Julia Gemella Acci
8 de julio de 2008
El pasado sábado tuve la oportunidad de colaborar en un ilusionante proyecto que pone de manifiesto que una nueva generación de hombres y mujeres, muy jóvenes, se preparan para liderar el mundo de la cultura.
La Orquesta de Cámara que da nombre a esta colaboración, con el patrocinio del Ayuntamiento, nos invitó a compartir una ” Noche de Verano en la Colonia Acci” El Palacio de Villalegre abrió sus puertas para que disfrutásemos de la velada.
El espacio había cambiado su aspecto, un decorado con múltiples símbolos nos recordaban nuestro origen vinculado al Imperio Romano, había luz de antorchas, una taberna, varios altares, macetas, flores... producto de la imaginación y buen hacer de Juan Carlos Onieva. En un lateral del escenario vimos un trono que pronto fue ocupado por una matrona romana, perfectamente caracterizada. Coral Dólera Membrilla y su pequeña hija Rocío, se habían puesto en las virtuosas manos del estilista y peluquero Juan Miguel Medialdea, que con su especial habilidad las transformó en bellísimas representantes de las mujeres que vivieron en la ciudad hace más de dos mil años.
Nos impresionó gratamente el programa de mano que confeccionaron. Era circular, de unos catorce centímetros de diámetro, una reproducción de la moneda conocida como “As de Tiberio” En el anverso se puede ver su busto de perfil y la leyenda “TI- CAESAR- DIVI- AVG- F- AVGVSTVS” que viene a significar Tiberio César Augusto, hijo del Divino Augusto. En el reverso dos estandartes legionarios, dos águilas, y en medio “L-I-II” en referencia a las legiones primera y segunda. El nombre de la ciudad aparece dividido, en la parte superior, interrumpiendo la grafila de puntos, vemos “C- I- G” Colonia Julia Gemella, que termina abajo con ACCI.
Sonaron las fanfarrias y con ellas llegaba la señal con la que me incorporaba al espectáculo. Me pidieron que presentase el acto, y que relatase algún hecho de nuestra historia. Escogí el ritual de fundación de la colonia. Y conté, a las personas que asistieron, que cuando Roma decide fundar una ciudad, procura que esté correctamente ordenada y distribuida con una armonía celeste, ya que para el hombre y la mujer antiguos, el orden celeste es lo más cercano a los dioses, a lo arquetípico, a lo perfecto y duradero. Por ello, antes de comenzar una empresa "inauguraban", es decir, preguntaban a los dioses su voluntad respecto a lo que iban a realizar. Por tanto la ceremonia de fundación de una ciudad era un acto sustancialmente religioso en el que sistemáticamente se tenían que cumplir un complejo ritual.
Les conté que elegían una colina, y antes de proceder a trazar el perímetro de la ciudad, el augur tenía que interpretar los signos para comprobar que el lugar era adecuado. Hablé de la repetición simbólica de los ritos de la Creación por los que se define el punto central del espacio seleccionado. De cómo se ordenaba el plano de la ciudad trazando una cruz desde este punto, siendo la línea norte-sur el “cardo” que se corresponde con la calle de la Concepción y trazo este-oeste el “decumanus” que corresponde con Santa María del Buen Aire. Les dije cual era el origen del nombre de la colonia. Y a continuación la música fue protagonista. Con los primeros acordes, los pajes (Zara e Izar González) hicieron la presentación de los símbolos de la ciudad.
El Palacio se impregnó con las notas que imaginaron Schumann, Vivaldi, Albinoni, Bach, Mozart, Morricone, Elizalde, Pachebel y Mermerías. Y todas salían de los violines de José Manuel Díaz, Rubén Hidalgo, Álvaro Monedero, Lucía Tapia, Isabel Gómez Polo y Laura Raya León; de la viola de María Cinthya González Molero; de los violonchelos de Jesús de los Reyes Porcel, José Antonio Martínez y Francisco José Ibáñez Gea; y de los teclados de Gonzalo Molero Miguel. Como invitado especial el maestro clarinetista jienense Luis Miguel Sánchez Cantero y la violinista de “El sueño de un payaso” Violeta Medialdea Morillas, maquillada por la creativa y original Encarnación Morillas Mesa.
Hubo un intermedio en el que loa miembros de la Orquesta nos sirvieron una copa de cava y saladitos, por gentileza de Julio García de loa Reyes.
José María Fernández Mermerías es la persona que ha impulsado de manera incansable la creación y consolidación de esta joven Orquesta de Cámara. Con sus inagotables energías nos embarcó a todos y todas en este proyecto, estando atento a todos los detalles de la organización. Espero y deseo que siga por este camino, por el bien de los jóvenes músicos y músicas que necesitan el aplauso del público como recompensa a las muchas horas que dedican al conocimiento de los instrumentos y las partituras.
