Billy Elliot accitano.
22 Septiembre 2003.
Leo atentamente la información que Ortiz Valero aporta en la contraportada del Wadi-as de la semana pasada. Hace referencia al primer curso de baile clásico realizado este verano en el Liceo Accitano. En él colaboraba la Asociación de Amigos de Guadix y Comarca, y lo impartía la profesora Beatriz Chirinos Rivas. Nos anunciaba también la creación de una Escuela de Ballet para niñas de 4 a 13 años.
Es al llegar a este punto cuando empezó a resonar en mi cabeza el nombre de Billy Elliot. ¿Y quién es?. Es el protagonista de una película británica que se realizó en el año 2000 y que ya se puede localizar en las videotecas. El protagonista es un muchacho que descubre de forma accidental su amor por la danza. La situación familiar que le rodea es muy especial porque su madre falleció recientemente, su abuela padece una demencia y su padre y su hermano mayor están atravesando una crisis en sus empleos por la huelga de trabajadores en la mina. Su progenitor se empeña en que sea boxeador y le paga unos entrenamientos que a él le aburren. Los varones de su casa no quieren oírle hablar de la afición recién descubierta, ni de su deseo de ser bailarín, porque eso sería impropio de un hombre que se precie de serlo. A pesar de la adversidad no se desanima y además encuentra la complicidad de su profesora que le enseña y le abre puertas. Con constancia y esfuerzo logra ser un virtuoso de la danza y el consiguiente reconocimiento social.
Espero que la Escuela de Ballet que se pone en marcha lo tenga en cuenta y desde el primer momento intente descubrir el potencial de los niños, en masculino plural, y animarlos para que se incorporen al proyecto. Cualquier iniciativa que no contemple y estimule la participación igualitaria de hombres y mujeres es vana. Y además sería imposible conseguir uno de los objetivos que la escuela se propone: el de poner en escena episodios destacados de la historia de nuestra ciudad y de los pueblos de la comarca, y dar vida a los importantes personajes que aquí nacieron.
Que no olviden, quienes aman la danza, que es una forma de expresión en un ámbito muy plástico y potente. Que no se debe bloquear el acceso a esta forma de creación y manifestación artística a los varones con la trasnochada idea de que no tienen espacio por falta de agilidad y sensibilidad, porque ya sabemos que eso es falso.
Y recordando nociones de cultura general traigamos a nuestra memoria los nombres de importantes bailarines como Rudolf Nureyev, que es para mí el más fantástico y popular intérprete del ballet del siglo XX. Nació en 1938 en el vagón del tren que llevaba a su madre a Vladivostock. Con veintitrés años se produjo un hecho que sería fundamental en su trayectoria profesional: recibió la invitación de Margot Fonteyn, la indiscutible estrella del Royal Ballet de Londres, para unirse a ella como pareja en los escenarios. La poderosa atracción que Fonteyn y Nureyev llegaron a ejercer sobre el público internacional, determinó que durante las presentaciones del Royal Ballet fuera de Gran Bretaña, debieran bailar en todas las funciones. Hace diez años, el día de Reyes, él murió en París.
Pero hoy están vivos y bailando el argentino Julio Bocca con un extraordinario espectáculo que se pasea por distintos teatro españoles y Nacho Duato que posee sensibilidad, talento, belleza, dominio de la técnica, una educación exquisita y todo ello aderezado con su maravillosa inquietud personal que cada año le lleva a sorprendernos con la puesta en escena de una nueva coreografía.
En la escuela que nace en nuestra ciudad es necesario que cada cual represente su papel y por tanto deberemos contar con Abentofail, Pedro de Mendoza, Manuel Venegas y Maese Pedro por citarlos a ellos. Y también con ellas: Hamda, Caya Plancia Romana, Soledad Pérez, Yamila .... De forma que retornen a nuestras calles todos y todas las que en la historia y en la fantasía de nuestra cultura han sido, al ritmo de dulces melodías y expresándose a través de jóvenes cuerpos que seguro rebosan arte.
