domingo, 28 de febrero de 2010

Lleva siempre puesto tu cinturón de seguridad.




Lleva siempre puesto tu cinturón de seguridad.


Ahora que son fechas propiacias par viajar y compartir el descanso y la alegría con la familia y las amistades, no olvides que un gesto tan sencillo puede hacer que nuestra valiosa vida no se pierda. Abróchate a la vida. Cuidate y disfruta.



jueves, 25 de febrero de 2010

Sexo Creativo.



Sexo Creativo

Por fin la Ley de Salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo. Y entrará en vigor en cuatro meses.
Mientras tanto podemos ver en este video con mensaje una forma creativa de divulgar entre los jóvenes la utilización del preservativo, porque está hecho en un lenguaje que les es familiar.
Abstenganse de verlo quienes sigan al pie de la letra las instrucciones del Vaticano sobre el uso de condones.


martes, 23 de febrero de 2010

Brecha salarial.



Brecha salarial.
23 de febrero de 2010

En España hay nueve millones de trabajadoras, que ayer día 22 de Febrero, reflexionaban sobre la brecha salarial en el día Europeo de la Igualdad Salarial.
Según la definición que hace UGT, la diferencia media de salario entre hombres y mujeres por hora trabajada, se denomina "brecha salarial"
La ley impide que, ejerciendo el mismo trabajo, una mujer gane menos que un hombre, pero la diferencia salarial en España entre hombres y mujeres sigue siendo de las más altas de la Unión Europea, según denuncian los sindicatos. UGT cifra la diferencia salarial en un 26, 3% en detrimento de las empleadas y para CCOO oscila entre un 15% y un 30% dependiendo del tipo de contrato, edad o sector. El gran problema para medir la discriminación salarial es que no hay estadística oficial. Los datos se obtienen directamente de sumar los sueldos y de dividirlos entre hombres y mujeres y, de esa media, surge la brecha que nos ocupa.
A falta de una radiografía oficial y precisa, UGT lo atribuye a cinco factores, que se articulan y se mezclan según el sector:

1. a pesar de que es ilegal, hay mujeres que, a igual trabajo, cobran menos que los hombres;
2. las trabajadoras reciben menos complementos retributivos;
3. ellas se concentran en los empleos peor pagados y ocupan menos cargos directivos;
4. no hay apenas mujeres en puestos tecnológicos o científicos
5. hay más mujeres trabajando a tiempo parcial para luego poder dedicarse a sus responsabilidades familiares.

En definitiva, según afirmaron ayer representantes de UGT y CCOO en el Congreso de los Diputados durante la jornada parlamentaria Igual trabajo, igual salario, que organizó el PSOE, las mujeres han hecho todo lo que se les pedía para poder ganar lo mismo que los hombres: mejorar considerablemente su formación y tener menos hijos. "Todo se ha hecho, pero la igualdad salarial no llega", denunció ayer Almudena Fontecha, secretaria para la Igualdad de UGT.

UGT ha hecho público un informe que señala que las mujeres en España cobran como media un 26,3% menos que los hombres. El sindicato ha sacado esta conclusión de los últimos datos disponibles de la Encuesta de Estructura Salarial, publicada en noviembre de 2008, con datos de 2006. Los datos revelan también que el salario promedio anual femenino fue de 16.245,17 euros, un 73,7% del propio de los hombres, que asciende a 22.051,08 euros.
A mayor nivel de estudio y formación hay mayores desigualdades
Durante la jornada, sindicatos y feministas recalcaron que la diferencia salarial se debe principalmente a los complementos retributivos, que favorecen a los trabajadores por encima de las trabajadoras.
Es decir, partiendo del mismo salario base, los empresarios tienden a compensar con extras a los hombres en detrimento de las mujeres. Ya sea por motivos objetivos, como la nocturnidad o el plus de antigüedad, o por factores subjetivos, como el rendimiento.
UGT aportó ayer el dato de que, de media, el 66% del salario masculino corresponde a los complementos salariales, mientras que son sólo el 25% en el caso de las trabajadoras.
Trabajo anuncia 5.000 inspecciones en empresas para el año que viene
En este argumento, en la discriminación de la mujer a la hora de cobrar los extra, coincideron ayer políticas, sindicatos e incluso la ministra de Igualdad Bibiana Aído. "La mayor parte de las discriminaciones salariales son debidas a los complementos que se pactan al margen de la negociación colectiva", denunció la ministra, basándose en las inspecciones que hace su Ministerio junto al de Trabajo.
En 2008 se hicieron 4.028 inspecciones y el año que viene, según datos que dio el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, "se llegará a 5.000". En ninguno de los dos ministerios supieron concretar qué resultado han dado las inspecciones que ya se han hecho. Corbacho, por su parte, achacó el "desequilibrio salarial" entre géneros, a los "estereotipos", y lamentó que las mujeres se vean más afectadas por la proliferación de la economía sumergida.
Además del complemento retributivo, hay otra explicación para la brecha salarial entre hombres y mujeres: la escasez de mujeres en los puestos directivos. Apenas el 40% de los cargos de responsabilidad de las empresas españolas están ocupados por mujeres, según un sondeo realizado a escala nacional entre más de 300 directores de Recursos Humanos por el Grupo Michael Page. El informe señala que la mujer representa menos del 10% de los puestos directivos de su empresa.
Y es que, a mayor nivel de estudio y de formación, mayores son las diferencias salariales. Las trabajadoras españolas con titulación universitaria superior perciben, de media, el 65,91% del salario que cobran los hombres en sus mismas condiciones.
Con estadísticas de la UE, hay otros datos que marcan la diferencia: más del 40% de las mujeres trabaja en sanidad, educación y en la Administración, duplicando en estos sectores el número de hombres. Sin embargo, la representación femenina es muy baja en puestos de gestión y de toma de decisiones. En la UE las mujeres sólo ocupan el 32% de los puestos de gestión en las empresas, el 10% de los puestos en los consejos de administración de las grandes compañías y el 29% de los empleos científicos y tecnológicos.
Para reivindicar de manera simbólica el fin de la discriminación, el próximo viernes el Consejo de Ministros tiene previsto sumarse a la resolución del Parlamento Europeo para que el 22 de febrero sea declarado Día Internacional de la Igualdad Salarial. Las feministas han propuesto esta fecha porque las mujeres tendrían que trabajar al año un mes y 22 días más que un hombre para igualar su sueldo.
He dicho.

