miércoles, 3 de diciembre de 2008

Orfandad Constitución.


Clara Campoamor

Dolores Ibarruri

Pilar Brabo
Marta Mata

Carmen García Bloise

Mª Victoria Fernandez España

Carlota Bustelo


Ana Ruiz Tagle

María Izquierdo

Soledad Becerril


Orfandad de la Constitución.
9. 12.2003

Durante estos días todos los medios de comunicación han hablado de la Constitución y de sus padres. Como no podía ser de otra manera, me he preguntado si cuando formulaban la expresión padres, se referían también a madres o solamente a varones en plural.
Después de leer artículos de distintos periódicos la conclusión era evidente: nuestra carta magna está huérfana de madres. Es cierto que nos devolvió la ciudadanía, pero no es menos cierto que repitió errores pasados con la excusa eterna de que eran momentos delicados en los que tenía que prevalecer el consenso y para hablar de la igualdad de las mujeres ya habría tiempo más adelante. Veinticinco años después hemos tenido la oportunidad de reivindicarla en el espacio escénico del teatro Mira de Amescua, con motivo de la presentación del I Plan de Igualdad entre mujeres y hombres, una realidad en la que trabaja la Asociación para el Desarrollo Rural Comarca de Guadix. Allí oímos al Presidente de la Diputación decir que no debería ser necesaria esa reivindicación, pero mira por donde aún estamos en este punto.
Es bueno que recordemos otros importantes momentos de la historia en que las mujeres hemos perdido el tren en pro del consenso y la consecución de la paz. Por ejemplo la Revolución Francesa de 1789, en aquel momento las mujeres salieron a la calle, combatieron hombro con hombro con sus compañeros por la lograr la libertad, la igualdad y la fraternidad, pero finalmente quedaron excluidas, igual que los niños y los locos.
Entre la primera y la segunda Guerra Mundial los gobiernos pidieron a las mujeres que salieran de sus casas para hacerse cargo de fábricas, hospitales, servicios públicos.... pero cuando las contiendas terminaron tuvieron que volver al ámbito de lo privado, y ni siquiera obtuvieron el reconocimiento del elemental derecho al voto.
En España dimos un importantísimo paso adelante con la Constitución republicana de 1931 ya que se consagró el sufragio universal, el matrimonio civil, la posibilidad de divorcio, la legalización del aborto y la anticoncepción, y la mayoría de edad a los veintitrés años igual que los hombres. En ese momento era ponente constitucional Clara Campoamor. Pero llegó la dictadura de Franco y retornamos al Código Civil de 1889, para empezar ¿qué era eso de votar?, ordeno y mando, también se borraron de un plumazo del general los logros que he mencionado anteriormente, las mujeres que se casaban debían abandonar sus trabajos, se consagró una perpetua minoría de edad para las casadas que sin licencia de su legítimo no podían comprar ni vender ya que él era el administrador único de los bienes del matrimonio... Pero haré una mención al artículo 57 que decía que el marido debe proteger a la mujer y esta obedecerle porque esta injusta norma, que da por supuesta la inferioridad de la mujer, institucionalizó la autoridad marital y está en el origen de muchas de las desgracias que han sufrido las mujeres, la más cruel de todas es la violencia doméstica de la que todavía hoy no hemos podido desembarazarnos.
Es por esta evidente fragilidad que tienen los derechos de las mujeres, que hemos de hacernos fuertes, sea cual sea nuestra posición ideológica (porque de una u otra forma todas la tenemos) y hemos de exigir que las mujeres estén en el poder, que tengan verdadera capacidad para hacer y deshacer, y de esta manera poder llegar al núcleo del patriarcado que sigue intocable en la sociedad civil, en el mercado, en las religiones y en el mundo de la política.
Pero volviendo al principio, en las fotografías que he visto solo estaban los varones encargados de elaborar la ponencia que se discutiría en el pleno de las Cortes constituyentes. En algún sitio tenían que estar las mujeres, así que busqué a las que en aquel momento eran parlamentarias y allí estaban, un total de veintiséis y como no puedo mencionarlas a todas si escribiré algunos nombres: Maria Izquierdo, Ana Ruiz Tagle, Carmen García Bloise, Carlota Bustelo, Dolores Ibarruri, Marta Mata, Soledad Becerril, Pilar Bravo, Mª Victoria Fernández España.... Sirva como un homenaje a estas madres de la Constitución, porque su aportación (como la de todas las mujeres) es imprescindible en cualquier nacimiento.