miércoles, 2 de octubre de 2013

PARTICIPACIÓN SOCIAL DE LAS MUJERES EN LANTEIRA 8-7-2013

Entre los diferentes tipos de participación que existen encontramos aquella en la que la sociedad civil, organizada en movimientos sociales, interviene estableciendo prioridades según sus necesidades con el fin de conseguir calidad de vida y bienestar, así como implicación política. A través de esta, la ciudadanía se integra en el proceso de adopción de decisiones en la esfera pública. El ámbito municipal es el espacio propicio para la participación social. Los ayuntamientos son la administración más próxima a la ciudadanía y, en la gestión que realizan, existe un evidente interés público. Por ello los movimientos sociales persiguen influir en la agenda local para la defensa y promoción de los intereses sociales. No basta con votar cada cuatro años para decidir la composición de las corporaciones municipales, es necesario formular, elaborar y aplicar políticas públicas que estas deben llevar a cabo. La participación social comprende aquellas acciones de la ciudadanía orientadas a influir en el proceso político y sus resultados. De no producirse esta necesaria participación, la política se profesionaliza puede terminar perdiendo el norte, fenómeno al que, por otra parte, estamos asistiendo en estos momentos. Por eso quiero traer a estas páginas un sencillo ejemplo de participación social llevado a cabo por el movimiento asociativo de mujeres de Lanteira. La “Asociación de Mujeres Vista Alegre” planteó a su ayuntamiento la necesidad de tener en cuenta las necesidades de las ciudadanas del municipio a la hora de establecer los acuerdos de concertación con la Diputación Provincial de Granada. El pleno asumió sus propuestas, ha delegado en la asociación la gestión del proyecto y esto ha dado lugar a un intenso trabajo que se desarrolla durante todo el año desde el seno de la asociación y para todas las mujeres del pueblo. Una de ellas es la XII Semana de la Mujer. Esta asociación forma parte de la Federación de Asociaciones de Mujeres de la “Sulayr”, vinculada al Grupo de Desarrollo Rural de la Comarca de Guadix, y por esta razón me invitaron a participar. Me llamó Chari Garzón Cabrerizo, una activista inteligente, culta y comprometida que me pidió que clausurara la semana en un encuentro con las asociadas. Quería que hablase de la necesaria participación de las mujeres y que insistiera en el descubrimiento de las trampas que la sociedad patriarcal ha ido poniendo a las de nuestro sexo para mantener el control y el poder. Me comentó que previamente, en otras sesiones, abordarían aspectos relacionados con la salud. De tal manera el que Gabriel Medialdea impartió la charla coloquio “Salud Holistica”. El holismo se refiere a la doctrina filosófica que plantea que la realidad, en este caso del cuerpo, es un todo distinto de la suma de las partes que lo componen. No somos solo hígado más cerebro más aparato reproductor. Somos, además, la manera en que todos los sistemas se relacionan entre ellos y con el medio en el que nos desenvolvemos. Completaron el abordaje de la salud con la actividad “Ponte las zapatillas y nos vemos en la Plaza”. Maria Isabel Garrido Gámez es otra de las asociadas, una mujer emprendedora, que no quiere abandonar su pueblo y se compromete con él. Ha creado su propia empresa dedicada a la confección de prendas de vestir, ya que es una virtuosa de la aguja y la tijera. De sus manos han salido maravillosos diseños. He coincidido con ella en otras ocasiones. La última fue en una mesa redonda en La Calahorra hablando de responsabilidad social corporativa. Ella me comentó otro grupo de actividades desarrolladas y que tenía como centro la identidad comarcal. Para ello se organizaron dos visitas. Una a la ciudad de Guadix. Con “Guiteatro”conocieron un poco más la capital de la comarca. Según Mª Isabel las mujeres de Lanteira se desplazan a la ciudad para realizar compras, pero apenas conocen zonas ajenas a las comerciales. Se cumple la máxima de “tan cerca pero tan lejos” por lo que acompañadas de un actor, que por momentos era Diego de Siloe, Pedro Antonio de Alarcón o Carlos Ros, se acercaron al Mirador de la Magdalena, al Paseo de la Catedral…. Siempre acompañadas por las narraciones de los personajes. Lógicamente aprovechamos la ocasión para poner de manifiesto que el protagonismo de esa acción la tuvieron los personajes masculinos, ignorando las aportaciones de las mujeres. Hicimos la sugerencia de incorporar a esta visita a Hamda y Zaynab, las poetisas accitanas ignoradas por la historia oficial. La segunda visita didáctica fue a los Baños Árabes de Dólar y les permitió conocer parte de la vida cotidiana ya desaparecida. La presidenta de la asociación Juana López me habló de los talleres en los que se han iniciado: decoración de tejas y bolsas de papel y manualidades de goma Eva. Como prometí a Chari Garzón, participé con “Un toque de canela”. Invité a las mujeres a convertir las cocinas domésticas, ese espacio que el androcentrismo considera exclusivo del sexo femenino, en verdaderos laboratorios de cambio social, mientras realizamos una receta de natillas. Algunos de los ingredientes: la leche es la comunidad, la canela en rama son las personas que intervienen en ella como agentes sociales, el azúcar es el movimiento asociativo de mujeres, los huevos son la clase política y la harina de maíz son los presupuestos con perspectiva de género. A fuego lento, con saber hacer y sin prisas, estos ingredientes se transforman en un dulce increíble. De igual manera la participación activa de las mujeres puede lograr un cambio imprescindible que acabe con lacras como la violencia de género, la más evidente seña de desigualdad de sexos. Tras el coloquio terminamos en el Bar Felix, hoy es un acto habitual pero hace unos años era impensable ¿mujeres solas en un bar? En la agradable terraza, con un refresco, hicimos repaso de las cosas que sí han cambiado y llegamos al acuerdo de que las únicas batallas que se pierden son las que no se libran.

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