martes, 1 de julio de 2008

Salir del armario



Salir del armario.
26 de junio de 2007.

Esta semana un céntrico barrio de Madrid se va a convertir en el centro europeo de la homosexualidad. Chueca se encuentra en la frontera de la Gran Vía y recibe el nombre de una de sus plazas. Es ahora una bulliciosa y atractiva zona de la capital, al igual que el barrio neoyorquino de Chelsea, el de Castro en San Francisco, el parisino Le Marais, o el Soho londinense donde tuve la oportunidad de pasar una noche muy animada y divertida.
Naturalmente la semana del orgullo gay se celebra en verano, porque es la estación del año más libre, pagana, luminosa y desabrochada. ¿Sabes por qué su día es el 28 de junio? La decisión se tomó en 1985 para recordar lo que sucedió en la ciudad de Nueva York ese fin de semana de 1969. En un bar de ambiente llamado “Stone Wall” irrumpió una patrulla de policía, como tantas veces, para realizar un supuesto control de bebidas alcohólicas, cuando en realidad se dedicaban a humillar e insultar a la clientela y finalmente desalojar el local. Pero en esta ocasión la clientela se rebeló ante tanta vejación, la policía se vio acorralada, pidieron refuerzos, llegaron, pero con ellos también más homosexuales para defender sus derechos civiles. El enfrentamiento duró tres días y terminó con un muerto, muchos heridos y montones de detenidos. Aquel gesto de no dejarse avasallar fue el inicio de un largo camino por la visibilidad y la dignidad. Pero aun hoy las cosas no son fáciles para este colectivo y menos en zonas como las nuestra con gran influencia de la iglesia católica.
He buscado entre los recortes de periódicos que guardo, una entrevista realizada a Monseñor Reig Pla, Obispo de Segorbe-Castellón, persona que tiene autoridad para decir lo que dice, en la que explicaba el fenómeno gay. Por un lado las personas homosexuales "deben ser acogidas con compasión y delicadeza. Se evitará respecto a ellas, todo signo de discriminación injusta" es decir, hay que respetarlas porque su homosexualidad no les resta ni un ápice de su inalienable dignidad de personas.
Bien distinta es la inclinación homosexual, ya que es "objetivamente desordenada" aunque no constituye materia de pecado. Para corregir este desorden, que admite cura según monseñor, hay que prestar ayuda psicológica y espiritual. Sin embargo los actos homosexuales son materia grave de pecado, ya que se trata de "depravaciones graves, son contrarios a la ley natural y no pueden recibir aprobación en ningún caso".
Para monseñor el hecho de que grupos de gays y lesbianas se organicen en asociaciones, se coordinen y constituyan grupos capaces de generan opinión social, mediática y política, formando el llamado lobby gay, es síntoma de enfermedad social, lo que hace que” en España se sufra las consecuencias de tan perversa ideología, lo que se traduce en el talante de quienes nos gobiernas y en las leyes que promulgan en contra del matrimonio, la familia, la educación…”
Según Reig-Pla, el homosexualismo político es una estrategia para convencer a los partidos políticos, de todo signo, de la rentabilidad electoral de hacer concesiones legislativas al lobby homosexual. Refiere, yo creo que un tono irónico, porque hace referencia a los colores (no olvides que el arco iris es la bandera de este movimiento) como desde la caída del Muro de Berlín, los grupos de izquierdas derivan, "del rojo (marxismo) al verde (ecologismo), y ahora del verde al rosa (homosexualismo)” y señala que los partidos de centro-derecha no se han visto libres de este mismo giro cromático.
No me cabe duda de la sinceridad de la Iglesia católica cuando afirma que ama y respeta a todas las personas, y que no puede aceptar la normalidad de la homosexualidad. De igual forma creo que se opone con fuerza a lo que llama lobby gay, porque está demostrando su fuerza en el mundo de las ideas que se intercambian con libertad entre gente inteligente que puede calibrar el peso de los razonamientos y tomar posiciones. La iglesia católica, otras iglesias cristianas y otras religiones, ven como la sociedad interioriza que la homosexualidad es algo natural, que identifica a personas que pueden ser buenas o malas, guapas o feas, inteligentes o tontas, trabajadoras o vagas, alegres o tristes… y que también responde a la verdad, el bien y la belleza de la persona.
Permíteme, para terminar, que exprese mi solidaridad con las lesbianas que cada día sufren la doble marginación de ser mujeres y homosexuales, para ellas la hospitalidad de mi corazón al sol del albedrío.