Requena Espinar y "La Cuerda" granadina.
19 de Septiembre de 2006.
Quiero compartir algunas reflexiones que intentan buscar respuesta a la pregunta ¿Cuál fue la relación del director de "El Accitano", José Requena Espinar (1929-1907) con la "La Cuerda" granadina?.
La Cuerda era una desenfadada sociedad literaria y artística del postromanticismo, sin normas, sin lugar fijo de reunión, que congregaba a jóvenes que pretendían ganar fama en cualquier rama de las artes. Existió durante cuatro años (1850- 1854) y en ese tiempo sus componentes se convirtieron en los árbitros de la cultura de la capital granadina.
Proviene su nombre de las grandes cuerdas formadas por ciudadanos liberales, que represaliados, eran enviados por los gobiernos conservadores a las posesiones españolas de Fernando Poo. Les bautizaron así al verles entrar en una función de teatro, que ya había comenzado, cogidos unos a los otros para no perderse en la oscuridad, y haciendo más ruido del que recomiendan las normas de cortesía.
A cada uno de sus miembros se le denominaba "nudo", y no todos eran de Granada capital, porque a esta ciudad llegaban jóvenes procedentes de otros lugares, unas veces para realizar estudios en la Universidad o porque era su destino al pertenecer al ejercito o la administración.
Dado que los periódicos de la época eran importantes generadores de opinión, parte de estos jóvenes eran buscados para que escribieran en ellos sus artículos, fundamentalmente porque eran individuos agradablemente polémicos que sabían captar la atención de la ciudad, y siempre tenían algo que decir sobre teatro, pintura, música, literatura y política. Los más osados los dirigieron como "La Constancia" llevado por la mano de Rafael Contreras; "Fray Chirimiqui" que era responsabilidad de Manuel de Palacio, o "El Eco de Occidente" al frente del cual se encontraba Pedro Antonio de Alarcón, y en el que colaboró asiduamente Requena Espinar desde que se fundara en Cádiz.
Gracias a que Alarcón fue miembro destacado de esta sociedad, ha llegado a ser tan conocida y recordada. A nuestro paisano le bautizaron como "nudo Alcofre".
Quizás por la fuerte personalidad de su paisano y compañero de fatigas Perico, que era capaz de eclipsar a cualquiera; o por querer pasar desapercibido para que no le echaran en cara ser un niño rico; o por su timidez; o finalmente por un cierto pudor personal, es cierto que distintos trabajos consultados no mencionan a Requena como parte de La Cuerda, aunque en el estudio más serio que se conserva sobre la misma, el de José Cascales, su nombre aparece en varias ocasiones.
José Requena recuerda en "El Accitano" a sus compañeros. Así en febrero de 1892 hace referencia al fallecimiento del farmacéutico Pablo Jiménez Torres, "nudo Velones", debido a los dos enormes que adornaban su botica granadina, y entre otras cosas dice: "nosotros desde niños aprendimos a leer y escribir en el mismo colegio, en el del inolvidable Miguel Urbina, calle de la Cárcel Baja, frente al convento del Ángel". Unos meses después, escribe "Una lágrima" en recuerdo de José Salvador de Salvador, "nudo La palissade", poeta y asiduo participante en los festejos líricos del Corpus Christi:"con quien compartí redacción en el "Eco de Occidente" y reuniones en el Liceo de Granada cuando esta institución dictaba reglas poéticas a las más cultas sociedades".
Francisco de Paula Valladar, cronista de la Provincia de Granada y director de la revista ilustrada "La Alhambra", en la que Requena colaboraba, escribía en Mayo de 1907 en "El Accitano",: "Uno tras otro, van cayendo, en la tierra, los hombres de quienes hemos aprendido a estudiar, a amar las artes y las letras, a respetar los monumentos, las personas y las instituciones sociales de ahora y de otros tiempos. Requena Espinar, es de lo últimos que la muerte había respetado. Para mí, a pesar de que no viviera él en Granada, representaba el recuerdo de todos aquellos hombres ilustres del Liceo primitivo de la calle de la Duquesa, a quienes él conoció cuando era niño; los de la famosa Cuerda Granadina; los del segundo Liceo de Santo Domingo…"
Es el joven accitano Jesús García-Varela López-Argüeta, participante en las improvisadas tertulias que se formaban alrededor de Requena en los bancos de piedra del Paseo de la Catedral, quien sentencia en su artículo "Cosas que pasaron", firmado el 27 de abril de 1907:"Su vida preñada de aventuras, era curiosísima para los aficionados a las letras, por haber sido uno de los nudos que formaron la tan celebrada Cuerda Granadina". Según este aventajado discípulo, Requena recordaba: "Hace poco murió Manuel del Palacio, de los últimos nudos de La Cuerda; recientemente, Afán de Ribera; Francisco Javier Cobos, me dicen está muy viejo; el día menos pensado…".
Tendremos que seguir investigando.