me subiré a los tacones de plata, cubriré mis labios de carmín, adornaré mi cabello con perlas y plumas, colocaré sobre mis hombros las delicadas alas que me permitan salir a buscarte… Y te encontraré, seguro que lo haré… porque tú eres el espíritu del carnaval y me estarás esperando en la orilla del Río de la Luna.

Elenice sueña bajo el almendro en flor.




Elenice sueña bajo el almendro en flor.
26 de abril de 2004.

Mis primeros recuerdos se remontan al tiempo en que era una niña y me levantaba con rapidez de la cama al llegar la mañana. Mi nariz en aquel momento era un radar, y cuando percibía el olor del pan tostado, señalaba la cocina como el punto al que había que llegar de inmediato. Allí estaba mi madre preparando el desayuno. Un gran tazón de leche azucarada y dos enormes rebanadas de pan. Nos sentábamos las dos alrededor de la mesa. Ella tomaba una tostada y la untaba delicadamente con mantequilla, con el mismo mimo que la persona que prepara la tela sobre la que ejecutará el precioso cuadro que ha visualizado en su imaginación. Abría el bote de miel e introducía en él una pequeña cucharilla. Aquel denso y dorado elemento era utilizado por ella para pintar el pan: un caminito, árboles, una casita con tejado, chimenea, humo, ventanas y una puerta siempre abierta. El dibujo no variaba con los días, pero lo que sucedía en la casa cuando entrábamos era diferente cada jornada, y es que con el primer bocado mi madre empezaba a relatarme un cuento. Eran breves narraciones de sucesos fantásticos que, según me ha contado después, solo pretendían que la hora de desayunar fuese divertida. En cualquier caso fue maravilloso.
Pero ella no era la única que me contaba cuentos. En los veranos que pasaba con mi abuela Antonia, ella me sentaba también en la mesa de la cocina y mientras preparaba la comida traía hasta aquella cálida estancia las historias de la bruja piruja. La protagonista era una mujer joven, libre, desenvuelta, sabia y con poderes que solo podían favorecer a las mujeres en apuros. En contra de las brujas tradicionales esta era guapa, en su armario colgaban vestidos blancos que tomaban color de la paleta del arco iris según lo requiriese la ocasión, por lo que era frecuente que saliese de casa vestida de verde y volviese de naranja. Solo coincidía con las de siempre en que tenía una escoba voladora, una bola de cristal, un búho como consejero, y preparaba pociones mágicas. Es sin lugar a dudas que por ellas amo los cuentos: los infantiles y los que no lo son, los de reír y los de llorar, los de discurrir y los de dejarse llevar…
Así las cosas, yo no podía faltar, el viernes pasado, a la presentación del libro "Los cuentos del viejo Wädis" que han escrito las hermanas Carmen y Dora Hernández Montalbán. Allí nos encontramos un centenar de personas, el patio del ayuntamiento de Guadix estaba a rebosar y había muy buen ambiente, fundamentalmente porque la mayor parte de las personas presentes admiraban y valoraban el trabajo de estas mujeres. El hecho de que pertenezcan al Colectivo Sustari y que tras ellas estuviese el busto de la reina Aixa, me hizo retroceder al siglo XII para evocar a las poetisas guadijeñas, que también eran hermanas, Hamda y Zaynab Bint Ziyab, porque las cuatro han sido capaces de expresar lo más profundo de sus sentimientos con palabras bellísimas.
La presentación de los textos la hizo Marruecos, con la ternura y el cuidado propios del amigo cómplice.
Tengo con Dori una relación extraña, nos conocemos, sé que nos posicionamos, ante diferentes facetas de la vida, en una misma trinchera, pero cuando una entra la otra sale, y parece que existimos en dimensiones diferentes que solo nos permiten encontrarnos en momentos de gran intensidad, en los que una mirada es la forma de comunicación.
Al llegar a casa me senté en mi sofá de madre y me puse a leer. Y al terminar con los cuentos volví al prólogo que firma Antonio Enrique. Dice: "que en este libro las autoras nos traen un poco de ese calor de hogar que soñamos los solitarios (¿qué lector no lo es?)". Nos lleva a la cocina siguiendo los olores deliciosos, (igual que me pasaba con las tostadas) y sigue: "Yo tengo añoranza por aquellas casas llenas de mujeres, que poblaron de sueños nuestra infancia con su palabra, y siento un inmenso respeto por cuanto me enseñaron en relación a la vida y al modo de instalarse en ella, y que es casi todo lo que he aprendido en este mundo". A mí me pasa lo mismo.