domingo, 21 de febrero de 2010

Debían frenar tanta irreverencia.


Debían frenar tanta irreverencia.
Carnavales: Guadix 1930.
Ana María Rey.
12.2.2003.

Durante los años 30 las celebraciones carnavaleras conservaron el mismo esquema de finales del siglo XIX. Comenzaban la mañana del domingo anterior al “miércoles de ceniza” y seguían durante toda la jornada, continuando el lunes y el martes. El domingo siguiente concluían con la fiesta de “Piñata”.
Las concentraciones de máscaras se realizaban en la calle La Gloria. A los hombres les gustaba disfrazarse de mujeres, sobre todo con prendas de sus madres y abuelas, y con trajes de Pierrot que se pusieron en aquel entonces de moda. Las mujeres utilizaban todo lo que encontraban en las arcas de la familia para confeccionar sus atuendos. Muchas de ellas arreglaban viejas enaguas y corpiños a las que añadían lazos de colores y pasacintas. Las más osadas se disfrazaban con la ropas de los hombres de su casa, se vendaban fuertemente el pecho con un trozo de lienzo, se cubrían el pelo con sombrero y la cara con una máscara, vestían sus manos con guantes de varón rellenos de trozos de tela para que aparentasen mayor tamaño y circulaban calle arriba, calle abajo, procurando no llegar a la Plaza de San Diego.
Estos desfiles se producían bajo la atenta mirada de las señoras que abarrotan las ventanas y balcones, desde los que se arrojaban confeti y serpentinas. Amenizaba el paseo la música de guitarras, acordeones, violines, tambores, latas, pitos y carracas, y se cantaban canciones de temática variada, predominando las de crítica política y las pícaras, que arremetían contra la restrictiva moral sexual impuesta por la iglesia católica. Algunos músicos como Fernando Requena, Juan Balboa o Manuel Casas, eran miembros de “La Capilla”, una agrupación musical de la Catedral, a los que también gustaba la juerga del carnaval.
Me cuentan que se formaban muchas murgas y que en el año 1934 salió una compuesta por miembros de la rondalla del Centro Artístico. En aquellos momentos corría el rumor de que esta agrupación de cuerda no era buena y que no sonaba. Esto ofendió a los músicos que se hicieron guitarras, laudes, violines y bandurrias de cartón y de papel, se vistieron de mascara y salieron a la calle con una pancarta que ponía : “¿ Que no suena? ¡Que te crees tu eso!”
Las caras iban cubiertas por máscaras y antifaces, para evitar que las corrosivas letras que se canturreaban dieran lugar a represalias de las personas que se podían dar por aludidas u ofendidas. En una ocasión un señor iba originalmente disfrazado, sobre un mono de trabajo cosió montones de enchufes, tantos que todo él parecía uno. Estaba de trifulca con un funcionario del Ayuntamiento y vestido de esta guisa se instaló delante de la ventana del trabajador público, que vivía en la calle de La Gloria y no se movió de allí en toda la tarde, podemos imaginar el mosqueo del caballero al que iba dirigida la crítica.
Las máscaras, las serpentinas y algunos instrumentos musicales de carnaval se compraban en la tienda de Fenoy, que en esos años estaba donde hoy está Fotos Medina, en el encuentro de las escalerillas de la Plaza de la Constitución y la calle Ponce y Pozo.
En la calle La Gloria se instalaban puestos en los que se podían comprar garbanzos tostados, cacahuetes, tortas saladas, caramelos y otras chucherías, uno de estos vendedores era conocido por “Colorines”. Quienes querían echarse un trago de vino del país para vencer la vergüenza, podían hacerlo en las tabernas de los alrededores como la de “Joaquín el Tuto” en la Bovedilla, o la de “Ferminillo en la casa del Tío Churrete”, y en la Placeta Osario estaba la “Taberna de la Paca” y “La Bodega de Mateo Tortosa”, que vendían el vino por arrobas, pero en el carnaval lo vaseaban y así se liquidaba la temporada. Mención aparte merece “El Corralón”, en la Plaza de la Virgen, esta era una taberna que regentaba Gabriel Zaleña, aunque quien llevaba el peso del negocio era una mujer conocida por el apodo de “la Pirinola”, donde hoy está la carpintería “Virgen de las Angustias”, en este establecimiento se reunían las gentes de izquierdas, y además de vino se podía asistir a reuniones políticas como la que se realizó con motivo de una visita a Guadix de Fernando de los Ríos. Pero si lo que querían era comprar tabaco, lo podían hacer en los estancos de la calle La Gloria o en el de “La Cortezas” en la calle San Marcos.
