miércoles, 24 de marzo de 2010

HOMENAJE Y RECONOCIMIENTO A PATRO ORTIZ



HOMENAJE Y RECONOCIMIENTO A PATRO ORTIZ

TEATRO MIRA DE AMEZCUA
GUADIX 8 DE MARZO DE 2010


Ana María Rey Merino



Para mi ha sido un honor participar en el homenaje, que el Consejo Municipal de Participación de la Mujer de Guadix decidió ofrecer a Patro Ortiz Membrilla, primero porque es una mujer ejemplar, segundo porque mantiene un compromiso inquebrantable en la causa de la mujeres y finalmente porque es mi compañera en la Asociación de Mujeres Cuatro Veredas, es mi amiga en la vida, y es mi hermana en el corazón. Llevo años caminando a su lado y la he visto convertirse en la extraordinaria mujer que es. Por todo ello hoy escribo esta carta abierta para ella, y para que tu la conozcas.



Querida Patro:
Un buen día, que yo no sabría colorear en el calendario, descubriste que cada mujer tiene asignada un hada madrina. Ese ser maravilloso que siempre hemos creído que vive en los cuentos infantiles, pero que algunas ya sabemos que tiene su residencia en el circuito cerrado de nuestra sangre. El hada es una señora serena, bajita, gordita, viejecita, sabia, que solo aparece cuando nuestra vida naufraga en el mar de los problemas, bajo la tormenta de las preocupaciones. Si estamos tan agobiadas que somos capaces de gritar ¡BASTA! El hada toma cuerpo. Y tú descubriste que “Basta” es el nombre de tu hada madrina. Cuando somos capaces de pronunciarlo ella nos abraza, nos acaricia, nos estruja, nos hace sentir tan protegidas que entonces nos permitimos llorar a moco tendido hasta que nos quedamos vacías, ¡con el miedo que nos produce quedarnos vacías! Y es justo en ese instante en que tenemos la deliciosa oportunidad de llenarnos de cosas bonitas.
Entonces nos damos permiso para descubrir nuestras capacidades y para reconocer lo valiosas que somos. Eres una mujer sabia, y lo consigues cada día como resultado de esforzarte por conocer..
El día que conociste a tu hada, decidiste asistir a unos especiales cursos de matemáticas en los que aprendiste que una alegría compartida se multiplica por dos o por tres y que una pena compartida, como mucho, es media pena. Aprendiste que las sonrisas se multiplican cuando las dividimos entre las personas que nos rodean. Aprendiste, al sentir una gran tristeza, que el optimismo es el mejor remedio para seguir adelante. Aprendiste que una lágrima cargada de esperanza se transforma en un enorme río navegable hacía el futuro.
También hiciste un curso acelerado de meteorología y en el descubriste que para combatir los fríos del alma no hay nada como la dulce golosina del amor, ese que sientes por tus hijas e hijos. Supiste que para sobrevivir a una ciclogénesis explosiva no hay nada como las caricias del hombre que es tu compañero. Decidiste poner sobre tu casa un enorme paraguas que proteja a tu familia de las inclemencias meteorológicas, es de un material especial que convierte la lluvia de los problemas en carcajadas de amor, y los rayos y truenos de la enfermedad en un cascabeleo de fortaleza y esperanza.
No hiciste la zonga cuando se impartían clases de geología, y por ellas supiste que no hay que temer a la presión, porque es esa fuerza la que convirtió el carbón en diamante. Eso te ha permitido ser una mujer que sabe que quien tiene miedo y escapa es cobarde, que quien no tiene miedo deja de ser una persona cuerda, que quien tiene miedo y lo afronta es valiente, por eso siempre tomas a tus miedos por los cuernos, los mira a los ojos y los mantienes a raya. Demuestras que eres valiente cuando defiendes la verdad y rechazas la hipocresía, demuestras que eres valiente cuando reconoces tus propios errores, porque ver los de los demás sabe hacerlo cualquiera, y además eres benevolente con los errores que cometemos los demás, demuestras que eres valiente luchando a brazo entero por hacer realidad los valores en los que crees. Y por eso te admiro tanto, porque como mujer valiente que eres, sabe reírte incluso cuando tu corazón llora, porque no solo eres diamante, tu Patro, eres un brillante bien pulido.
Por supuesto has realizado cursos de lengua y literatura, y a la hora de poner tus conocimientos en práctica no escribes con tinta sobre papel, tomas en tus manos los folios, los pliegas, los cortas, y por sorpresa el papel blanco adopta la forma de una ranita que salta, o de un barco que navega, y aprovechas su presencia para contarnos bellísimas historias, sabedora de que la palabra es un arma potente, cargada de futuro y esperanza.
Conoce varios idiomas, pero no de los que separan a los pueblos y marcan fronteras. Conoces las lenguas universales que todas las personas del mundo hablan. Sabes que la sonrisa es el idioma de las personas inteligentes, y por eso tu sonríes con sinceridad y siempre nos contagias de ese virus que es imprescindible para mantener en forma el alma. También sabes que cuando el cuerpo no tiene modo de expresión para algo sublime, llora y cuando conoce la lágrima está listo para saber lo que es la alegría, por eso cuando nos ves tristes arrimas tu hombro y nos dejas llorar, tras la lágrima vendrá la risa.