Compresas para una vida.






Compresas para una vida.
2.6.2002.


Tengo la firme convicción de que la infrarepresentación de las mujeres en los órganos decisorios de la vida social implica un déficit democrático.
Es por lo tanto una necesidad conseguir lo que se ha dado en llamar democracia paritaria, que a pesar de su aparatosa denominación, no es otra cosa que construir una representación política que sea fiel a la composición de la sociedad en términos de hombre y mujer. Esta es la única categoría dual valida por justicia cósmica. Es decir que los varones pueden ser pobres, ricos, parados, trabajadores, jóvenes o viejos, pero serán hombres. Lo mismo les pasará a las mujeres que podrán ser cultas o ignorantes, beatas o ateas, de izquierdas o de derechas, pero siempre serán mujeres.
Durante todo el siglo XX las mujeres luchamos como sufragistas para conseguir el derecho al voto y después de esa experiencia no podemos pasarnos todo el siglo XXI intentando lograr el derecho a ser votadas. Por lo tanto se imponen acciones inteligentes que nos lleven a las modificaciones de las leyes, para que contemplen la obligación de que las mujeres estén presentes en todas las listas electorales con no más de un sesenta por cien de representación y no menos de un cuarenta.
En nuestra legislación hay precedentes. Nadie ha discutido la distribución territorial por la cual conseguir un diputado o diputada en Barcelona cueste 500 votos (por poner un ejemplo numérico que quizá no se ajuste a la realidad) y que en Soria solo se necesiten 130. De la misma forma que el derecho a elegir un o una representante política no es automático, porque se debe estar en la lista que confeccionan los partidos políticos, tener más de 18 años, no ser incompatible y que no pese sobre él o ella una sentencia judicial que limite este derecho.
Reconozco que es muy difícil la militancia política femenina en los partidos, porque te exigen los mismos requisitos que para ser cura. Me explico, a las mujeres se les pide el voto de pobreza, porque siempre se le asignaran las áreas que no disponen de un duro para desarrollarlas. Voto de castidad, porque la militante como la mujer del César no solo ha de ser honrada sino que además deberá parecerlo, si no se sospechará que algún asunto de cama con un varón poderoso le habrá permitido llegar a donde está. Finalmente se impone el voto de obediencia a los que manden, y aquí está el nudo gordiano del problema, si un hombre es desobediente con las directrices del partido está provocando un debate que enriquece la democracia interna, si lo hace una mujer está incumpliendo las normas de disciplina del partido y debe ser sancionada.
Probablemente por esta causa las diputadas del Partido Popular no votasen a favor de rebajar los impuestos que gravan la compresas y tampones tan necesarios para todas las mujeres durante buena parte de su vida, un gasto del que no pueden huir y del que están exentos los varones. Con su actitud han permitido el mantenimiento de un agravio que es exclusivamente femenino. Cada mujer usa entre 11.000 y 15.000 compresas o tampones a lo largo de su vida ¡echa cuentas a 30 céntimos la compresa!.
A pesar de todo no quiero ser muy ácida con ellas. Mi crítica es para la cúpula dirigente, y ahí nunca hay señoras. A todas las militantes del P.P !ánimo!. Yo seguiré siendo una militante socialista, feminista, paritaria, díscola, disidente, solidaria y comprometida. Reivindico por mí y por mis compañeras (sean del partido que sean) el derecho a poder decir siempre lo que pensamos con voz alta y clara, y si a algunos chicos no les gusta quizá deban hacer un poco de meditación trascendental. Probablemente todos y todas saldremos ganando.



Un condón en la pecera.




Un condón en la pecera.
25.1.2005.