Al hacerse de noche no quedaba nadie en las calles y la fiesta continuaba en los bailes, que dependiendo de la clase social de cada cual, se realizaban en locales públicos, en las casas particulares y en los patios de vecinos que llamaban “corralones”. Son de destacar los bailes del Liceo, al que asistían los socios acompañados por sus familias y que tenían lugar en un salón que había antes de llegar al teatro. He de señalar que entonces el casino se encontraba donde hoy está el Teatro Mira de Amescua. También había baile en los Salones del Pósito y en el Centro Artístico, sito este en el Callejón de Palacio, en el que tocaba su “Estudiantina”. Los ferroviarios, que eran un colectivo muy importante, constituyeron una entidad cultural, crearon una rondalla y también organizaban fiestas de carnaval. He podido saber que en algunas casas particulares se reunían los más jóvenes, acompañados siempre por sus madres o abuelas, invitaban a algún guitarrista o acordeonista al que pagaban con unas botellas de vino y organizaban un baile. Gozaba de gran popularidad “Justo” que al decir de los mayores era el mejor para un baile de carnaval. En el barrio de Las Cuevas también se organizaban de esta manera y se podía escuchar música desde cualquier cerro.
Como las fiestas de Carnaval no eran del agrado de las autoridades religiosas, porque en el fondo era un triunfo de lo carnal sobre lo espiritual, de lo pagano sobre lo cristiano, la iglesia las contrarrestaba con un Triduo de Carnaval. Una costumbre que puso de moda el Obispo Rincón. En estos años el predicador era el párroco del Sagrario Manuel Pezán Ortiz. También se exponía en la Catedral al Santísimo durante los tres días de la fiesta con la finalidad de frenar tanta irreverencia. En Guadix tenemos constancia de esta lucha de la iglesia con el carnaval, pero ocurría en toda España y desde tiempos muy remotos, en el libro “El Carnaval” de Julio Caro Baroja se dice que en la catedral de Sevilla los “seises” desagraviaban a Dios bailando solemnemente ante los altares las tardes de Carnaval y esta costumbre se data en 1695.
En el año 1936 los carnavales fueron tremendamente tensos al igual que lo era la situación política……en Guadix ya no se volvieron a conocer carnavales hasta la llegada de la democracia.


Velos, sedas y plumas


Velos, sedas y plumas
Ana María Rey.
9.2.2004

He querido rescatar la memoria de las celebraciones carnavalera en la ciudad de Guadix durante los últimos años del siglo XIX y para ello he repasado las páginas del dominical El Accitano, que comenzó a publicarse en el año 1891.
Se organizaban durante el domingo, lunes y martes que precedían al miércoles de ceniza. Este día se suspendían los mascarones por disposición de la autoridad ya que no es propio que el hombre se divierta el mismo día que la iglesia, llama a la penitencia y le recuerda que es un puñado de polvo. Entraban así en la cuaresma. Pero se permitían una última trasgresión con los bailes del domingo de Piñatas.
La fiesta tenía dos formas de vivirse, por un lado estaba la de la sociedad pudiente y por otro el de la clase trabajadora. Hay bastantes referencias en este sentido. Por ejemplo al hablar de los bailes de carnaval se diferencia entre los de salones aristocráticos y los de candil, refiriéndose a los populares.




