domingo, 8 de junio de 2008

Con todas las estrellas de la naturaleza.






Con todas las estrellas de la naturaleza.
2 de junio de 2008.


Este lema publicitario promocionaba los alojamientos en casas-cueva de la comarca de Guadix. La explotación turística de las mismas, ha permitido a muchas personas retomar el pasado sin renunciar a las comodidades del presente. La cal sobre la arcilla, penetrar en la tierra para encontrarnos, confiere a este modo de descansar durante el viaje no dos, ni tres, sino todas las estrellas de la naturaleza.
Quienes vivimos en ellas disfrutamos de una calidad de vida especial. La tierra nos protege de las variaciones de temperatura, mantiene el nivel de humedad, nos aísla del mundanal ruido, nos proporciona una gratificante sensación de tranquilidad y sobre todo hace que encontremos el pulso de naturaleza para vivir en armonía con ella.
La semana pasada, cuando realizaba la crónica de las Jornadas Internacionales de Trogloditismo, me comprometí a escribir sobre la ponencia presentada por el Alcalde de Guadix. En esta nueva faceta y en la suya de Doctor en Historia, inició su intervención afirmando que las cuevas de la ciudad constituyen un conjunto de enorme valor histórico, cultural, urbanístico y etnográfico.
Respondió a la pregunta de en qué época se podría fijar su nacimiento como hábitat, y lo sitúa en el siglo XVI. Para ello acude a las fuentes escritas de los muchos viajeros que nos han visitado. El autor musulmán Mohamed el Idrisi, el geógrafo El Himyari, ambos en el siglo XII, el polígrafo Ibn Al Jatib en el siglo XIII, y Jerónimo Munzer en el siglo XV, no hacen mención a las cuevas a pesar de sus detalladas descripciones de la ciudad. Además nunca han aparecido en las cuevas monedas, cerámica o vestigios similares anteriores al siglo XVI. Se aprecia un auge en el picado de cuevas en los últimos años del siglo XV y ya en 1554 con el Sínodo de Guadix aparece el primer documento donde se pone de manifiesto la existencia de núcleos de cuevas situados junto a la Ermita de San Marcos y la iglesia de la Magdalena, y se advierte que “los vecinos de las cuevas que están hacia la Fuente Maese Pedro… van creciendo en notable número…” Y apoyándose en Carlos Asenjo afirma que las cuevas aumentan con la Guerra de los Moriscos de 1568, sobre todo cuando se les expulsa de la ciudad.
Desde este momento las cuevas se convertirán en un problema para los regidores locales que no encontrarán otra solución que la de proponer sistemáticamente su demolición. Solo con la llegada de la democracia y con un alcalde que era maestro en las cuevas, Emilio López Saldaña, empezaran a cambiar las cosas. Pero yo añado que con la misma motivación demoledora se construyó la Barriada de Andalucía, en un intento de que la población de la cuevas se trasladase a lo que se consideraba el ideal de vivienda digna. Sin embargo la realidad es tozuda y aunque en un primer momento mucha gente se mudó, finalmente vendieron las casa y volvieron a las cuevas, esto ocurrió en torno a los años 80 del siglo pasado.
Fue en la corporación del alcalde José Luis García Raya, también socialista, que se logró que la Junta de Andalucía considerase las cuevas infravivienda y poder así acogerse a las ayudas de rehabilitación.
Santiago Pérez López profundizó en aspectos urbanos y etnográficos, relatando actuaciones realizadas en los últimos años. Y también habló de futuro: Plan Especial de protección del barrio, solicitud de la iniciativa URBAN, Plan Estratégico de la Comarca en el marco del proyecto Nera…
Si su discurso es sincero, y en principio no tengo razones para dudarlo, alguien en su equipo de gobierno, o entre sus asesores, no se está ganando el sueldo. Porque hace quince días los Cerros de Medina sufrieron el cruento ataque de una empresa de telefonía. Clavaron sobre sus lomos, como en los de un toro, enormes postes negros de madera, cual sanguinarias banderillas de castigo. Lógicamente los maderos no iban solos, les acompañaban muchos metros de cable que se han desplegado sobre nuestras cabezas como una tela de araña, dando una imagen lamentable de este bonito barrio.
Desconozco si la empresa de telefonía disponía de licencia municipal para realizar semejante atropello. Si no la tenía, los responsables municipales ya están tardando en ordenar que se restablezca la legalidad y obligando a la empresa a realizar la instalación bajo tierra. Sí por el contrario se les concedió autorización para ejecutar la gran chapuza, se impone que el equipo de gobierno adopte una coherente línea de actuación, que haga definitivamente creíbles y viables los planteamientos defendidos por el Alcalde.