En una pequeña ciudad de provincias vivía una anciana profesora de piano y de órgano muy respetada en el pueblo por su excelencia profesional. Recibe la llamada telefónica del cura de su parroquia que le dice que se acercará hasta el domicilio para felicitarla por su cumpleaños. Cuando llega y se sienta en el sofá de la sala de música observa con perplejidad que sobre el órgano hay una pequeña pecera llena de agua en la que flota un condón. Se pone a charlar con la buena señora y después de merendar, y sin poder contener su curiosidad, le pregunta a la venerable dama qué es lo que había encima del órgano. La señora, con la dulzura propia de las personas de edad y una sonrisa, responde que era algo prodigioso, y le cuenta que una tarde mientras paseaba se encontró en el suelo un sobrecito plateado que en letras pequeñas decía: poner sobre el órgano, mantener húmedo y no habrá peligro de contraer enfermedades. Desde entonces, dice la buena mujer, no he tenido ni una gripe.
Algunas historietas como estas están muy de moda ahora que la ministra de Sanidad y el portavoz de la Conferencia Episcopal se han reunido. La señora Salgado quería conseguir un compromiso de los obispos que consistiese en no dificultar las medidas que adoptará su departamento para fomentar el uso del preservativo y evitar la extensión del SIDA. Ella debió ser convincente y el representante del clero sensible a sus argumentos, porque al terminar la reunión el caballero hizo unas declaraciones en las que admitía, como un mal menor, la utilización de condones para luchar contra esa enfermedad.
Lo malo ha venido después, cuando hasta el Papa ha declarado que su uso es inmoral.
Sabes que me había propuesto no permitir que estas cosas me afectaran y que los obispos no condicionaran mi pensamiento y por tanto que no me hicieran sufrir… Pero no puedo mantenerme al margen. Conozco a demasiada gente que es católica y que se siente desorientada, que recibe mensajes contradictorios y que no sabe qué pensar o qué hacer sin que una voz interior les torture, decidan lo que decidan.
A quien me pregunta, siempre le respondo que lo importante es aplicar el sentido común, que al parecer entre la jerarquía eclesiástica es el menos común de los sentidos. No podemos poner en peligro nuestra salud por seguir recomendaciones religiosas sin fundamento. ¿Qué hombre o mujer puede poner la mano en el fuego para asegurar que la actividad sexual de su pareja, a lo largo de su vida, ha estado libre de riesgo?
Los datos son tremendamente tozudos y nos indican que cada vez son más las mujeres que se contagian por confiar en sus maridos o amantes. Unos porque consumen drogas en condiciones de riesgo, otros por relacionarse con prostitutas afectadas y finalmente los que tienen relaciones bisexuales con personas enfermas, el caso es que la falta de sinceridad de unos y el exceso de confianza de otras, hace que más mujeres de las que nos podamos imaginar sufran.
Creo que los preservativos deben circular por nuestros bolsos, cajones y botiquines con absoluta naturalidad. Se deben convertir en un instrumento de salud tan normal en nuestras vidas como los cepillos de dientes. Y debemos hablarles a nuestras hijas e hijos de ellos y de su utilidad con la misma confianza con la que le enseñamos a cortarse las uñas o les adiestramos en higiene corporal. Son las personas que más nos importan, a las que más queremos y a las que deseamos ofrecer lo mejor.
¡Claro que les hablaremos de amor! ¡Claro que les diremos que el sexo no es un juego y que al lado siempre hay una persona! ¡Claro que les exigiremos responsabilidad y compromiso! Y por eso pondremos en su conocimiento los riesgos que pueden evitar y como hacerlo.
Lo que a mí me parece inmoral es negar a muchas criaturas la oportunidad de salvar su vida y después montar centros para verlos morir, eso sí escuchando la hipócrita palabra de consuelo de quien no asumió que el hombre y la carne es débil y que pecará setenta veces siete.
Creo que se puede ser una persona católica sin ser un fundamentalista, así que no te comportes como la dama que toca el piano y no le des la satisfacción a tu párroco de meter el condón en la pecera.