domingo, 29 de marzo de 2009

Leyendas de Sulayr y otros cuentos remotos.





Leyendas de Sulayr y otros cuentos remotos.
24.02.2009


El cuento es una disciplina que exige a quienes trabajan en él una intensa dedicación y un largo aprendizaje. Necesita la concentración de esfuerzos, en un marco muy determinado por el espacio y el tiempo. En la capacidad para sugerir un mundo completo desde la austeridad de medios y la síntesis expresiva, está su gracia y su misterio. De la misma manera que la orfebrería no es el primer paso para la arquitectura, el cuento no es un ejercicio previo de quienes crearán novelas. Escribir un cuento tiene algo de imposible, algo de prodigio, algo de magia. Por eso los libro de cuentos son baúles llenos de disfraces, de máquinas del tiempo… En un rato, quienes los leemos, vemos pasar ante nuestros ojos una multitud de argumentos, de paisajes, de personajes y de perspectivas… Nos ofrece ventanas en el tiempo, un hueco de asombro y reflexión por donde mirar entre los barrotes de las horas programadas. Porque tras cada página nos espera otra mirada, otro mundo…
Esto es lo que he encontrado en el nuevo libro "Leyendas de Sulayr y otros cuentos remotos" de Carmen y Dora Hernández Montalbán.
La portada es obra de Pepe Raya, pintor de extraordinaria sensibilidad, que ha plasmado el ambiente que se respira en alguno de los cuentos, inspirándose en la foto que hizo una noche de acampada en la Alpujarra. En esta sierra nuestra que los árabes llamaban montaña del sol "Sulayr" La Luna jugaba al escondite entre las nubes, había fuego de campamento, el lugar y el momento ideal para contar cuentos y leyendas.
Nos propusimos en el acto de presentación realizar una breve genealogía de mujeres cuentistas, a pesar de que quienes escriben antologías sigan haciéndolas invisibles. Así hablamos de la personalidad y la obra de mujeres inteligentes, comprometidas, y cuentistas, que decidimos tomar como modelos: Emilia Pardo Bazán, Carmen de Burgos, María Teresa León, Carmen Martín Gaite, Soledad Puértolas y Pilar Mañas Lahoz. Y mencionamos a otras muchas que hoy escriben y publican: Esther Tusquets, Ana María Navales, Elena Santiago, Cristina Fernández Cubas, Rosa Montero, Marina Mayoral, Laura Freixas, Paloma Díaz –Mas, Mari Luz Escribano Pueu, Ayes Tortosa, Cristina Gálvez, Cristina García Morales, Pepa Merlo, Elena Sanjuanbenito, Cristina Monteoliva… Y por supuesto de las autoras de estas leyendas.
Dora es Licenciada en Arte Dramático por la Escuela Superior de Córdoba, y continuó su formación realizando estudios de Dirección e Interpretación en Madrid, en el prestigioso Laboratorio de William Layton. Es un verdadero placer escucharle una historia, porque lo hace con su cuerpo, con sus sentimientos y con su inteligencia. Tiene el tacto desarrollado y le gusta practicar sintiendo el roce suave y cálido de otra piel. Premia su paladar con deliciosas fresas rojas que cubre con nata, como si una nevada cayese sobre ellas. Y es que el blanco le gusta especialmente, sobre todo si se viste con forma de nardo o de flor de almendro. Es el aroma de la canela el que le inspira porque, en el fondo, le proporciona seguridad y le hace retornar al hogar, a los postres que endulzan la vida. De este ser tan especial han nacido los cuentos "La Hija de la Hechicera" y "El último guerrero de Tartesos".
Carmen Hernández Montalbán es Licenciada en Documentación y Diplomada en Biblioteconomía por Universidad de Granada, por eso no debe extrañarnos que sea un libro el objeto que fija su atención, y que disfrute entre legajos y documentos de otros tiempos donde descubre historias vividas. Piensa que el amor es el más sublime de los sentimientos, pero también es consciente de que junto a él camina su sombra, hecha de melancolía, añoranza, despecho y olvido. La vida es para vivirla con plenitud, por eso detesta la injusticia y la hipocresía, un lastre insoportable para la libertad. Disfruta con los atardeceres anaranjados de Guadix, un amanecer junto al mar, el blanco de las rosas y la policromía de las margaritas. Le seduce el tacto de la arcilla que la conecta con la esencia de sus raíces. Su ser encuentra paz en el suave canto de los pájaros, que entran en delicado vuelo por sus oídos y se posa con placidez en su alma. Así es la autora de los cuentos "La Fuente de Maese Pedro", "Un mensaje remoto" y "Viaje iniciático de Colón".
Te invito a leerlos, cuando los termines te sentirás como dice la cuentista Graciela Baquero: con la sensación de que alguien ha metido sus dedos en el lugar exacto… en ese lugar donde la emoción nos vuelve tan poderosas, tan frágiles… Allí, donde las palabras tocan y curan.