miércoles, 2 de octubre de 2013

Sacrosanto deber de cuidar 2-06-2013

Sacrosanto deber de cuidar Según los últimos datos publicados por el ministerio de Ana Mato, durante el mes de abril de 2013 el Sistema de Atención a la Dependencia ha perdido 8.188 personas beneficiarias. Lo que resulta vergonzoso es que presenten estas cifras como un gran logro con el argumento de que han rebajado la lista de espera. ¡Claro que la han rebajado! Pero no porque las personas hayan recibido la atención que les corresponde, sino por tres importantes razones en las que el gobierno no quiere entrar. La primera que el equipo de Rajoy ha desplazado a las 40.000 personas valoradas con dependencia moderada al año 2015, con lo que no serán atendidas en los próximos dos años. La segunda porque al inicio de 2012 había 1.044.528 personas en situación de dependencia a las que se les había reconocido el derecho y actualmente solo hay 966.580. La tercera razón son los fallecimientos de quienes no pudieron beneficiarse del derecho de ser atendidas por el año y medio de derogación encubierta de la Ley. La inmoralidad es reducir ese “limbo”, no mediante la prestación de los servicios, sino mediante el recorte de derechos y la disminución de personas en espera porque la dama negra llegó antes que los recursos. De lo que se deduce que la muerte es una socia preferente del gobierno para el control del déficit del Estado. Pero si el que las personas no sean atendidas es injusto e insolidario, el problema que esta desatención está generando en el empleo también es demencial. Solo en abril se han reducido 2.260 plazas de residencia, 192 de centro de día, 409 de ayuda a domicilio, 1.371 de teleasistencia… lo que supone la destrucción de 1.300 puestos de trabajo. A esto hay que añadir las 4.595 personas que, como familiares, se dedican al cuidado en el domicilio y que han dejado de recibir una mermada prestación económica y las 604 a las que se han dado de baja en el convenio especial de la Seguridad Social. Lo más trágico de esto es que la mayoría de los puestos de trabajo perdidos estaban ocupados por mujeres, muchas de ellas en medios rurales como nuestra comarca. Aunque los “meapilas” de siempre dirán que ¡por eso deben estar las mujeres en sus casas, para cumplir con su sacrosanto deber de cuidar gratis! ¡Así pretende el gobierno apoyar a las familias! Es una indignidad llamar a todo esto “medidas de racionalización del sistema”, es una crueldad y una mofa hacia las personas dependientes y sus familias. ¡Que los meteoros de los cielos caigan sobre ell@s!

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