Atrapar la historia y la luz.
7 d noviembre 2005.
La institución que hoy conocemos por CajaGRANADA nació en 1892. La ciudad precisaba de una entidad financiera para incorporarse a la dinámica de desarrollo de las ciudades modernas y un Monte de Piedad para evitar la acción de la usura. La Granada de entonces tenía pocos habitantes, cierta relevancia administrativa y una aplastante historia. Desde sus comienzos, ha tenido fuerte vocación social y firme compromiso con el desarrollo económico de Andalucía, que se materializa a través de la actividad social y solidaria, desarrollada por sus Fundaciones” CajaGRANADA” y “Desarrollo Solidario”.
Inició el siglo XXI presentando su nueva sede social conocida como “el cubo”. Y la semana pasada colocó la primera piedra del Centro Cultural y del Museo, donde estuvo presente la Ministra de Cultura Carmen Calvo. Este centro nace con vocación de expresar y compartir las manifestaciones culturales de los andaluces y andaluzas. Para ello, contará con un complejo de vanguardia arquitectónica, coherente con el cubo, dotado con instalaciones culturales, así como con un espacio para la “Memoria de Andalucía” (M.A.), donde podremos disfrutar de nuestra historia y de nuestra identidad como pueblo. Para llevar a cabo tan ambicioso proyecto cultural, se han rodeado de un equipo asesor en el que yo destacaría a José Calvo Poyato y Luis García Montero, a quienes hemos escuchado en el Aula de Poesía Abentofail; el escritor Juan Eslava Galán; mi maestro Miguel Gómez Oliver que es Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Granada; Cristina Hoyos, Directora del Ballet Flamenco de Andalucía; Miguel Ríos, y mi viejo amigo Mariano Sánchez ahora Director de Artes Escénicas de la Consejería de Cultura. La puesta en escena se ha encargado a General de Producciones y Diseño, una empresa especializada en la dirección integral de proyectos de planificación y ejecución para museos. Sus creaciones se caracterizan por la incorporación de las últimas tendencias museológicas y museográficas. Y es que si antes bastaba con que los museos ejercieran correctamente su función de conservación del patrimonio y divulgación del conocimiento, hoy se les pide, además, que sus contenidos se conviertan en una experiencia significativa para quienes lo visiten.
Pero este proyecto se albergará en un edificio. El nuevo M.A. y el “cubo” (que ha obtenido varias distinciones nacionales e internacionales), son propuestas muy discutidas en Granada, firmadas por Alberto Campo Baeza. Este gaditano de adopción, dio el viernes pasado una conferencia en el Colegio de Arquitectos.
Es un tipo que pronto cumplirá sesenta años, a pesar de lo cual, o quizá por ello, posee un atractivo indiscutible. Apuesto y elegante, sonríe y al hacerlo dibuja en su rostro la experiencia. Su mirada ágil, inquietante e inteligente recorre el auditorio, comprendes al cruzarte con ella que los ojos son los labios del espíritu. Es Catedrático de la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid. No es un arquitecto modesto, es un personaje dentro de su propio universo, que provoca reacciones contradictorias. Es un arquitecto convencido y con una tremenda capacidad de persuasión. Es reconocido internacionalmente por el uso de la luz natural en sus proyectos, por el empleo de formas sencillas en un reducido número de elementos, y por la sabia combinación de la escala y la proporción, porque estos son los pilares básicos de su quehacer arquitectónico.
Ha escrito un libro que encuentro delicioso, "La Idea Construida", en él nos descubre un artista que piensa y del que fluye un lenguaje poético; con una clara concepción de la arquitectura como arte; preocupado por lo que se construye, por las edificaciones bañadas de estilo que destruyen el entorno; nos propone buscar el camino que dé futuro a la arquitectura:“evidenciar facetas de belleza todavía desconocidas, a través del dominio de la Gravedad y de la Luz”.
Su casa ideal: “cuatro muros y un árbol y una alberca. Y luz y oscuridad acompasados. Y el suelo fresco de piedra que da gloria. Cielo en la tierra, pues ¿qué es si no la arquitectura?”
Mantiene una historia de amor platónico con la luz. Considera que ninguna arquitectura es posible sin contar con el material más lujoso jamás soñado y que además es gratis: la luz del sol. Te invito a que te acerques al “cubo” después de leer este libro y descubrirás un "impluvium de luz". Luego pasea por la Plaza de la Catedral de Almería, que también es obra suya, y ya me contarás.