Queda constancia de que a los accitanos y accitanas les gustaba disfrazarse. Los varones lo hacían de emperador, caballero medieval, ciego, cochero, torero, negro, esclavo, de dominó y de burro con alforjas. Me ha llamado la atención un individuo que se vistió figurando ser una España a quien chupaban la sangre varios hijos desnaturalizados, y tan descomunales eran sus lamentos y tanto vociferó que la broma le costó una enfermedad.
A las mujeres les gustaba envolverse en trajes de mariposa, estrella, luna, “cosa vaporosa”, bruja, reina, manola, campesina del Zenete y de astróloga persa. Una chica se disfrazó de ambulancia de Cruz Roja y un observador se preguntaba que no habría pasado en el baile del domingo anterior para que apareciera esta institución creada para el auxilio de los heridos.
Para los que vivían el carnaval en la calle tocaban dos estudiantinas, y en el año 1891 iban acompañadas por una comparsa de lavanderas, otra que representaba al pueblo y sus habitantes y alguna más de la que no se nos da detalles. Entre la clases populares estaba asumido que el carnaval tenía unos principios inmutables entre los que se encontraban la producción de máscaras, las diversiones, los “zorrazos” (que yo creo que se refiere al consumo desmesurado de alcohol) y una que otra pendencia, que en alguna excepcional ocasión terminó en pelea e incluso a tiros, aprovechando la impunidad que producía el uso de máscaras, antifaces y disfraces.
Se organizaban concursos de ingenio en la composición de las letrillas que cantaban las comparsas y también a la originalidad de los disfraces estableciéndose premios, accésit y menciones honoríficas.
A la gente le gustaba pasear por las calles y las que iban enmascaradas arrojaban grandes cantidades de serpentinas y papelitos de colores. Desde los balcones se lanzaban “carnavalinas”, de las que sabemos que servían para adornar tocados en las cabezas de las señoras; eran doradas, de plata, azules y verdes; y que provocaban chichones, ojos morados y roturas de dientes, llamando por ello la atención de los cronistas.
Era muy habitual, hasta el punto de ser cansino, que los y las enmascaradas se acercasen a quienes no iban disfrazados y les hiciesen una pregunta retórica ¿me conoces?


Por otro lado estaban los carnavales de salón y entrada restringida, en unos casos a los socios acompañados de sus familias y amistades y en otros a los círculos de amigos, por celebrarse en casas particulares. En ambos casos era imprescindible mostrar el rostro en el momento de acceder para evitar que “pasara persona alguna que fuera moneda falsa entre moneda de justo peso”. Los bailes se hacían el domingo de carnaval y el martes, la hora de comienzo solía ser las 10 de la noche y duraban hasta las tres o las cuatro de la madrugada. La música, que procedía de agrupaciones de cuerda o de piano, seguía un esquema en el que primero sonaban los voluptuosos y mareantes valses, después el elegante y pausado rigodón, el animado y marcial lancero y se terminaba con la siempre alegre y festiva polka que acompañaba también el desfile general de disfraces con el que finalizaban los bailes.
Pedro Antonio de Alarcón en 1893 publica un articulo dedicado al Carnaval que se titula “Del baile en general y del baile del Liceo en particular”, en el que entre otras cosas dice:
¿Quién piensa en nada sublime, en nada ideal, en nada patético ante este hormigueo de arlequines, de polichinelas, de locos, de condenados, que van, que vienen, saltan, gritan, roncan, ríen, sudan, beben, bailan … y … ¡qué se yo qué más! Brinquemos, gritemos y riamos nosotros un poquito… pero sin alterar el orden… ¡por que ya saben ustedes las circunstancias…!
Felicita seguidamente a los organizadores de la fiesta por el buen gusto mostrado y dirige de nuevo su vista a lo que ocurre en el salón de baile: Piérdese la extraviada vista en ese océano proceloso de luces, flores, lazos, cintas, diamantes, perlas, encajes, velos, sedas y plumas...
Empieza a sonar la música y dice el autor: Rugen las orquestas y cien torrentes de música se derraman, como una inundación de mayor vértigo… Y la música presta sus alas a la juventud y las parejas oscilan, tremolan, ondean, se precipitan, corren, saltan, huyen, vuelven, se extasían, se marean…Y el amor estrella y centellea en todas las miradas y arde en todos los corazones y revolotea sobre todas las cabezas.
Unos años después de esta bella descripción del baile de carnaval, las firmas de El Accitano critican el que se sigan celebrando mientras se libran distintas guerras en las que España está involucrada. Son los años 1896 y 1897 y se viven los conflictos de Filipinas y Cuba. El 4 de Marzo de este último año en un articulo titulado “Febrero” y que firma Garcí-Torres dice: El carnaval, caiga en Febrero, caiga en Marzo, siempre es el mismo sujeto feo, antiguo, de mala sombra, impúdico, sinvergüenza, soez, insultante. El carnaval con su enorme careta cubre el decoro y la dignidad y deja al descubierto todas las pasiones groseras y los vicios feos. Ese debe desaparecer. Irse.
Quizá esta opinión se deba a que más adelante en la sección “Cultos” encontramos la siguiente nota: Durante los tres días de carnavales hubo un triduo en la Catedral, predicándose a la concurrencia, que fue numerosísima, de las sublimes verdades y justos mandatos de Dios y de su Iglesia. El señor Rincón es seguro conquista muchas almas para el cielo. Nuestro parabién al digno sucesor de San Torcuato cuya evangelización continua.
Como hemos dicho las fiestas se suspendían el miércoles de ceniza. Los y las carnavaleras aprovechaban entonces para realizar el entierro de la Zorra: la que llevó un duelo respetabilísimo que marchaba preocupado detrás del féretro marcando el paso a los tristes acordes de una marcha fúnebre capaz de arrancar lágrimas a los más empedernidos corazones. Séale la tierra pesada.
El carnaval terminaba el domingo de Piñata, en opinión de Aureliano del Castillo: El baile de Piñata viene a ser la última repercusión del Carnaval; su último eco; la palpitación postrera, el último fulgor de una llama que se extingue... que se apaga... que se muere. Con él termina la etapa del placer y es preciso aprovechar todos sus instantes.
Este día toda la celebración giraba alrededor de la delicada y deseada pieza, que se instalaba en la parte central del techo de los salones. La del Liceo era: Una obra de arte ejecutada por primorosas manos, confeccionada con ricas telas perfectamente entrecruzadas una con otras para que su conjunto fuese sumamente agradable a cuantas personas asistieran al baile.
De ella colgaban muchas cintas de raso de distintos colores y era costumbre que después de un vals, las mujeres acompañadas por su pareja, se acercasen, seleccionaran una de las cintas y tirasen. Si la piñata se abría, la afortunada recibía los dulces que se guardaban en su interior y además un ramo de flores. Se cuentan anécdotas de muchachas aparentemente finas, educadas y de buenas familias, que aparentando no darse cuenta, cogían varias cintas a la vez en un desesperado intento de conseguir el premio.
Y nadie mejor que Alarcón para despedir los carnavales con la esperanza de que retornen el próximo año: al terminar el baile todos llevan dormido allá en el alma un recuerdo dulce, inefable, melancólico, como el que pone en nuestros labios mil suspiros al despertar de un hermoso sueño.

