Acurrucada en los pliegues del tiempo vencí a la muerte.
Ana María Rey Merino.
7.10.09
Creo que fue en el mes de mayo cuando el ayuntamiento de Guadix pidió a las asociaciones de mujeres que presentaran propuestas para denominar las calles del nuevo polígono industrial que por decisión plenaria lleva el nombre “Príncipe Felipe”. Entonces la Asociación “Cuatro Veredas” apostó por una mujer del mundo antiguo vinculada con el conocimiento científico: Hipatia de Alejandría.
Esta semana oirás su nombre a diestro y a siniestro porque llega a los cines la última gran superproducción cinematográfica de Alejandro Amenabar “Ágora” que como ya sabes tiene por protagonista a esta fascinante mujer.
Si me permites el atrevimiento, yo te recomiendo que antes de ver la película te acerques a una biblioteca y pidas a su responsable “el guardián o guardiana de los tesoros del conocimiento”, alguno de los muchos libros que hablan de ella. A mi me gustan dos especialmente. El que se titula “Hipatia de Alejandría” de María Dzielska, escritora polaca que ejerce como catedrática de Antigua Roma en la Universidad de Cracovia, es una joya de trabajo académico concienzudo y meticuloso, pero de lectura amena y comprensible para cualquier persona curiosa, que responde a la múltiples preguntas que nos podemos hacer sobre la filósofa de Alejandría. Como ha pasado con María Magdalena, Hipatia ha sido reciclada para acomodarse a las necesidades emocionales de cualquiera que se ha vuelto a mirarla, por lo que los enfoques van desde el racional al romántico, del nostálgico al futurista, pero Dzielska la desmitifica, examina con paciencia las fuentes originales, y va más allá de la leyenda para ofrecernos la historia verdadera de la vida y la muerte de Hipatia, además de nuevas ideas sobre su mundo. Nos descubre como historiadores, poetas, novelistas victorianos y feministas actuales han visto en Hipatia un símbolo del ocaso de la cultura clásica y de la libertad. Dzielska nos retrotrae a la Alejandría de los días de Hipatia, construye un cuadro convincente y lleno de color de los discípulos y enseñanzas de la joven filósofa.
El otro libro es de una autora aragonesa llamada Magdalena Lasala que se titula “La conspiración Piscis”. En este caso estamos ante una novela histórica que de forma entretenida y bien documentada nos proporciona muchas claves de comprensión. La señora Lasala comienza su texto con una cita de Hipatia,”Defiende tu derecho a pensar: porque incluso pensar de manera errónea es mejor que no pensar” Imagino que compartirás conmigo que a pesar de ser formulada en el siglo IV no ha perdido su vigencia, de hecho el otro día vi una pintada realizada con aerosoles en un muro, que interrogaba ¿eres normal, o aún piensas?
Hipatia fue una filósofa neoplatónica elocuente y famosa por su belleza; vivió a caballo de los siglos IV y V en Egipto. Era hija del astrónomo Teón que se ocupó de darle una formación que muchos consideraron inapropiada para una mujer. Fue la primera de la historia de la humanidad, de la que se tiene noticia documentada, que estudió y desarrolló varias disciplinas, desde la Geometría hasta el Álgebra, pasando por la Filosofía y la Astronomía. Estudió la historia de las diferentes religiones que se conocían en aquel entonces; oratoria y los principios de la enseñanza. Escribió más de cuarenta libros. Se interesó por la mecánica y puso en práctica la tecnología. Se sabe que inventó un aparato para destilar el agua; un hidrómetro graduado para medir la densidad los líquidos y un artefacto para medir el nivel del agua. El astrolabio plano está entre sus aportaciones, un instrumento que se usaba para medir la posición de las estrellas. Viajó a Atenas y a Roma siempre con el mismo afán de aprender y de enseñar, convirtiéndose en un referente cultural en los países que baña el Mediterráneo oriental; amén de ser un ejemplo de curiosidad científica.
Mujer de fuerte carácter, amaba profundamente su libertad, por lo que resultaba incómoda para las autoridades.
Lo que definitivamente parece indiscutible es que fue asesinada en el año 415 por cristianos llamados Parabolanos que se sentían amenazados por su erudición, sabiduría y la profundidad de sus conocimientos científicos. Cirilo, que más tarde se incorporará al santoral, nunca soportó la independencia y brillantez intelectual de Hipatia, y son muchas las voces que le señalan como inductor del crimen. A pesar de los intentos de manipular la historia, y ocultar a Hipatia, hoy las estrellas nos la devuelven en todo su esplendor, porque ellas han hecho justicia cósmica con una inteligente mujer que las amó y quiso que las conociésemos.
miércoles, 14 de octubre de 2009
Acurrucada en los pliegues del tiempo vencí a la muerte.
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