Un Corregidor republicano.
14 de abril de 2009
Guadix es fértil en hombres y mujeres inteligentes, que se han hecho preguntas, que han buscado respuestas y que han sido enterrados por el olvido. Dicen que nadie ha padecido, con más severidad, el rencoroso apartamiento de las generaciones de accitanos que le siguieron, que Pedro Antonio de Alarcón. Yo discrepo, pero solo un poco, dado que esta afirmación es aplicable a muchas otras personas, y especialmente a todas sus mujeres.
Este mes de abril que, inevitablemente, asocio con la República, con los avances que trajo en lo social y en lo cultural, quiero invitarte a conocer a un republicano con el que tenemos una deuda de respeto y gratitud.
Podría haber sido José Requena Espinar, aquel republicano intachable, propietario y director del periódico El Accitano que tan valioso ha sido para el conocimiento del Guadix del siglo XIX, pero no, va a ser uno de sus discípulos intelectuales. Me consta que siguió sus huellas y hurgó en su silenciada trayectoria, quizá por eso cuando me sumerjo entre viejos periódicos me siento muy cerca de ambos. El personaje de hoy, nacía en 1906, unos meses antes de que falleciese Requena.
Rafael Carrasco García es un hombre muy interesante, culto, curioso, metódico, que reúne todas las características de un intelectual, que ama su pueblo y a sus gentes, que asume cuantas responsabilidades se le encomiendan, y que hace patria siempre que tiene oportunidad.
Su madre era la accitana Angustias García Ochoa y su padre un malagueño superviviente de la Guerra de Cuba llamado Salvador Carrasco García. Rafael realizó sus estudios primarios en el Colegio de la Presentación, después pasó a la Academia de las Angustias, y finalmente estudió Derecho en la Universidad de Granada. Al licenciarse volvió a Guadix y montó su despacho de abogado en el numero 9 de la Plaza Osario, donde vivía con su padre y dos de sus hermanos, desafortunadamente su madre ya había fallecido.
Uno de sus profesores fue Fernando de los Ríos, quien ejerció gran influencia sobre él, y probablemente fue responsable de su toma de conciencia en diferentes cuestiones sociales. De hecho el Partido Socialista pide a Carrasco que pronuncie el discurso del Día del Trabajo, hecho que se recoge en la crónica de "El Defensor de Granada" el 5 de mayo de 1931, y lo hace con una gran repercusión, en la Casa del Pueblo de la calle San Marcos, que Requena llamaba "la casa grande del Osario" Allí Rafael afirmó, refiriéndose a De los Ríos, que junto a él pasó los mejores momentos de su vida universitaria y que era una garantía, para la solución de los problemas de España, que persona tan eminente fuera ministro.
Tiene 28 años cuando es designado presidente de la Comisión Gestora que toma posesión en la sesión plenaria del 27 de enero de 1934, y en solo dos años realizó una fecunda labor. Destacaré su impulso a las políticas sociales. Puso en marcha un importante proyecto de la República: las cantinas escolares. Institución que tenía como objetivo paliar las necesidades de la infancia que acudía a la escuela pública, en la que la pobreza, el hambre, la falta de higiene y las enfermedades eran palpables. Las cantinas tendían a complementar la educación recibida en la escuela, a suplir las carencias alimenticias y a eliminar las barreras sociales, ya que podían asistir a los comedores tanto quienes tenían recursos (que pagaban el servicio) como quienes no. Para garantizar el cumplimiento del objetivo se controlaba estrictamente la asistencia escolar. Los y las maestras daban fe de ello diariamente, si no iban a la escuela no podían acceder al comedor. La escolaridad actuaba así con varias finalidades: alimentar el cuerpo, fortalecer el espíritu, y prevenir la marginalidad infantil. En 1935 se constituye el Patronato de Cantinas Escolares que presidiría él, y en su equipo dos mujeres, la tesorera Carmen Mula y la vocal Pilar Hernández Portillo. La idea cuajó poco después en Darro y en Gor, luego en Diezma, Alquife, Lanteira y Benalua.
Desarrolló también una importante gestión cultural, en la que destaco la recuperación de la memoria de Alarcón. Fue amigo de Falla, de Lorca, de Hermenegildo Lanz, de Ángel Barrios y de Elena Martín Vivaldi, que vino a actuar a Guadix, a petición de él, con motivo de los actos del tercer centenario de la muerte de Lope de Vega.
¿Sería posible que los portavoces de Izquierda Unida (por su condición de republicano), del PSOE (por su compromiso con las clases obreras) y del PP (por justicia institucional) redactasen una moción conjunta para dedicarle una plaza?