sábado, 20 de febrero de 2010

Un Carnaval de Cuento.


Un Carnaval de Cuento.
Ana María Rey.
16 de febrero de 2010.

Del cielo dejaron de caer gotas de lluvia y copos de nieve, que vienen acompañándonos como un llanto en este largo y duro invierno, y comenzaron a descender plumas, serpentinas y confeti como un buen augurio, señal de que la vida sigue y de que anclarse en el dolor no nos ayuda a avanzar.
El martes nos reunimos, como es tradicional, más de seiscientas personas en “El Suspiro del Moro” para celebrar el Carnaval. La Delegación Provincial de Igualdad y Bienestar Social de Granada convocó la decimoquinta edición de Agrupaciones de Carnaval y estaban invitados a participar los veintitrés centros de Día para Personas Mayores de los que es titular la Junta de Andalucía. Asistieron todos representados por su comparsa, más de quinientas personas.
Yo adoro esta fiesta porque ya he escrito alguna vez que la considero un canto a la libertad. Me apasiona lo efímero y frágil de su decorado. La vivo como una gran pirueta suspendida entre la realidad y la fantasía. Cuando participo en ella siento que la vida me regala un gran beso de espuma multicolor.
Estos encuentros provinciales tienen la particularidad de que cada año responden a un título, el Carnaval de 2009 fue de Cine y el de 2010 de Cuentos. Por ello todas las comparsas debían vestir tipos vinculados con alguna historia de las que nos contaron cuando éramos inocentes. Por eso resultó muy sencillo sentir como éramos transportadas a un mundo donde la magia estaba presente. Por los salones de “El Suspiro del Moro” era inevitable que te cruzaras con Heidi, el Rey León, Aladino, Cenicienta, el Sastrecillo valiente, el Flautista de Hamelín seguido por multitud de ratoncitos, la Madrastra de Blancanieves, Sherezade, Ratatouille y su sequito de cocineros y cocineras, la Sirenita, Alí-Babá y sus cuarenta ladrones, los Pitufos, los piratas de la Isla del Tesoro, las Enfermeras presumidas, la Bella Durmiente, las Gotas de Agua, y un sin fin de personajes que evocaban las más tiernas emociones de la infancia. No se dejó ver por allí Caperucita, tampoco asomó el hocico su inseparable Lobo, imagino que tendrían otros compromisos…


Voces que acumulan largos meses de ensayos en sus cuerdas, entonaban presentaciones, cuplés, pasodobles, popurrís… que alegraban el ambiente mientras se dejaban acompañar por las acompasadas notas de acordeones, guitarras, bandurrias, tambores, bombos, pitos y palmas.
Guadix presentó la comparsa “Blancanieves y los diecisiete enanitos”, que pusieron una nota simpática y picante en el ambiente. Antonia Hernández bordaba su papel de inocente princesa; Pilar Leyva me impresionó como bruja, con largo vestido negro y sombrero de pico; Pepe Requena lucía espectacular con su atuendo de príncipe azul; y Eva Fernández llevaba un precioso traje que la caracterizaba como la reina malvada, la madrastra. Después estaba el grueso del grupo, los enanitos con sus botas marrones de fieltro; pantalones bombachos de rasete rojo; casacas a juego con los gorros de pico, en una variada gama de colores, azules, rosas, verdes y amarillos; cinturones de amplia hebilla en las protuberantes cinturas; y en los rostros barbas de borreguito, bigotes y cejas pintadas de blanco, y dos hermosos coloretes en las mejillas. Sobre sus pechos colgaban los pitos carnavaleros, y en sus manos, las plateadas herramientas de tamaño gigante para ir a la mina a trabajar...!Hi, Ho!
Así de originales se presentaron, ante el numeroso y cálido público que abarrotaba la sala, Antonia Martínez, Encarna Jabalera, Pedro Hernández, Valeriana Muñoz, Encarna Molero, José María Franco, Rafi de la Rubia, Ángeles Garzón, Carmen Iborra, Eloisa Santisteban, Ana Ruiz, Araceli Plaza, Angustias García, Carmen Gámez, Dulce Jiménez, Pepita Sánchez, Adora Hernández. Actuaron bajo la atenta mirada del director del Centro de Día José Antonio Santiago. Respondieron a la divertida dirección de la monitora de la comparsa Toñi Díaz, una mujer alegre y vitalista que transmite optimismo y energía positiva donde quiera que vaya. Precisamente con ella ha estado trabajando el grupo durante muchos sábados desde las once de la mañana hasta la una, y ese esfuerzo se ha notado.
Pero además han dedicado buena parte de su valioso tiempo a la confección del vestuario. Los lunes, los miércoles y los viernes el taller de costura estaba repleto y con mucha bulla. Encarna Jabalera ha dirigido el diseño de los patrones, y prácticamente todas las mujeres han colaborado con su buen hacer y su entusiasmo.
Simultáneamente han organizado un taller de elaboración de pequeños antifaces de lentejuelas, perlas, y plumas que regalan generosamente a los hombres y mujeres que, procedentes de todos los rincones de la provincia, se dan cita en este anual encuentro de Carnaval. Yo tengo la suerte de recibir uno nuevo cada año. Inevitablemente veo la inspiración de Antonia Lubian en esas artesanales joyas, ella nos enseñó a hacerlas, ella nos enseñó a lucirlas, ella me recordaba que una vez quemadas las barbas de San Antón teníamos que colocar los brillantes antifaces en la solapa de nuestra chaqueta para anunciar la llegada del Carnaval. Por eso agradezco tanto que las mujeres del Centro de Día de Guadix mantengan esta tradición que, para mí, constituye todo un homenaje a la que fuera la primera mujer que presidió la Junta de Gobierno de ese centro, y a quien próximamente el ayuntamiento dedicará una calle en la ciudad. Antonia se lo merece.
Pero la fiesta no terminó aquí, dado que la Semana Santa se anuncia en enero, parece razonable que el Carnaval no solo se prolongue hasta el Domingo de Piñata, el siguiente al miércoles de ceniza, sino incluso hasta el próximo día 25 de febrero. Esa ha sido la fecha elegida para que se reúnan en Guadix más de trescientas personas para seguir celebrando esta fiesta tan alegre y colorida. Están convocados las comparsas de los centros de personas mayores que dependen de la Junta de Andalucía, de toda la zona norte de la provincia de Granada: Castril, Huéscar, Baza, Cullar y por supuesto Guadix. El lugar de encuentro será el Hotel Carmen. Actuarán las comparsas; se compartirá una comida de hermandad; habrá baile amenizado por la orquesta de Tony Mory; y actuarán el Coro Rociero de la Virgen de la Cabeza y el Grupo de Javier de Carmen. Dado que ya estaremos muy cerca del día de la Comunidad Autónoma, todos los grupos procederán a interpretar de forma solemne el Himno de Andalucía. La bienvenida será a las once de la mañana y la convivencia se prolongará hasta bien entrada la tarde.
Me encanta ver la vitalidad que despliegan las personas con más de sesenta años de nuestra ciudad, sé que es contagioso, por eso me gusta compartir con ellas y con ellos momentos tan entrañable y alegres. Guardaré mi disfraz, que por cierto este año la idea me la dio Ignacio Ferriz cuando me llamó “Capit-Ana María”, por lo que decidí vestirme de “Bucanera Turca”, y gritaré con energía y sin tristeza: ¡Carnaval ha muerto! ¡Viva el Carnaval!



jueves, 18 de febrero de 2010

Mujer sola.

Un poema de Mónica Albizúrez Gil



Mujer sola.

Mejor signo de libertad
no encuentro
que esta noche a solas sin miedo al teléfono
babeando deliciosamente
la almohada
la pierna atravesada
el camisón enrollado
oscuridad total como me gusta
y la seguridad
de que nadie perturbará
mis sueños
hasta que yo misma lo determine

noche autónoma de absoluto silencio
en la que empiezo
como nunca antes
a gustar de mí.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Rebeca

Una preciosa historia en la que hay intriga, amor, desamor, asesinato, fantasmas... Pero sobre todo una joven inocente que madura a marchas forzadas y se hace una mujer.

