Lina Odena la voz silenciada.
Ana María Rey Merino
Septiembre de 2009
Las transformaciones que se realizan en el urbanismo de la ciudad hace que algunas veces leamos informaciones que nos resultan difíciles de interpretar como, por ejemplo, la existencia de una tintorería que pertenecía a la familia Mula y que estaba situada en la Placeta del Molino de Guadix. Yo tengo la fortuna de disponer de informantes privilegiados como mi suegro, Torcuato Hernández Rodríguez, un enamorado de la ciudad y persona curiosa con una prodigiosa memoria que, con su permiso, yo exploto con mucha frecuencia, dado que además es un agradable conversador.
La Placeta del Molino se encontraba entre la zona comprendida entre el Arco de San Torcuato y las Escaleras de Carnicería. Más o menos donde hoy está la Delegación de Hacienda, se desarrollaba la actividad de la industria tintorera, donde se realizaban aquellas vistosas y abrigadas colchas de lana, tan típicas de Guadix. Daba trabajo a buen numero de mujeres.
En un momento que no he podido determinar con exactitud pero que se acota entre 1936 y 1938 esta industria fue colectivizada y paso a llamarse Lina Odena, y esto llamó mi atención.
¿Quién era Lina Odena y cómo se vinculó su nombre a la ciudad de Guadix eran las preguntas que me rondaban? En este mes de septiembre que se cumplen 73 años de su muerte quiero rescatarla para nuestra memoria colectiva.
Paulina Odena García, había nacido el 22 de enero de 1911 en Barcelona. Sus padres José y Dolores, regentaban una sastrería en el barrio barcelonés de Grácia. Asistió al colegio hasta los once o doce años y desde pequeña ayudó en el taller familiar, donde aprendió el oficio que más tarde ejercería. Cuando el 14 de abril de 1931, se proclama la II República se afilia a la UGT, donde entabla contactos con miembros del Partido Comunista al que se afiliará en mayo de ese mismo año, una decisión que provoca conflictos en el seno de su familia que la llevará a independizarse.
En 1931 formó parte de una delegación de jóvenes catalanes que fueron a la Unión Soviética y estuvieron allí algo más de un año estudiando en la Escuela Marxista-Leninista de Moscú y obteniendo la formación necesaria para formar parte de los cuadros dirigentes del Partido Comunista, allí coincidió con Jesús Hernández, Enrique Lister y Modesto. Al regresar a España, pasó a formar parte de las Juventudes Comunistas de Cataluña de la que en febrero de 1933 será Secretaria General debido a su gran capacidad de trabajo y su inteligencia. Ese mismo año fue candidata al Parlamento de la República.
El 29 de junio de 1933 publica en “Catalunya roja” un articulo titulado “A las mujeres obreras” en el que hace un repaso de las diferentes posiciones que mantienen los distintos partidos políticos respecto al derecho al voto de las mujeres. Afirma que “la Lliga trabaja febrilmente por medio de sus organizaciones en las sacristías convertidas estas en oficinas electorales y principalmente entre las familias obreras que reciben algún socorro de las organizaciones cristianas”. Respecto a la Ezquerra su discurso de que las mujeres no están preparadas y que su participación electoral puede ser perjudicial para la República, “se sustenta en los movimientos y maniobras que se ven por parte de la Iglesia”. Según ella el Partit Comunista de Catalunya “ha luchado siempre por los derechos políticos y sociales de la mujer, pues reconoce que solo con la participación activa en la lucha, la mujer adquirirá una educación política y plena conciencia de sus actos y si bien puede ser que al principio las derechas obtengan algunos votos de las mujeres obreras debido a las influencias que ejercen sobre ella, en cambio esta se dará cuenta rápidamente de cual es el verdadero partido de clase que defiende a los obreros, el Partido Comunista y poniéndose al lado del mismo, luchará por su emancipación total, contra el capitalismo que la explota y la esclaviza, y por la instauración de un régimen comunista de igualdad completa”.
Al producirse en Cataluña la sublevación de octubre de 1934, Lina Odena fue una de las pocas mujeres que empuñó el fusil, participando activamente en algunos combates que tuvieron lugar en la carretera de la Rabassada o en San Cugat. Al fracaso del movimiento, Lina pasó a la clandestinidad formando parte del también clandestino Socorro Rojo Internacional, siendo detenida y fichada en Barcelona por la policía en agosto de 1935.
Es entonces que se une a la delegación española que viaja a Dinamarca para participare en Copenhague en el IV Congreso de la Internacional Juvenil Comunista. Este Congreso tuvo gran importancia pues en él se decidió que las juventudes comunistas debían unificarse con las de otros partidos para ser fuertes. Para esta labor Lina fue requerida por el PCE y se instaló en Madrid.