Tu sabes lo que es la amistad , y eso es un riesgo, porque quien la conoce y la practica padece del corazón, es la consecuencia inevitable de entregar lo mejor de una misma sin condiciones, por eso el tuyo baila pasodobles y de vez en cuando sientes un zapateado en el pecho. Pero como la compañía de teatro que vimos en este mismo escenario el sábado pasado, tu le dices, quieto chaval, tango y olé.
Es un privilegio ser tu amiga, porque a las personas a las que quieres, y somos muchas, nos guardas bajo la llave de tu propia vida. Sin ti no es posible comprender la magia blanca que nos mece. Si tengo que definirte, sin dudar digo que eres como la fluorescencia de las luciérnagas, eres capaz de iluminar cuando todo se nos pone oscuro. Llegas y nos envuelves con tu luz, yo lo sé porque la tengo atrapada en los mensajes que me envías al móvil cuando estoy nublada, y no se si sabes cuanto bien me hace y cuanta fuerza me das. Tu eres una amiga que cuando nos coges la mano, acaricias nuestro corazón. Eres como la sangre que acude a la herida sin ser llamada, para protegernos de los peligros que nos acechan cuando somos más vulnerables. Contigo la amistad no es una palabra, es un hecho. Practicas el noble arte de la amistad en lucha, por la cual puedes herir y dejarte herir con la verdad antes de permitir que la mentira nos destruya.
Cuando conversamos ante una taza de chocolate, el universo de tus ojos, que habitualmente cuentan lo que has vivido, en ocasiones preguntan, y dicen quiero saber, quiero saber donde se encuentra toda la verdad, por qué los ríos ya no cantan, por qué la gente no sonríe, por que las guerras genocidas, por qué las mujeres torturadas, porque los niños maltratados, por que los viejos olvidados, por qué los sueños prohibidos…
Entonces eres consciente de que debemos bebernos las calles, porque es nuestra responsabilidad movilizarnos en la búsqueda de soluciones, y así conseguimos que esas tremendas injusticias se transformen en expresiones de nuestra esperanza.
Defiendes que el respeto es el poema de amor de la dignidad humana. Un valor que no se hereda, que es preciso adquirir. Dices que nunca se debe permitir que a una persona le pierdan el respeto, porque si esto ocurre luego es muy difícil poder recuperarlo,
Y esta es una de tus luchas, porque tu eres una pacífica guerrera y cuando te agota el combate no violento, miras al cielo estrellado, porque en el obtienes tu fortaleza.
Cuando pienso en ti regreso al color dorado de los cerros de nuestra cuevas, que tanto amamos, tu lo llevas en la sangre por tu padre y tu hermano que sabían picar las entrañas de la tierra para encontrar su corazón y permitir que nos proporcionase seguridad y calor a quienes buscamos el manto protector de la arcilla. Cuando pienso en ti de pronto puedo oler a romero, a tomillo, a madreselva, a hierbabuena… porque tu eres naturaleza evocadora de mil sensaciones placenteras.
Entre tu y yo hay algo más que complicidad, hay algo que escapa a la razón, entre tu y yo hay algo intangible y profundo que me mantiene a tu lado. Hay una línea que no sé escribir, hay algo capaz de latir con la fuerza de una locomotora de vapor y de transmitir una emoción sutil y cálida. Por eso me gusta caminar junto a ti, porque sin duda sabes sentir la vida palpitando en tu corazón cada mañana y te pido que nunca dejes que las alas de tu libertad pierdan una sola pluma, y siempre que alguien intente limitarla pregúntale, si te gustan mis alas ¿por qué te empeñas en cortarlas? Y recuerda siempre que no hay ni ley ni cárcel capaz de aprisionar los pensamientos, que son la esencia real de la libertad.
Yo se que de coraje se alimentan tus venas, que con tu corazón rebelde combates las penas, clamas y luchas por la justicia, eres una mujer con principios con la que se puede contar. Me emociona saber que eres capaz de perseguir imposibles hasta hacerlos realidad. Ten la certeza de que llegará el día con el que soñamos, porque nosotras sabemos que la noche de la injusticia se terminará y mientras tanto seguiremos avanzando, con la ayuda de los hombres que nos quieren y respetan, por un camino sin retorno hacia un nuevo mundo más justo, más solidario, más igualitario y en paz.
Sabes que es lindo ser mujer y andar sin apuros disfrutando del sol y los días nublados, gozar de la lluvia, respirar el aire puro, sentir la calma en los momentos agitados.
Quizás no seas perfecta, aunque lo pareces, pero no creas que te hace falta. Nos gustas como eres, te queremos por lo que eres.
Nosotras estamos cerca de ti, tejiendo redes de sororidad, y no dejaremos que el ruido de la lluvia nos aparte de ti.



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