Enamorarse.

Un arquitecto y una diseñadora artística, ambos casados, se conocen casualmente en una librería mientras están comprando libros como regalo de navidad para sus respectivos cónyuges. Con el ajetreo y las prisas, confunden sus regalos. Otro encuentro posterior y más tranquilo en el tren a paso al romance, pero con la extraña sensación de que están haciendo algo mal, deciden poner fin al idilio y retornar a sus matrimonios. Un año después, sin embargo sus matrimonios han fracasado definitivamente y con las ideas mucho más claras vuelven a iniciar su hermosa historia de amor.
Una pelicula de las del botiquin para días de gripe que piden brasero y chocolate caliente.





El fantasma de la ópera.

Su voz la llama, educando su extraordinario ta-lento desde las sombras de la ópera donde la inocente corista Christine (Emmy Rossum) tie-ne su hogar. Sólo la profesora de ballet Madame Giry (Miranda Richardson) sabe que el misterioso "Ángel de la música" de Christine es en realidad el fantasma (Gerard Butler), un desfigurado genio musical que habita en las catacumbas del teatro, aterrorizando al elenco de artistas que viven y trabajan allí. Cuando la temperamental diva La Carlotta (Min-nie Driver) abandona, en mitad de una prueba de vestuario, la última producción de la compañía, los entusiastas nuevos dueños del teatro (Simon Callow y Ciarán Hinds) no tienen más opción que convertir a Christine en la protagonista de la obra. Su fascinante interpretación en la noche del estreno cautiva al público y al fantasma, que se dedica en cuerpo y alma a convertir a su protegida en la nueva estrella de la ópera. Pero no es el único hombre poderoso que se siente impresionado por la joven soprano, pues Christine pronto se ve cortejada por el acaudalado mecenas del teatro, el vizconde Raoul de Chagny (Patrick Wilson). Aunque cautivada por su carismático mentor, Christine se siente innegablemente atraída por el apuesto Raoul, enfureciendo al fantasma y provocando inconscientemente un dramático crescendo de vertiginosas pasiones, feroces celos y amores obsesivos que amenazan con llevar la situación más allá de los límites.








Elsa y Fred.

"Elsa & Fred" es una historia de amor tardío. Una historia de dos vidas que al final del cami-no descubren que nunca es tarde para amar… ni para soñar. Elsa (China Zorrilla) tiene 82 años, de los cuales 60 vivió soñando un mo-mento que ya había sido soñado por Fellini: la escena de "La dolce vita" en la Fontana di Trevi. Igual, pero sin Anita Ekberg sino ella. Sin Marcello Mastroiani, sino con ese amor que tardó tanto tiempo en aparecer. Alfredo (Manuel Alexandre) es un poco más joven que Elsa y siempre fue un hombre de bien que cumplió con su deber. Al quedar viudo, desconcertado y angustiado por la ausencia de su mujer, su hija le insta a mudarse a un apartamento más pequeño donde conoce a Elsa. A partir de este momento, todo se transforma. Elsa irrumpe en su vida como un torbellino dispuesta a demostrarle que el tiempo que le queda de vida (mucho o poco) es precioso y puede disfrutarlo como le plazca. Fred se deja llevar por el vértigo de Elsa, por su juventud, por su intrepidez, por su hermosa locura. Es así como Alfredo (o Fred como le llama Elsa), aprende a vivir.
Es una pelicula de profunda belleza y enorme ternura. No dejes de verla.

martes, 16 de febrero de 2010

Cuajada de Carnaval.