Al convocarse las elecciones generales de febrero de 1936, Lina fue encargada de acompañar a Dolores Ibárruri, la Pasionaria, en los mítines que ésta tuvo que dar en por toda la geografía española. Triunfará del Frente Popular gracias a la movilización, por primera vez, de toda la izquierda, unida en un frente común contra los sectores reaccionarios y eclesiales.
Al iniciarse la Guerra Civil Española en julio de 1936 Lina estaba en Almería donde tenía lugar el Congreso Provincial de Unificación. Tomó las armas participando en los combates que tuvieron lugar y donde jugaron un importante papel a favor de la República la llegada de dos compañías de aviación huidas de Granada, que unos días más tarde la nombrarían delegada y representante de la unidad en el Comité Local. Como símbolo de su cargo, Lina lució con orgullo, sobre su mono de miliciana, las alas de la aviación desde aquel día y hasta su muerte, tal como atestiguan sus últimas fotografías.
La columna a la pertenecía Lina estaba formada por milicianos, antiguos soldados de aviación y marinos procedentes de Almería, recibió instrucciones de tomar Guadix. Entonces Lina entabló amistad con Antonio Pretel, diputado comunista y jefe de otra columna que tenía los mismos objetivos. Curiosamente Pretel Fernández, era natural de la vecina localidad de Gor, fue elegido diputado en mayo de 1936, en la repetición de las elecciones al Congreso de los Diputados, después del pucherazo que habían dado las derechas en febrero y que provocó su anulación. Era el primer diputado comunista de la provincia en toda su historia. Él organizó fuerzas milicianas en la provincia y dirigió un Batallón interviniendo en la ocupación de Guadix.
Así es como Lina llega a nuestra ciudad. Enseguida contacta con las juventudes de UGT y dado que ella es una mujer que despliega gran optimismo y es capaz de seducir con sus ideas revolucionarias de justicia social, se embarca con cuatro jóvenes ugetistas en el mes de agosto de mil novecientos treinta y seis, en la fundación del periódico local “La Voz de Guadix”
Trabajaba como corresponsal de “Mundo Obrero” por lo que estaba en continuo movimiento por toda la provincia. En el fatídico día 14 de septiembre, junto al Pantano de Cubillas, el chofer que conducía el coche se equivocó en un cruce y fue a dar directamente a un control de los falangistas. Viéndose rodeada, Lina sin dudarlo dos veces sacó su revolver y se suicidó. En un homenaje celebrado en su memoria en el mes de octubre Margarita Nelken se dirigió a un numerosísimo público diciendo: “Todos saben el significado de la pasión y muerte de Lina, pero no lo han comprendido; Lina se mató para no caer en manos de aquellas gentes que nada tienen de humanos y no saben respetar a las mujeres”
Las dirigentes socialistas, comunistas y anarquistas sabían como se las gastaban los golpistas con las mujeres y Lina no estaba dispuesta a permitir que la humillasen y acabasen con su dignidad.
Muchas mujeres importantes hablaron de ella tras su muerte. Dolores Ibarruri escribe de ella:”.. siempre dispuesta, activa, cariñosa, abnegada, riendo con sano optimismo ante las mayores dificultades. Su voz, con fuerte acento catalán, hablaba de trabajo, de organización, de victorias, de triunfos decisivos sobre el fascismo...”. Juana Doña que vivió en sus carnes la represión de las cárceles franquistas y lo plasmó en su libro “Desde la noche y la niebla” decía de Lina que“era una mujer fuera de lo común, absolutamente entregada, de inteligencia privilegiada, la mejor oradora que había en toda la zona republicana (después de Pasionaria), una propagandista formidable, su voz y su ademán correspondía a una extraordinaria agitadora, pero además era analítica, escribía muy bien, inspiraba confianza por su honestidad” Mary Nash dice en su libro “Rojas”: "Mujeres como la joven activista Lina Odena personificaron la resistencia antifascista en las leyendas de la guerra”
Pero además fue inmortalizada en múltiples poemas, y he podido encontrar estos versos de un soldado del 270 Batallón llamado Galiana Aragonés titulado “A la muerte de Lina Odena” que se publicó el 12 de septiembre de 1937 en el órgano ¡En Pie! de la Brigada Mixta número 13: Canciones de violines/ dicen que te cortejaban/ y que tus suspiros eran/ antigüedades romanas/ de Guadix a Santa Fe/ hasta bañarse en Alhama.
Seguramente las mujeres de Guadix de los durísimos años de guerra, la conocieron y supieron que había otras formas de ser mujer. Lamentablemente y como un anticipo de lo que después se nos vendría encima, Lina murió y su voz quedó silenciada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario