El baile de carnaval baratario del Liceo.
25 de febrero de 2009
La Asociación Barataria ha manifestado públicamente que "aglutina a personas con deseos de salir de ámbitos encorsetados, de descalcificar las arterias del alma y luchar contra la esclerosis creativa"
Es una asociación que "volitivamente se manifiesta hedonista y contemplativa, lúdica y sentimental, comprometida pero sin gritar, trolera, teatrera, soñadora radical, francotiradora emocional y utópica hasta recalcitrar" condescendiente con quien peca e inflexible con quien triunfa. Para mantener el tipo está ojo avizor al amor, la inspiración y demás sinónimos, para distinguir, como decía Antonio Machado "de entre todas las voces, una"
Dicho esto no puede extrañarte que fuese iniciativa suya organizar un "Baile de Carnaval" en los salones del Liceo Accitano.
La propuesta encontró el apoyo del periódico Wadi-as, de Radio Guadix, y de los establecimientos The English Centre, El Globo, Habana Café, Publi Ceb, Carnes del Bierzo y Foto Lis.
Como no podía ser de otra manera, preparé mi vestido, mis plumas y mi mejor estado de ánimo para no perderme el renacer de una de las más bellas tradiciones culturales de la ciudad. Sobre la misma escribí un largo artículo titulado "Velos, sedas y plumas" en febrero del año 2004, que si tienes interés puedes encontrar en este blog.
Sí quiero recordarte que nuestro insigne y universal Pedro Antonio de Alarcón dejó constancia del acontecimiento social que representaban los bailes de carnaval en 1893, en un artículo titulado "Del baile en general y del baile del Liceo en particular", en el que describe el ambiente alegre que lo preside, felicita a los organizadores por el buen gusto mostrado, y dirige su vista a lo que ocurre en el salón de baile en el que luces, flores, lazos, cintas, diamantes, perlas, encajes, velos, sedas y plumas, son protagonistas indiscutibles. Al son de la música "las parejas oscilan, tremolan, ondean, se precipitan, corren, saltan, huyen, vuelven, se extasían, se marean…"
Pensaba en esto mientras subía las escaleras del Liceo, despacio y conscientemente, porque una no está acostumbrada a faldas que arrastran por el suelo, a enaguas, a cancán y a mirar con un solo ojo.
Al entrar en el salón de baile, una bella dama vestida de azul nos dio la bienvenida, pidió el nombre de nuestros disfraces y anunciaron nuestra llegada. Nos hicieron entrega de una pulsera roja en la que letras plateadas anunciaban "Carnaval 2009" Acto seguido nos condujeron a una de las salas en la que se ofrecía un tentempié, refrigerio o piscolabis, que no sabría yo muy bien con qué nombre quedarme.
Todas las personas presentes lucían espectaculares disfraces componiendo una bellísima imagen, parecía el interior de un caleidoscopio. Comentaba con la Reina Isabel de Castilla lo curioso que es el hecho de ver tanta cabeza, republicana confesa, con corona: el Marqués de Bejarín, la Duquesa Torcuata Martínez Martínez, una princesa medieval de incógnito, la Condesa de la Capelina Blanca, el Rey Felipe II, su amante la Princesa de Éboli...
Con la media noche se inauguró el baile con una ronda de presentación de los distintos disfraces en la pasarela habilitada al efecto, no teniendo nada que envidiar a la Cibeles Fashion Week, recibiendo los y las modelos toda clase de aplausos y jaleos.
La fiesta siguió con un baile llamado "la máscara errante", que era de pluma roja y varilla, en el que obtuvieron todos los honores la pareja compuesta por "Sor vente" y "El cura Vicente", fue entonces cuando uno de los lacayos presentes y yo comentamos la numerosa presencia clero. El mismo Jesucristo rodeado de un obispo, un cardenal, un fraile, un cura vasco…
La "Gran bucanera" y "Drácula" animaron el baile enseñándonos los pasos básicos de la salsa, actividad que algunos abandonamos pronto, porque la gorguera y la capa no son recomendables para esta actividad, ya he entendido la razón por la que las caribeñas bailan en bikini. Entonces volví a la barra acompañada por "Pocahontas y su novio indio", para hidratarnos.
Fotos del "Chico Ideal" para el ganador del concurso, una Drag Queen con un espectacular atuendo bautizado "Para pluma las mías"; para "Igor" el tuerto jorobado; y para una especie de gran gorila.
El ritmo de la noche no dejó impasible a los zombis, vampiros y vampiresas, mariachis, pitonisas, huevos fritos, yin-yan, gánsters, cíngaras, turistas, tunos, ni a la bella protagonista del musical Cats que lucía absolutamente felina, y que se movían con alegría entre confeti y serpentinas.
Sin lugar a dudas quiero más risas y sueños, por eso el año que viene volveré para disfrutar la dulzura del encuentro y la alegría del Carnaval.