CUAJADA DE CARNAVAL.
Ana María Rey.
14 de febrero de 2007

Una de las grandes fiestas de la historia gastronómica española fue, durante siglos, el Carnaval, tradición pagana que el clero consentía a regañadientes, de hecho el Papa Gelasio I, allá por el año quinientos después de Cristo, redactó el sexto de sus tratados para intentar suprimir el festival romano de la fertilidad, las Lupercalias. Su intención era sustituirlo por la fiesta de la Candelaria, algo que evidentemente no consiguió. Los gobernantes, por su parte, usaban la fiesta como válvula de escape para una sociedad que, salía de los rigores y penurias del invierno, y tenía que desahogarse antes de sufrir las vigilias y los ayunos de la Cuaresma (periodo de cuarenta y seis días que comprende desde el miércoles de ceniza hasta el sábado santo) y de la Semana Santa (del domingo de Ramos al de Resurrección). Las matanzas había terminado y, contando con que durante dos meses, los fieros vigilantes de nuestras frágiles almas, velarían por evitar que pecásemos comiendo “marranadas”, en la semana de Carnaval se llenaban los platos de todo tipo de embutidos, las brasas de tocinos y caretas, los peroles de patas y las ollas de morcillas. Así podían despedirse de la buena mesa, porque solo entonces estaba permitido hartarse de cerdo sin temor a arder en los fuegos del infierno.
Hoy ya nada de esto tiene sentido, porque no son los curas, ni la Cuaresma, quienes establecen la prohibición, sino el endocrino que vigila nuestro colesterol, de ahí que se hayan perdido casi todas las costumbres culinarias carnavaleras.
En Cataluña preparan un embutido que llaman Farcit de Carnaval, un estómago de cerdo relleno de carne picada con huevos, pan y pasas; y la Coca de Llardons, especie de empanada abierta, cubierta de chicharrones, piñones y azúcar. En Galicia promocionan sus costumbres carnavaleras más ancestrales, sin objetivos turísticos ni motivaciones bastardas, por eso se mantienen vivas las tradiciones de cocina. En febrero hace un frío que pela el bigote, así que, en vez de enseñar el cuerpo a ritmo de samba, nos lo regalamos con un buen cocido que es más reconfortante que hacer de Marilyn sin depilarse las canillas. Pero hay una especialidad carnavalera que allí llamamos filloas (hojuelas en el resto de España) que son el símbolo pagano por excelencia, ya que se trata de una representación homeomórfica del Dios Sol, y que se rellenan igual con dulce que con salado.
En Granada hay un famoso plato que se realiza con los dulces sobrantes de Navidad, la golosa Cuajada de Carnaval que hunde sus raíces en la repostería de herencia árabe. Es el resultado de sumar varios pasos de un proceso. Comencemos por el principio. Hacemos una crema pastelera, para ello ponemos a calentar en un cazo un litro de leche entera con la cáscara de un limón y media rama de canela, no debemos dejarla hervir. Mientras tanto en un recipiente batimos cuatro huevos; mezclamos doscientos gramos de azúcar con setenta y cinco gramos de maicena y con un batidor de varillas trabajamos hasta que no quede ningún grumo. Y mientras lo hacemos recitamos la filosofía del gandul carnavalero: lunes galbana, martes malagana, miércoles tormenta, jueves malaventa, viernes vendaval, y para un día que queda ¿para qué vamos a trabajar?. Retiramos el limón y la canela de la leche caliente y le añadimos la mezcla que acabamos de preparar. Seguimos calentando a fuego lento sin dejar de remover para obtener la textura de crema. Una vez hecha la apartamos y reservamos. Iniciamos el segundo paso, la elaboración del almíbar. Para ello necesitamos un vaso de agua, y medio vaso de azúcar. Mezclaremos en un cazo que pondremos a calentar. Debemos conseguir un punto lo suficientemente liquido para emborrachar en él una docena de bizcochos de soletilla. El tercer paso consiste en producir azúcar glass, para ello tenemos que poner cinco cucharadas de azúcar en el molinillo del café y convertir los granos en un suave polvo blanco. Cuarto paso, machacamos doce mantecados con un tenedor y abrimos una lata de cabello de ángel de ciento cincuenta gramos. Llegamos al final, cubrimos el fondo de un pequeño lebrillo de cerámica granadina, con una capa de los mantecados machacados; sobre ella extendemos cabello de ángel; otra de bizcochos borrachos de almíbar, y terminamos con una capa de crema pastelera. Repetimos la operación de relleno y rematamos con una capa de mantecados. Decoramos cubriendo toda la superficie con azúcar glass y espolvoreando con una nube de canela. Media hora en el frigorífico y listo para comer. En ese momento diremos con Juan de la Encina: Hoy comamos y bebamos, y cantemos y holguemos, que mañana ayunaremos.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Te deseo.

Un poema de Sérgio Jockymann

Sérgio Jockymann es un periodista, poeta y dramaturgo brasileño nacido en 1930. Es autor de este poema que fue publicado en el Jornal Folha da Tarde en 1980 y se suele atribuir a Victor Hugo.

TE DESEO

Te deseo primero que ames, y que amando también seas amado.
y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.

Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes,
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.

Y porque la vida es así,
te deseo que tengas enemigos,
ni muchos ni pocos, en la medida exacta para que,
algunas veces, te cuestiones tus propias certezas,
y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil, mas no insustituible.
Y que en los momentos malos,
cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.

Igualmente te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no madures demasiado deprisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
porque cada edad tiene su placer y su dolor
y es necesario dejar que fluyan entre nosotros.

Te deseo que descubras,
con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo,
que existe y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.

Deseo también que plantes tu semilla,
por más minúscula que sea,
y la acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuantas vidas está hecho un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
y que por lo menos una vez por año,
pongas algo de ese dinero frente a ti
y digas:”esto es mío”,
sólo para que quede claro quién es el dueño de quien.

Te deseo también que ninguno de tus afectos muera,
pero que si muere alguno puedas llorar
sin lamentarte y sufrir, sin sentirte culpable
si todas estas cosas llegaran a pasar,
no tengo nada más que desearte.